El futuro y retos de la función de Cumplimiento Normativo

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Cedida

La función de Cumplimiento Normativo, incorporada con algunos años de retraso respecto al mundo anglosajón, en el ordenamiento jurídico español en el ámbito del sector financiero con la transposición de la Directiva MiFID, ha adquirido un notable y creciente protagonismo en estos últimos años; tanto, que hasta se ha acuñado ya un término como “Compliance Risk” o riesgo de cumplimiento normativo, que abarca materias tan diversas como Protección de Datos, Ley del Mercado de Valores, Prevención de Blanqueo, Códigos/ Reglamentos de Conducta internos, Responsabilidad Social Corporativa, Reputación…y que exige el despliegue de una serie de procedimientos y controles que ayuden a mitigarlo.

Es evidente que, al menos en el sector financiero, dicha función se ha convertido en un pilar básico para la implantación de una serie de normas y controles internos en las empresas, así como para la sensibilización de los empleados respecto de la importancia de acatar dichos principios y normas, a través de diferentes planes de formación.

Y en base a dicho papel crecientemente preponderante es evidente que es una función con mucho futuro y recorrido, que se enfrenta, a mi entender, a los siguientes retos:

-       Lograr conciliar el exceso de formalismo y la estética de la función, con una verdadera cultura de cumplimiento; en resumen, que no todo quede en políticas y gestos “de cara a la galería”

-       Conseguir el despliegue de políticas y controles verdaderamente eficaces, y que efectivamente se cumplan (es mejor un procedimiento “malo” que se cumple, que uno “excesivamente ambicioso” que se incumple)

-       Evitar la excesiva burocratización de la función con un componente creciente de controles y reportings

-       Fomentar la cooperación y participación de la plantilla a través de la sensibilización de los empleados, con un buen diseño de planes de formación. La mejor herramienta para la identificación de alertas o zonas de riesgo son los propios empleados, a pesar de las ingentes cantidades de dinero que gastamos las entidades en herramientas informáticas y supuestos sistemas inteligentes para detección de alertas. Un empleado consciente y bien informado sobre su rol y responsabilidad dentro de la organización es el mejor baluarte para mitigar riesgos

-       Ser capaz de asimilar la ingente cantidad de regulación y normativa que afecta al ámbito de la función, considerando la extraterritorialidad de muchas normas (globalización de la función) de manera que la entidad no incurra en riesgos regulatorios y eventuales amonestaciones y sanciones

-       Recuperar la confianza de los clientes, muy decepcionados con acontecimientos recientes que han dañado la reputación del sector financiero.

En resumen, Cumplimiento Normativo se ha convertido en unos pocos años en una función estratégica dentro de las entidades financieras, sobre la que reposan en gran medida los pilares del buen nombre y la buena reputación de las entidades.

*José Andrés Fernández es uno de los intervinientes en el Compliance Forum 2012 que organiza iiR España.