Cómo obtener un efecto mágico con aportaciones automáticas periódicas a una cesta de fondos indexados

Inigo Bilbao Goyoaga
Inigo Bilbao Goyoaga

TRIBUNA de Íñigo Bilbao Goyoaga, experto en IIC y managing Partner de Iñigo Bilbao-Goyoaga Estudios Bursátiles SL.

Quien piense al leer el título que ya es mayor para comenzar a ahorrar con aportaciones automáticas está muy desinformado. En la vida nos vamos a encontrar múltiples avatares e incendios por los que habrá que volver a empezar varias veces, Ha ocurrido siempre.

La vida actual con los avances médicos y de bienestar es ahora muy larga. Además, la disrupción digital y tecnológica, así como el divorcio (una de las mayores lacras de la sociedad occidental moderna), nos obligarán a comenzar varias veces durante nuestra vida.

El ahorrador, tenga la edad que tenga, debe saber tres cosas: el tiempo, la diversificación y mantener la inversión incluso en tiempos de turbulencias (mantener el rumbo) están de su lado. El motivo es que el interés compuesto juega a su favor. Tiene un efecto mágico.

Se le atribuye a Albert Eisnstein la definición del mismo como la octava maravilla del mundo. El interés compuesto consiste en que tu primera inversión en un fondo o cesta de fondos de inversión el primer año es pequeña. Pero el segundo año y subsiguientes, si no tocas lo invertido más lo ganado, reinvertirás el principal más el rendimiento de ese año, con lo cual estás anualmente cada año invirtiendo un poquito más. Al cabo del tiempo, ese poquito más ha crecido bastante. Es lo que se conoce como la magia de la reinversión del principal en el tiempo.

Además del tiempo, la diversificación está de tu lado. Si inviertes en un fondo poco diversificado (temático o sectorial), tienes menos probabilidades de obtener esa revalorización optima, por lo que se recomienda invertir periódica y a poder ser automáticamente en un fondo de inversión indexado bien diversificado. Todavía más adecuado es hacerlo en una cesta de fondos indexados, algo en lo que se han especializado varios roboadvisors disponibles en España.

Gestión indexada

El fondo de inversión indexado tiene costes bajos, es lo que se conoce como inversión pasiva, y ofrece frente al ETF la posibilidad de hacer aportaciones automáticas periódicas a bajo coste operativo. Quiere decir que, aunque el ETF tiene las mismas ventajas de costes ajustados de gestión que el fondo indexado, este último, por su formato, permite hacer ahorros automáticos mensuales, bimensuales o trimestrales con cantidades pequeñas ya que operativamente es más barato. El ETF sería más adecuado para aportaciones de mayor volumen por tener una ejecución de compra venta similar a una acción, cuyos costes pueden mermar el montante que se invierte si es pequeño. En un ETF, en vez de aportaciones mensuales, debiéramos acumular una cantidad, e invertir por ejemplo cada semestre o una vez al año.

También se recomienda estudiar la fiscalidad del fondo y del ETF y ver cuál resulta más interesante a cada inversor, ya que el fondo de inversión es más flexible para el inversor particular, al permitir diferir el pago de las plusvalías cuando reinvertimos en otro fondo.

¿A qué se debe este efecto mágico? El tiempo disminuye el riesgo de la inversión y aumenta su potencial ganancia ya que reinvertimos tanto el principal como lo ganado. Cuanto más tiempo mantengas la inversión, más disminuye el riesgo y tendrás más posibilidades de superar las turbulencias de los mercados. Tus inversiones aumentan exponencialmente estando invertido varios años porque tus beneficios también se reinvierten.

Para obtener el máximo potencial de este efecto mágico, se recomienda mantener la inversión más de 10 años y desde luego 20 sería perfecto ya que el riesgo de perder el principal aportado pasa a ser casi nulo. Mantener el rumbo en tiempos de turbulencias, va a resultar clave.

El lado negativo del interés compuesto es el sobreendeudamiento. En las deudas, el interés compuesto juega en tu contra por lo que es conveniente saldar las mismas lo antes posible, empezando por las más caras.