TRIBUNA de Sébastien Senegas, director general de Edmond de Rothschild AM en España. Comentario patrocinado por Edmond de Rothschild AM.
TRIBUNA de Sébastien Senegas, director general de Edmond de Rothschild AM en España. Comentario patrocinado por Edmond de Rothschild AM.
En la búsqueda de rendimiento en un entorno de tipos ultrabajos, los inversores de renta fija están centrándose en nuevos segmentos de mercado y cambiando el perfil de riesgo de sus carteras. De hecho, incluso aunque la volatilidad ha sido muy alta últimamente, creemos que es posible encontrar un gran número de oportunidades de inversión interesantes. Sin embargo, dado que el universo de la renta fija es tan amplio y variado, los inversores deben ser selectivos y optar por estrategias flexibles.
A nivel geográfico, uno de los mercados con mayor atractivo es Europa debido al respaldo de diversos factores, como son la depreciación del euro, los bajos tipos de interés y los reducidos precios del petróleo, que están ayudando a impulsar los márgenes de las compañías y sus resultados, mientras que los indicadores avanzados señalan que la recuperación sigue su curso. Además, la combinación de unas mejores condiciones financieras, un menor rigor presupuestario, el resurgimiento gradual de la confianza de los consumidores y unos saneados balances bancarios han contribuido a un clima de negocios más favorable. También la política monetaria del BCE, encaminada a impulsar el crecimiento y la inflación, que seguirá siendo acomodaticia durante algún tiempo, crea un entorno favorable para los bonos de la eurozona.
Todos estos factores señalados anteriormente son especialmente positivos para los bonos high yield. Al igual que la mayor desintermediación bancaria, que ha hecho que el mercado se diversifique y cuente ahora con más de 300 empresas emisoras y unas tasas de impago que se sitúan por debajo de sus media histórica cerca del 3%. Por otra parte, la actual situación también posibilita que la deuda soberana de la región ofrezca oportunidades atractivas, sobre todo los países periféricos, que han visto cómo sus fundamentales han mejorado y disfrutan de dinámicas tasas de crecimiento. Sin embargo, resulta fundamental ser selectivo. La incertidumbre política se ha reducido en Portugal y en Grecia, pero sigue presente en España. Por ello consideramos que la deuda portuguesa y griega ofrece mejores oportunidades.
También es posible encontrar oportunidades en otros segmentos. Por ejemplo, la deuda subordinada financiera, que se enfrenta a la aplicación de un nuevo marco regulatorio. Están surgiendo nuevos instrumentos de capital y la emisión de ratings corporativos está mejorando. A pesar de que los bancos europeos lidiaron con un período de volatilidad a comienzos de 2016, han puesto de manifiesto que no atraviesan ningún problema de solvencia o de liquidez.
Por último, un enfoque selectivo hacia la deuda de mercados emergentes constituye también una forma atractiva de diversificar una cartera. Estos mercados cuentan con dos fuentes principales de crecimiento: consumo doméstico y exportaciones a los países occidentales. Los déficits presupuestarios son cada vez más inusuales y hay que recordar que los precios del petróleo han estado cayendo durante más de un año, lastrando los bonos emitidos por los países exportadores hasta niveles que son hoy particularmente atractivos.
Además de la anteriormente mencionada importancia de la selección de activos, otra de las claves es la flexibilidad para adaptarse a los cambios del mercado. Ambos elementos, flexibilidad y gestión activa de la asignación mediante una cuidadosa selección de las emisiones en cartera, se combinan en el Edmond de Rothschild Bond Allocation. Este producto invierte de forma activa en todo el espectro de renta fija y permite delegar en un experto la asignación, selección de bonos y gestión de la sensibilidad a los tipos de interés.
Este fondo es doblemente flexible. Por un lado, para gestionar la duración, lo que supone un valor añadido en un momento de fluctuaciones de los tipos como el actual. Y, por otro, en cuanto a la exposición, dado que tiene límites de inversiones muy amplios en diferentes segmentos de mercado. Contar con un espectro amplio de bonos en los que invertir aporta un abanico de oportunidades a lo largo del ciclo económico al mismo tiempo que le permite tener una cartera altamente diversificada.