Nuevas e importantes tendencias que se están produciendo en la industria de ETF

IVANPASCUAL_20ISHARES2012
Foto: Cedida por BlackRock.

La industria de gestión de activos está creciendo a nivel mundial más rápido que nunca. “Han entrado 650.000 millones de dólares en tan solo los primeros seis meses únicamente en el negocio de ETF a nivel global, muy cerca de los 780.000 de 2020. Ese crecimiento lo vemos también en el negocio de fondos de gestión activa y alternativos que van camino de hacer año record”. Esto representa una gran aceleración”, destaca en una entrevista con FundsPeople Iván Pascual, responsable de iShares y el negocio de Wealth para EMEA. Y, junto a este crecimiento, se están produciendo nuevas e importantes tendencias que están afectando de lleno al sector.

Algunas son de sobra conocidas, como el interés que existe por parte de los clientes en construir carteras ASG. En su opinión, toda la innovación que se está produciendo en torno a la sostenibilidad puede representar un catalizador de crecimiento distinto para la industria. Y, al mismo tiempo, crear nuevas dinámicas. “Lo estamos viendo en el mundo de los ETF sostenibles. Cada vez más nuevos clientes están adoptando el fondo cotizado por la manera sencilla y eficiente de implementar estrategias ASG en sus carteras”, revela.

Los flujos van a producto ASG

Dentro del universo de los fondos cotizados, en los últimos 18 meses el 30% de los flujos netos están yendo a fondos y ETF con perfil ASG. Estimamos que terminen el año capturando un 50%. La SFDR ha sido un catalizador claro en 2021 y en los últimos dos meses la mayor parte del dinero está fluyendo hacia productos incluidos en los artículos 8 y 9”. La sostenibilidad se está convirtiendo en una tendencia superpuesta que afecta a toda la industria. Y, en este punto, la innovación está siendo el epicentro de todo. “Es tremendamente importante”, indica.

A este respecto, Pascual pone el acento en los cambios que se están produciendo de índices tradicionales a índices ASG. Y esto es clave porque, tal y como explica, en el negocio de los ETF todo va en línea con la evolución de los índices. “Cada selectivo realiza un nivel distinto de filtrado y selección de las compañías. Algunos optan por la exclusión, otros por el best in class… A la hora de elegir, todo depende de cómo entienda el inversor el concepto”, apunta el experto.

Todo lo relacionado con la inversión sostenible tiene dos catalizadores en el mundo de wealth: gestión discrecional de carteras (que lo empieza a adoptar masivamente) y el negocio de advisory, donde está penetrando con fuerza. “Ello es gracias a que las distintas temáticas que abarca cada vez son fáciles de explicar al cliente final, lo cual se produce, además, en un entorno de mercado al alza, lo que hace que el inversor se sienta aún más cómodo. Es algo que ha contribuido a acelerar la distribución tradicional de fondos”.

Centralización de inversiones

Pero las nuevas tendencias que se están produciendo en la industria no solo afectan al ámbito de las inversiones. También atañen a la organización interna de las entidades de wealth management. En este sentido, Pascual ha detectado que el COVID-19 ha acelerado algunas tendencias preexistentes, como el hecho de moverse hacia modelos más centralizados o la inversión en tecnologia. “Las entidades financieras y de asesoramiento han evolucionado tanto en lo que respecta a sofisticación de producto, tecnología como reporting al cliente final. La gestión centralizada es el modelo ganador por su eficiencia y escala”.

A este respecto, el responsable de iShares y el negocio de Wealth para EMEA considera que las entidades que estén haciendo inversiones en áreas críticas saldrán reforzadas de la crisis. “Estamos apreciando un reenfoque estratégico por parte de las entidades de wealth management para fortalecer sus plataformas de gestión de riesgos, gestión de carteras, asesoramiento, control de negocio... El COVID-19 ha sido un acelerador para que las firmas de banca privada y banca personal mejoren sus procesos. No hay que olvidar que estamos en un entorno hiper competitivo de presión en márgenes que obliga a sofisticar los procesos de asesoramiento y racionalizarlos al máximo”, recuerda.

Cambios de modelo de negocio

Otro de los grandes cambios que se están produciendo es la sofisticación del cliente final. “Está más informado que nunca. Tiene más tiempo y mejor acceso a información, y, además, piensa más que nunca que está en control de la situación. Véase el caso del impacto de ciertas plataformas digitales en Estados Unidos en el cliente final. El quid de la cuestión para la industria es poner al cliente en el centro de todo. Y, de verdad, pensar en él. Nosotros tratamos de estar cerca del distribuidor y las bancas privadas para comprender hacia dónde va su modelo de negocio. Es fácil de entender que tenemos que ir hacia modelos de negocio centralizados, las inercias del pasado no se rompen de un día para otro”.

Para Pascual, todo ese proceso de búsqueda de escala y mejor comunicación con el cliente final no va en detrimento de la personalización del asesoramiento. “Todo lo contrario. Deriva en un cliente mejor atendido por la entidad. Los wealth managers están buscando mejorar la experiencia del cliente. Es una tendencia a nivel global. La batalla no está en el producto, sino en que la experiencia del cliente sea buena. El producto es importante. Tienes que tener un buen asset allocation, ofrecer una buena rentabilidad y precio competitivo, pero no lo es todo”.

El experto destaca, además, que el COVID-19 ha sido un catalizador para la vuelta del cliente que invierte por su cuenta. “Esto se aprecia claramente con el fuerte incremento de apertura de cuentas por parte de plataformas de distribución online. La familiaridad con el entorno digital se ha multiplicado y el trading online ha explotado. Existen plataformas de distribución cross border, brokers que empiezan a expandirse en Europa a nivel transfronterizado, plataformas de ejecución con procesos sencillos, para que el inversor de la calle invierta. Son entidades que compiten en experiencia del cliente, esto es, en ponérselo fácil y con precios muy competitivos”.

Tal y como explica, existe una batalla muy fuerte en el mundo del brokeraje y de la inversión auto-dirigida por la captación de nuevos clientes. “Primero comenzó en Estados Unidos y ahora ha llegado a Europa. No es un ecosistema que esté siendo menospreciado por los grandes distribuidores ni por las bancas privadas. Hay un nuevo universo de cliente que piensa en invertir y los grandes distribuidores lo están empezando a seguir muy de cerca. No lo tendrán fácil porque, cuando eres una entidad grande centrada en la gestión global de carteras, es más difícil girar el volante para enfocarte en ese perfil de cliente”, concluye.