Compromiso sin fisuras con la inversión ética

ElenaVillalba
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TRIBUNA Elena Villalba, directora de Ventas de Mirabaud Asset Management para España, Portugal y Latinoamérica. Comentario patrocinado por Mirabaud AM.

La sostenibilidad es uno de los pilares sobre los que se sustenta el modelo de gestión del grupo Mirabaud. No es una tendencia nueva a la que nos sumemos con el único objetivo de salir en la foto de las entidades más sostenibles, sino que forma parte de nuestro ideario desde la fundación de Mirabaud hace casi 200 años.

Cuando este concepto se encontraba todavía en fase embrionaria en los mercados financieros, sentamos ya las bases de las tres reglas que marcarían nuestra estrategia de inversión responsable: visión a largo plazo, cumplimiento de las reglas básicas de ética y responsabilidad, y aplicación de las mejores prácticas del mercado.

Nos sentimos orgullosos de ser un abanderado y una referencia en la integración de las cuestiones ambientales, sociales y de buen gobierno en las estrategias de inversión. Además de haber mantenido desde siempre un alto compromiso con la inversión sostenible y responsable, la entidad es signataria desde hace años de los Principios de Inversión Responsable promovidos por Naciones Unidas.

El enfoque ESG (Ethical, Social & Governance) que se integra en la filosofía de inversión del grupo es aplicado en distintos estadios de la gestión de carteras. Los criterios ESG son inherentes a todo nuestro proceso de inversión con el objetivo de proporcionar a los inversores las oportunas métricas sobre los valores, las oportunidades y los potenciales riesgos asumidos.

Hace apenas unas semanas, Mirabaud ha sumado a sus filas a Hamid Amoura como director del área ESG de la entidad. Con este nombramiento, Mirabaud avanza aún más en la integración del enfoque ESG en la filosofía de inversión del grupo, impulsando las buenas prácticas y reforzando su peso como uno de los pilares de todos sus equipos de gestión. Mirabaud potencia así su posición y prestigio como entidad líder en la integración de las cuestiones ambientales, sociales y de buen gobierno en las estrategias de inversión.

Una integración que hace que las carteras se establezcan en base a unos rígidos criterios de selección, excluyendo a aquellas compañías cuya línea de operaciones impacta negativamente en la sociedad o en el entorno. Por el contrario, se da más peso a aquellas que operan en sectores sostenibles como energías renovables o agricultura ecológica.

El impacto social positivo de las compañías o fondos suma enteros en la balanza de elección. En esta línea se enmarcan las microfinanzas y los bonos verdes o sociales.  En definitiva, las compañías reconocidas por sus buenas prácticas en ESG son valoradas muy positivamente por nuestros gestores a la hora de configurar sus carteras de inversión.

Nuestros valores de inversión sostenible también se materializan a través de lo que conocemos como shareholder activism, impulsando tanto el ejercicio de los derechos de voto de los accionistas de una compañía como el establecimiento de un diálogo fluido y directo con ellos para mejorar la responsabilidad social de las empresas.

Nuestro compromiso con la sostenibilidad es amplio y seguirá creciendo. La llegada de Hamid Amoura y nuevas medidas que irán viendo la luz bajo su gestión nos permitirán continuar avanzando en esta área e impulsando las buenas prácticas en todo el grupo.