China, una inversión para clientes expertos

Iñigo Bilbao_mayo 2023
Iñigo Bilbao. Fuente: Cedida

TRIBUNA escrita por Iñigo Bilbao-Goyoaga, Managing Partner, Estudios Bursátiles SL, Experto en Fondos, ETF e inversión colectiva.

Europa, tras un periodo de paz de varias décadas, originado tras una cruel guerra mundial, consiguió acabar con los conflictos bélicos fronterizos tras la creación de la Unión Europea. Esto permitió que cayera el muro de Berlín. Posteriormente, la creación del euro como moneda única de los países miembros de la Unión Europea afianzó las raíces de paz y prosperidad de la región. Estos impresionantes avances políticos, cimentados en avances económicos, no nos permitieron ni imaginar que Rusia fuese a invadir Ucrania y avanzar con tropas hasta tan sólo 20 kilómetros de Kiev.

Estos hechos han despertado a los europeos y por supuesto a la población americana, del peligro que supone acrecentar relaciones económicas con dictaduras. En lugar de ser un motivo para que la democracia llegue a países como Rusia o China, el comercio con ellos puede llevar a dependencias en importaciones y exportaciones que pueden ser utilizadas para posteriores chantajes. Esto ya está ocurriendo tras las sanciones impuestas a Rusia por su brutal actuación en Ucrania. Rusia ha optado por utilizar la dependencia de la UE en materia energética de su gas y petróleo, así como otras materias primas, como arma de chantaje contra la UE por ayudar al país agredido.

Construir nuevas relaciones 

Un estudio realizado por la Universidad de Colonia publicado en noviembre de 2022, alerta sobre la necesidad de la UE, no sólo de cambiar circuitos de relaciones comerciales con Rusia, sino también con China. Se trata de dos países con regímenes autoritarios, que lejos de moverse hacia un futuro perfil democrático con la pujanza de la actividad económica global, no dudan en utilizar la dependencia económica de regiones como la europea para chantajearlos.

Europa tiene necesidades de flujos de importación de materias primas, no sólo para producir energía sino también semiconductores, tan necesarios para la vida moderna. Móviles, ordenadores y automóviles, por ejemplo, necesitan chips para su fabricación. Según el estudio mencionado, las importaciones a Europa desde China y Rusia suponen el 11 y 8% respectivamente, siendo China el mayor proveedor y Rusia el tercero. Por el lado de las exportaciones China con el 10%, es el tercer receptor de las mismas desde la UE, tras países como EE.UU. y Reino Unido.

Un informe de la consultora McKinsey sobre flujos globales de bienes y servicios publicado en noviembre de 2022, indica que es muy difícil que los flujos en el futuro se centren sólo regionalmente, por ejemplo, entre países de la UE o entre estados en EEUU, por lo que descarta el fin de la globalización. Lo que sí alertan es de la necesidad de regiones como EEUU o UE de buscar proveedores y relaciones comerciales nuevas, cercanas y diversificadas, para evitar el potencial chantaje futuro de regímenes autoritarios. Destacan sobre todo como vectores a tener en cuenta, los suministros de materias primas y semiconductores, todos ellos vitales en la sociedad occidental actual.

¿En qué invertir?

En este contexto geopolítico, al inversor conservador y dinámico le recomiendo centrar sus inversiones de renta fija y variable en fondos y ETF de compañías de gran capitalización en Europa, EE.UU. y Japón, cuyas empresas tienen actividad global, así como otras medianas regionales y con potencial crecimiento futuro. A estos inversores les recomiendo invertir en mercados emergentes a través de fondos y ETF indexados globales tales como el MSCI All Countries World Index. Este índice invierte 60% en el mercado norte americano y tan sólo 12% en mercados emergentes, representando China un tercio de ese importe.

Invertir a través de fondos y ETF de índices de países emergentes como el MSCI Emerging Markets Index, donde China representa un tercio de la inversión, es más adecuado para inversores agresivos, y recomiendo que la inversión represente un porcentaje limitado de la parte de la cartera dedicada tanto a la renta variable como fija.

Invertir directamente en China en renta fija o variable a través de fondos y ETF en mi opinión, es recomendable para clientes expertos. China actualmente representa el segundo PIB más grande del mundo, con un tamaño cada vez más parecido al de EE.UU. y con más número de empresas que EE.UU. en la lista de las 500 mayores compañías globales por tamaño de capitalización, según la revista Fortune.

Considero un cliente experto a aquel que está muy atento a los mercados y será capaz de desinvertir si detecta anomalías, asumiendo como decisión propia, haber optado por tomar ese riesgo si se produjese un evento inesperado en el cual pueda perder dinero. Las continuas maniobras militares chinas junto a Taiwán, así como las demostraciones de fuerza de Corea del Norte, anticipan posibles problemas fronterizos también en Asia.