El patrimonio y el ahorro a largo plazo: construyendo un futuro sólido

Marta Pedrero OCOPEN NOTICIA
Firma: Cedida: OCOPEN

COLABORACIÓN escrita por Marta Pedrero, Subdirectora Previsión Social en ALKORA EBS Correduría de Seguros y Reaseguros S.A.U y miembro de OCOPEN.

El patrimonio y el ahorro a largo plazo son elementos fundamentales para la estabilidad financiera y la construcción de un futuro sólido. Permiten al individuo alcanzar sus metas financieras, tener seguridad económica y disfrutar de una vida plena.

Patrimonio hace referencia al conjunto de bienes, activos y derechos que una persona o familia posee. No se limita únicamente a la riqueza material, sino que también incluye valores, tradiciones y conocimientos transmitidos de generación en generación.

Conocer el patrimonio permite al individuo valorar si se encuentra en situación de poder acometer nuevos proyectos sin poner en riesgo su posición. Asimismo, facilita llevar a cabo acciones de manera anticipada para poder protegerlo. Tener un patrimonio sólido y ahorros a largo plazo brinda una sensación de seguridad y estabilidad financiera.

Para la construcción de un patrimonio sólido se deben tomar decisiones financieras inteligentes a lo largo del tiempo, maximizando los ingresos y administrando adecuadamente los recursos. A la hora de plantearse la construcción de un patrimonio es necesario tener en cuenta, el horizonte temporal, y aquellas partidas específicas que permiten crear dicho patrimonio. Si la construcción de un patrimonio es para el corto plazo, estará entonces relacionado con un posible cambio de estilo de vida, con la búsqueda de seguridad financiera o bien la creación de un ingreso adicional o un objetivo determinado, sin embargo, si el objetivo es el largo plazo, la constitución del patrimonio suele ir más vinculado a necesidades específicas de adquisición de vivienda,  creación de una renta complementaria para la jubilación o bien la transmisión de riqueza para la siguiente generación.

Construir un patrimonio no implica contar con un alto poder adquisitivo y realizar grandes inversiones, lo que es necesario es empezar a contar con un hábito de ahorro en el que sin grandes sacrificios se realicen inversiones en un horizonte temporal de medio-largo plazo que permita alcanzar un objetivo económico que ofrezca seguridad y solvencia para el futuro. Atendiendo a la encuesta financiera de las familias realizada por Banco de España en 2020, la riqueza neta mediana de las familias era de 122.000 euros y la media de 269.000 euros

El nivel de riqueza se eleva con la edad, alcanzando sus valores máximos en los hogares con cabezas de familia entre los 65 – 74 años. Otro indicador relevante que afecta directamente en el nivel de riqueza es el nivel de educación, situándose en niveles de 226.000 euros para aquellos que tenían estudios universitarios respecto 100.000 – 150.000 euros para los que tenían unos estudios inferiores al bachillerato.

Dentro de la riqueza del individuo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la encuesta financiera de las familias de BdE, ha desglosado el tipo de activos sobre los que se soporta el patrimonio, siendo los activos reales (vivienda, otras propiedades inmobiliarias, etc..) los que constituían el porcentaje más alto del total del patrimonio de los hogares (79,2%). Respecto a los activos financieros (cuentas bancarias acciones y fondos de inversión, planes de pensiones o seguros), éstos representaban el 20,8% de los activos totales en el año 2020, y La deuda de los hogares representaba en el año 2020 el 11,4% del valor total de sus activos.

 Las perspectivas de ahorro para 2023, teniendo en cuenta un entorno con una política monetaria más restrictiva, subidas de tipo de interés, y una estabilización de la inflación, traen consigo una preferencia por parte del ahorrador hacia Fondos de inversión, dejando de lado las contribuciones a los planes de pensiones

Según información obtenida del Observatorio de Inverco, el volumen de activos de los fondos de inversión domésticos ya supone cerca de una cuarta parte del PIB nacional (23,1%). Sin embargo, el ahorro a través de planes de pensiones no está teniendo el crecimiento previsto, solo el 10% de la población en España cuenta con un plan de pensiones de empleo. La escasa liquidez del sistema, los constantes cambios legislativos que hacen referencia a los limites fiscales y las deducciones en el impuesto sobre la renta de las personas físicas, y las constantes reformas en la legislación del sistema público de pensiones, están provocando una fuerte desincentivación del individuo hacia el ahorro en este tipo de instrumentos.

Podemos indicar que entre 2020 – 2022 el conjunto de las aportaciones a sistemas de empresa privados/empresa había caído un 48% (fuente de Inverco 2022).  Su actual nivel de gasto sobre el PIB se sitúa próximo a un 10% sobre el PIB y su previsión es la de mantenerse constante.

Contar con un patrimonio suficiente para poder disfrutar de una jubilación sin incertidumbres financieras y sin una merma de poder adquisitivo, debería ser un objetivo compatible con nuestro proyecto vital. Por todo esto necesitamos realizar una correcta gestión y planificación que nos permita afrontar esta incertidumbre acumulando el suficiente patrimonio.

Cómo empezar a planificar un patrimonio

La planificación del ahorro es fundamental para conseguir los objetivos vitales deseados. Uno de los primeros pasos es realizar un análisis detallado de la situación del patrimonio para posteriormente proceder con el estudio de los ingresos y los gastos. No solo es importante ahorrar, sino gestionar dicho ahorro. La deficiente educación financiera con la que cuenta la población junto con la creciente complejidad y variedad de los productos de inversión hace cada vez más necesaria la búsqueda de algún tipo de asesoramiento que ayude a tomar decisiones. Destacamos que según la encuesta de competencias financieras de Banco de España solamente el 36% de españoles tienen un conocimiento básico sobre conceptos financieros y capacidad para tomar decisiones cualificadas.

Estos datos refuerzan la necesidad de fomentar la cultura del ahorro, es fundamental estar informado, conocer las implicaciones legales y fiscales que tienen todas y cada una de nuestras decisiones en el momento de la planificación y creación de nuestro patrimonio. La no consideración de alguna de estas variables se puede traducir, como poco, en una merma importante de las rentabilidades obtenidas.

También hay que tener en cuenta que el patrimonio acumulado a la hora de la jubilación, además de permitirnos cumplir con nuestro objetivo, posiblemente terminará llegando a nuestros herederos; para ello deberíamos plantearnos una adecuada sucesión, de manera que resulte lo menos gravosa fiscalmente.

España es el país de la OCDE que castiga con mayor dureza el ahorro, el patrimonio y las herencias, por las que existe un doble tributo sobre el bien en cuestión inexistente en casi ningún rincón del resto de la Comunidad Internacional.

Cuanto antes realicemos un ejercicio de reflexión, mejor podremos planificar nuestro futuro y será mas fácil alcanzar nuestros objetivos.