Inflación: instrumentos al alcance de los inversores para ajustar con commodities una cartera diversificada

Iñigo Bilbao. Cedida
Iñigo Bilbao. Cedida

TRIBUNA escrita por Íñigo Bilbao-Goyoaga, managing partner de Estudios Bursátiles S.L.

La inflación global va a seguir subiendo durante parte de 2022 para luego comenzar a retroceder poco a poco durante el último trimestre del año. Los bancos centrales están actuando contra la misma, tratando de dañar lo menos posible el crecimiento económico.  Debido a esa cautela, una vez comience a remitir, se va a tardar en volver a los niveles de inflación pre COVID-19.

Se estima que no será hasta comenzado el año 2024 cuando se alcancen niveles aceptables, quedándose estabilizada probablemente en cifras superiores a las que veíamos antes de la pandemia.

En este contexto inflacionista, se recomienda mantener la diversificación de la clásica cartera 40/60. La asignación de activos (asset allocation) y la renta variable, serán los verdaderos protectores contra la inflación en el largo plazo. Lo único que vamos a hacer es ajustarla. Una buena opción es incluir productos que directamente protejan contra dicha anomalía.

En el pasado, los commodities han sido un buen remedio para protegerse contra la inflación. Se trata de productos tangibles con ninguna o poca elaboración.

Las inversiones en commodities tienen un atractivo adicional en la cartera en el entorno actual. La transición de energías fósiles hacia otras limpias, está acelerando una rotación hacia una mayor utilización de otras materias primas naturales diferentes al petróleo, gas o carbón. Las centrales solares, eólicas o hidráulicas, por ejemplo, son intensivas en la utilización de otros recursos naturales como cobre, zinc o níquel entre otros.

Podemos clasificar los commodities en seis grupos: Ganado (ganado vivo, ganado de engorde…), Cereales agrícolas (trigo, maíz…), Softs (café, cacao, azúcar…), Energía (Petróleo, gas, carbón…), Metales Industriales (cobre, aluminio, níquel…) y Metales preciosos (oro, plata platino…).

Los commodities cotizan a través de contratos de futuros en mercados cotizados especializados. Los Futuros son contratos en los que tanto el comprador como el vendedor se comprometen a realizar un intercambio de activo en una fecha específica, a un precio determinado pactado el día que el contrato es acordado.

Algunos de los mercados de futuros de commodities más conocidos son el Chicago Mercantile Exchange, El New York Mercantile Exchange o el Chicago Board of Trade.   Los tres forman parte del grupo CME en EEUU. En Europa el más relevante es el London Metal Exchange.

Una forma de estar expuesto a commodities es de forma indirecta invirtiendo en renta variable a través de fondos y ETF temáticos, especializados en empresas que producen o distribuyen algunos de estos commodities.  Los más clásicos son los que invierten en minas de metales preciosos, así como negocios relacionados con la producción y distribución de productos agrícolas o de energía.

A través de fondos y ETF nos exponemos a este activo alternativo, pero con una inversión con la que muchos inversores, sobre todo particulares y privados, ya están familiarizados, la renta variable.  Los precios de los commodities fluctúan mucho, e invertir de forma indirecta a través de acciones, puede ser una buena forma de mitigar esos bruscos movimientos, centrándonos principalmente en la tendencia.

Conviene recordar que las inversiones temáticas tienen más riesgo que los índices globales, su ratio de sharpe es menor. Recomiendo invertir a través de fondos y ETF multi-temáticos de materias primas, para que el gestor tenga flexibilidad y pueda moverse entre distintos activos.

Otra forma de ajustar la diversificación de nuestra cartera, es protegiéndonos directamente con oro u otros metales preciosos como el platino. Para ello son muy útiles los ETC. 

El ETC y el ETF se asemejan en que ambos cotizan en bolsa. Este tipo de productos se agrupan en las bolsas de comercio, bajo la denominación anglosajona de ETP (exchange traded products). La diferencia más importante, es que el ETF (exchange traded fund) es un fondo UCIT y puede invertir en cestas de acciones o futuros. Por el contrario, el ETC (exchange traded commodity), no es un fondo, y por eso puede invertir en un solo activo. 

El ETC de oro está respaldado por oro físico. Invertir en ETC significa comprar participaciones emitidas por una entidad por un valor referenciado al precio de dicha materia prima, en este caso el oro. Es como comprar deuda de esa entidad, lo que convierte al inversor en su acreedor.  Dicho oro suele estar custodiado en un banco y ciudad concretos, normalmente Londres o Zurich. Son lingotes segregados en barras identificables.

Invertir un pequeño porcentaje de la cartera en commodities a través de ETC de metales preciosos, es por lo tanto una buena forma de ajustarla para protegernos contra la inflación, sobre todo entre los clientes de banca privada.

Para los gestores profesionales e inversores experimentados, están a su disposición ETF de futuros de commodities. Un índice muy utilizado es el Bloomberg commodity index aunque hay otros disponibles. Se trata de un índice compuesto por una cesta de futuros de seis diferentes grupos de commodities que se revisan anualmente. Dicho índice utiliza datos de liquidez y de producción ponderados en dólares para determinar las cantidades relativas de los commodities incluidos

Podemos concluir que estamos hablando de un subyacente alternativo que fluctúa mucho con las variaciones de precios. La proporción que se debe incluir en la cartera debe ser reducida y servir de complemento a nuestra cartera base 40/60 de bonos y acciones. Tan sólo queremos ajustar la asignación de activos para que nos proteja contra la inflación, no especular.