El Reino Unido irrumpe en el mercado de los bonos verdes

Sam vereecke_noticia
Firma: cedida (DPAM).

TRIBUNA de Sam Vereecke, gestor de fondos de Renta Fija, DPAM. Comentario patrocinado por DPAM.

El Reino Unido se ha incorporado al mercado internacional de bonos verdes con su primera emisión de Green Gilt, con un volumen de 10.000 millones de libras y vencimiento el 31 de julio de 2033. Aunque el mercado está entusiasmado, esta clase de emisiones suscita con frecuencia sentimientos encontrados.

El marco de bonos verdes británico está estructurado con arreglo a los Green Bond Principles, unos principios cuyo enfoque es afín al utilizado por DPAM para evaluar dichos bonos. Además, ese marco (y el destino del producto de las emisiones) es un paso financiero necesario en la estrategia climática general del Reino Unido y puede vincularse a medidas regulatorias y a una agenda financiera sostenible más amplia; a saber:

  • La recién anunciada estrategia británica para el hidrógeno (Hydrogen Strategy Bullet).
  • El fuerte enfoque climático que ha adoptado el Banco de Inglaterra.
  • El marco regulatorio Net Zero (téngase presente que el Reino Unido fue el primer país que plasmó en un marco regulatorio sus ambiciones de lograr emisiones netas cero, un hecho que refuerza sus credenciales ecológicas).

A la afinidad con esos Principios se suma que la aplicación del producto obtenido (es decir, los proyectos que se financian a través de la emisión) se centra en las categorías de proyectos verdes elegibles de los Principios, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y los objetivos de la Taxonomía británica.

Esto último es especialmente tranquilizador ya que, aunque estrechamente vinculados a los criterios establecidos por la Taxonomía de la UE, estos objetivos se desarrollan de forma transparente y científicamente rigurosa bajo la supervisión del Grupo Asesor Técnico Verde del Reino Unido, que se rige exclusivamente por conocimiento experto, sin participación alguna de la industria (en contraste con el proceso de consultas de la UE). Cabe esperar que esto lo hará previsiblemente más riguroso y sólido.

Más allá de los requisitos medioambientales y el desempeño, la atención prestada por el Reino Unido a los informes de beneficios sociales vinculados a la financiación de proyectos ecológicos no solo es bienvenida, sino también innovadora y capaz de impulsar los mercados.

Algunos críticos expresaron su preocupación por incluirse, en la relación de proyectos que se financiarían con los bonos verdes, la captura y el almacenamiento de carbono, por tratarse de una tecnología no probada a gran escala. Sin embargo, el Reino Unido ha establecido una clara estrategia de hidrógeno basada, entre otras, en redes CCUS, que será esencial para desarrollar el hidrógeno (azul) y permitirá desplegar un mercado de hidrógeno más amplio (verde).

Además, hemos de resaltar que la credibilidad del perfil climático general del Reino Unido queda reforzada por su posición en el Climate Change Performance Index (CCPI), un índice independiente que evalúa el desempeño climático de países con arreglo a sus datos de emisiones de GEI, del desempeño en energías renovables, uso de la energía y política climática. Dado que la financiación climática sigue siendo un punto de mejora, DPAM está dispuesta a respaldar la emisión del Reino Unido.

Otro aspecto es que suele cuestionarse la adicionalidad de los bonos verdes soberanos, lo que tiene sentido. Por adicionalidad se entiende que esos bonos financien proyectos nuevos (adicionales) en lugar de otros existentes ya planificados. De hecho, la adicionalidad de los bonos verdes soberanos suele ser limitada. Pese a este inconveniente, DPAM sigue decidida a respaldar esa emisión de bonos verdes alineada con la ciencia climática, sobre todo en mercados nuevos como el de los Gilts británicos, ya que pueden alentar emisiones de bonos verdes más amplias por parte de empresas, municipios, etc. en la misma moneda. Solo por esto, y a pesar de su adicionalidad limitada, el beneficio puede ser significativo.

En el enfoque de DPAM, el uso creíble y transparente de lo obtenido con la emisión sigue siendo crucial, si bien el perfil general de clima y sostenibilidad de un país debe estar alineado con sus actividades financieras. Para determinarlo, DPAM dispone de un modelo interno patentado de evaluación del grado de sostenibilidad de países.

El modelo se basa en más de 60 fuentes de datos procedentes de ONG, centros de investigación y organismos internacionales. Medimos la forma en que el país satisface las necesidades de la generación actual sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas propias. Como tal, constituye la columna vertebral de nuestra estrategia de bonos soberanos sostenibles. El Reino Unido está bien posicionado (segundo cuartil) en el universo de mercados desarrollados.