Blockchain y procesos interbancarios: adiós al dolor de cabeza del inversor

Pedro Mur Accenture
Cedida

TRIBUNA de Pedro Mur, managing director de Accenture responsable de Technology Advisory en Servicios Financieros

La inversión en Instituciones de Inversión Colectiva -como los fondos de inversión- se ve beneficiada en España gracias a que el pago de impuestos se realiza cuando finaliza la inversión. Mientras que dura, la inversión puede cambiar de sitio y de forma. De hecho, si se realiza una inversión en un fondo el cliente puede cambiar de fondo su dinero o, incluso, cambiar de banco gestor…  y solo tiene que calcular el pago de impuestos cuando retira la inversión.

Es en el momento de la tributación cuando es necesario disponer de la información precisa para calcular las plusvalías de forma detallada. Recabar estos datos, hoy por hoy en nuestro país, es una tarea cuanto menos costosa. No es extraño que los datos se pierdan o se corrompan, siendo motivo no solo de cálculos erróneos, sino de rechazos o devoluciones en la realización de traspasos, o de errores y penalizaciones en las declaraciones de la renta.

La pregunta que se hace cualquier inversor o ciudadano ante esta situación es lógica: estando sumergidas las entidades financieras en grades proceso de transformación digital, ¿cómo es posible que todavía existan este tipo de problemas al intentar obtener una simple traza de las inversiones en fondos? La respuesta está en la naturaleza interbancaria del proceso y en la tecnología tradicional de gestión de datos. Si una entidad transacciona con otra diferente y hay un conflicto en los datos que intercambian, ambas se van a considerar poseedoras de la fuente correcta. En algunos casos se plantea necesaria la intermediación con terceras partes de confianza sobre las que las entidades financieras ceden la potestad de gestionar los intercambios, las conciliaciones, los cuadres, etc.  Todo esto hasta que llegó ¡Blockchain!

Ya existe una solución para la trazabilidad de fondos usando la tecnología Blockchain. Una tecnología que permite plantear una gestión de datos compartida entre diferentes intervinientes en la gestión de fondos sin que uno tenga más peso que otro. Una base de datos democratizada, donde los datos de las inversiones de fondos se puedan registrar y desde donde en el momento de la liquidación, se pueda reconstruir la traza de la inversión. Este desarrollo -aun en prueba de concepto- incorpora medidas de “Zero Knowledge Proof” que permiten ocultar la información entre las diferentes gestoras de fondos al tiempo que validar que las transacciones que se registran son correctas. Todo ello sin intermediación de tercero de confianza. Po último, incorpora la lógica de negocio que calcula el orden a aplicar en la liquidación de inversiones para asegurar el cálculo correcto en la fiscalidad. En resumen, una tecnología que resuelve los retos de seguridad, transparencia y privacidad sin necesidad de intermediación.

Hay que recordar que la red de blockchain sobre la que funciona la moneda Bitcoin registra todas las transacciones que han existido desde 2009 sin que nadie haya conseguido burlar el sistema. Nadie ha conseguido registrar una transacción ilegítima, o gastar dos veces la misma moneda. Todas las transacciones son correctas, y toda la traza está descrita en una cadena que, minuto a minuto, miles de ordenadores alrededor del mundo hace más segura, sellando las transacciones con mecanismos criptográficos. Y todo ello sin que exista una empresa que vele por el funcionamiento de la red, ya que es una red pública que recompensa a aquellos que participan en ella con bitcoins.

Este caso de éxito -todo un sistema económico sin intermediación- ha facilitado que la industria se plantee el uso de la misma tecnología para desintermediar otros procesos. Y es que Blockchain es una tecnología clave en los servicios financieros del futuro. El ecosistema de empresas y tecnologías open source alrededor de blockchain se encuentra en plena ebullición. Hay consenso en el potencial de esta tecnología y su impacto se irá viendo a medida que las distintas entidades aborden en sus planes los procesos interbancarios con las nuevas tecnologías digitales.