Cómo aprovechar las oportunidades de inversión que ofrece el crédito para 2021

Cedidas por Schroders.

TRIBUNA de Sriram Reddy y Julien Houdain, responsables de Inversiones en Crédito,  Schroders. Comentario patrocinado por Schroders.

La pandemia se ha cobrado un precio muy alto en el ámbito personal y económico de todo el mundo. No obstante, el exitoso desarrollo de las vacunas parece ser la luz al final del túnel y, por primera vez desde el comienzo de la pandemia, podemos atrevernos a pensar en una vuelta a la normalidad en 2021.

Esto también se extiende al ámbito del crédito. Nuestro equipo ha trabajado muy duro para poder capear la volatilidad de los mercados y aprovechar las oportunidades que se han generado en los mercados de crédito globales. AdvertisementDe hecho, a finales de noviembre, el fondo Schroder ISF Global Credit Income celebró su cuarto aniversario con una rentabilidad neta anualizada del 6% durante este periodo.

De cara a 2021, seguimos estando bastante positivos en cuanto al crédito global, ya que prevemos que el crecimiento mundial vuelva a reactivarse impulsado por las políticas de apoyo. Además, pensamos que la mejora del crecimiento apoyará también los fundamentales de las empresas lo que, en última instancia, conllevará una disminución de los impagos, en comparación con lo que se esperaba a principios de 2020.

Dentro del mercado de crédito, el high yield, particularmente el europeo y la deuda emergente, siguen siendo nuestras áreas favoritas, pues consideramos que se beneficiarán de un mayor crecimiento y también presentan buenas oportunidades idiosincrásicas. En cuanto al high yield, el entorno de bajos tipos de interés y la escasez de fuentes de ingresos atraerán la atención de los inversores a este segmento del mercado; de hecho, no nos extrañaría ver un escenario similar al de los últimos años, en el que los inversores cambian parte de su exposición de BBB a BB, por ejemplo. Estos acontecimientos deberían contribuir a apoyar los diferenciales. Asimismo, parece muy probable que se produzca una recuperación de los beneficios empresariales y, como muchas empresas han estado al borde de la quiebra, lo aprovecharán para reducir su deuda. Este hecho también debería apoyar los diferenciales. 

En cuanto al crédito emergente, la debilidad del dólar estadounidense y los menores costes de financiación de la deuda externa deberían servir de apoyo a este mercado. Por ello, hemos estado asignando capital adicional a oportunidades tanto en Asia como en América Latina. Las relaciones entre EE.UU. y China siguen siendo un riesgo que hay que vigilar, dadas las amplias implicaciones tanto para estas regiones, en general. Por último, adoptamos un enfoque más selectivo en cuanto al crédito grado de inversión, dado que tiene poco margen de maniobra para una posible subida de los tipos de interés.

Crédito estadounidense, ¿aún queda recorrido?

En general, en Schroders seguimos siendo bastante cautelosos en cuanto al crédito titulizado, que es una de las oportunidades que se presentan en el mercado estadounidense. Aunque se estén produciendo señales positivas en el comportamiento de los consumidores, el mercado de bonos de mayor calidad ya está descontando estas mejoras. A medida que se profundiza en la estructura de capital, se observa que las oportunidades se vuelven más complejas, ya que algunos sectores podrían ver sus balances presionados si las ayudas políticas disminuyen. Por último, observamos un riesgo si las compañías retoman sus políticas de retribución al accionista, usando el efectivo para abonar mayores dividendos, recompra de acciones o llevando a cabo fusiones y adquisidores.