Bitcoin: aspectos básicos

Christian Hazim_noticia
Firma: cedida (Global X ETF).

TRIBUNA de Christian Hazim, Research analyst, Global X ETF. Comentario patrocinado por Global X ETF.

En octubre de 2008, un misterioso documento técnico que promocionaba un concepto monetario potencialmente revolucionario llegó a una lista de correo sobre criptografía. En nueve páginas sucintas, Satoshi Nakamoto, seudónimo de una persona o tal vez de un grupo de personas, presentaba el primer sistema monetario peer-to-peer descentralizado del mundo. El documento afirmaba que los participantes en este sistema totalmente abierto, disponible para cualquier persona con conexión a Internet, podrían efectuar pagos en todo el mundo y en cualquier momento sin necesidad de un intermediario de confianza.

Varios meses más tarde, en enero de 2009, la primera versión del software Bitcoin marcó formalmente la creación de la red Bitcoin, a la que se hace referencia en este informe con una B mayúscula. La red fue la primera aplicación de la tecnología blockchain, o cadena de bloques, un libro de contabilidad distribuido, totalmente transparente, compartido y conciliado continuamente que registra las transacciones y realiza un seguimiento de los activos. El lanzamiento de la red también marcó la creación del bitcoin. El bitcoin, al que se hace referencia en este informe con una b minúscula, es una moneda digital divisible, fungible y fácilmente transferible con una política monetaria definida programáticamente que garantiza su escasez.

El bitcoin llegó en un momento oportuno. Su lanzamiento coincidió con el pico de la crisis financiera global, momento en que muchas personas perdieron la confianza en los grandes bancos que custodiaban su dinero y en los gobiernos que establecían la política monetaria. El bitcoin representaba una nueva forma de dinero tangible que ninguna entidad centralizada podía ajustar o controlar.

En los años posteriores a la crisis financiera, el bitcoin fue ganando credibilidad de forma constante, pero seguía siendo en gran medida un activo nicho, propenso a la volatilidad y al escepticismo. Más recientemente, la pandemia de COVID-19, y el estímulo que ha requerido del Gobierno federal, han vuelto a despertar el interés por las características más destacadas del bitcoin. Los inversores ávidos aprovecharon la oportunidad de participar en el mercado de bitcoin y la comunidad de criptomonedas de forma más general. A pesar de sus grandes oscilaciones de precios y sus detractores, el bitcoin es más popular que nunca y su posición se consolida.

Hoy en día, existen 18,97 millones de bitcoins, con una capitalización de mercado total de $827 mil millones. Se realizan aproximadamente 280.000 transacciones de bitcoins en cadena cada día, lo que representa un volumen aproximado de 5.410 millones de dólares de media(1).

Como moneda, el bitcoin es un activo finito en una red de usuarios que acuerdan su valor como una forma de dinero que no puede ser controlada o alterada por ninguna entidad en particular. A diferencia de las monedas fiduciarias tradicionales respaldadas por el gobierno, el bitcoin no tiene billetes ni monedas físicas. La red Bitcoin permite la transferencia peer-to-peer de bitcoins sin necesidad de un intermediario como una entidad financiera. La red utiliza tecnología de cadena de bloques totalmente transparente para facilitar el registro de transacciones y el seguimiento de bitcoins.

La red Bitcoin es un ecosistema financiero en el que los participantes no necesitan confiar en un gobierno que respalde la moneda o administre el dinero en circulación de manera responsable. Para el mundo desarrollado, la importancia de esta característica puede ser particularmente difícil de entender, aunque las crisis económicas recientes pueden facilitar la comprensión. Las instituciones financieras de confianza que operan conforme a marcos normativos sólidos que protegen a los inversores no son un privilegio del que se disfrute por igual en todo el mundo, especialmente en las economías emergentes.

La Comisión Europea ha propuesto un reglamento integral, denominado Reglamento relativo a los mercados de criptoactivos (MiCA, Markets in Crypto-assets), con el objetivo de armonizar la regulación de criptoactivos en los estados miembros de la UE para 2024. Queda por ver cómo se desarrollará esta iniciativa en particular, pero, con el tiempo, esperamos que se desarrollen marcos regulatorios más definidos en todo el mundo. Y la reducción del riesgo que conlleva una normativa más clara, podría beneficiar al bitcoin y fomentar una mayor participación.

Trece años después de su incepción, seguimos sin conocer la identidad de Nakamoto, pero el bitcoin continúa ganando legitimidad a medida que se vuelve más conocido. Después de todo, el potencial de poseer un activo de escasez verificable con una red creciente de usuarios globales normalmente encontrará un público entre los inversores.

Fuente:

1 Blockchain.com, a 1 de marzo de 2022.