Intensidad máxima: descarbonización de las carteras de bonos corporativos emergentes

Firma: cedida (Pictet AM).

TRIBUNA de Sabrina Jacobs, gestora senior de carteras de Clientes, y Sabrina Khanniche, senior economist, Pictet AM. Comentario patrocinado por Pictet Asset Management.

Las economías emergentes están mejorando su eficiencia en el uso de carbono. Esto debería ayudar a los inversores a ajustar sus carteras de bonos corporativos a los objetivos sostenibles. Cuanto más combustible fósil se consume, más rico se es. El aumento de las emisiones de carbono y el crecimiento económico han ido de la mano desde la Revolución Industrial.

Más recientemente, este ha sido el caso en las economías emergentes, cuya huella de carbono está estrechamente correlacionada con el nivel de vida de sus poblaciones. Tradicionalmente, los países en desarrollo han sido grandes emisores de carbono, ya que su crecimiento económico dependía en gran medida de los recursos naturales y de las industrias que los consumen, como la manufacturera. Esto significa que la huella de carbono de los inversores en mercados emergentes también ha sido grande.

Pero esa situación parece estar cambiando. Cada vez hay más pruebas de que las economías emergentes están consiguiendo reducir sus emisiones de carbono per cápita (su intensidad de carbono) sin sacrificar el crecimiento económico. Esto se debe a los intentos de países tales como China de adoptar energías renovables, ascender en la cadena de valor manufacturera, incrementar la eficiencia energética e introducir normativas medioambientales.

Las innovaciones financieras podrían acelerar esta evolución. El crecimiento de los bonos verdes y ligados a la sostenibilidad en los mercados emergentes significa que el capital cada vez se canaliza más hacia proyectos e inversiones con un menor nivel de emisiones de carbono. Todo lo cual indica que los inversores en bonos corporativos emergentes ahora tienen la oportunidad de diversificar aún más sus carteras al tiempo que aumentan su contribución a una transición sostenible y armonizan sus inversiones con los objetivos de cero emisiones netas.

Estabilización de las emisiones

Las economías emergentes son fundamentales en los esfuerzos mundiales por frenar el cambio climático ya que, en la actualidad, representan casi dos tercios de las emisiones anuales de carbono(1). Aunque esto era de esperar. Cuando una economía predominantemente agrícola emprende la senda de la industrialización, sus emisiones de gases de efecto invernadero suelen aumentar a medida que se incrementa su PIB per cápita.

Sin embargo, esta tendencia solo se mantiene hasta determinado punto del desarrollo de un país. En los círculos políticos, esta observación se conoce como la curva ambiental de Kuznets; modificada a partir de la hipótesis del economista estadounidense Simon Kuznets, que originalmente afirmaba que las naciones en vías de industrialización experimentan un aumento y posterior descenso de la desigualdad de rentas. Aunque a veces controvertida, esta versión medioambiental de la curva de Kuznets parece más pertinente hoy en día que cuando se observó por primera vez en los años noventa(2).

Figura 1. Un equilibrio: la curva ambiental de Kuznets representa el vínculo entre el medio ambiente y la economía

Fuente: Pictet Asset Management.

El avance de los mercados emergentes hacia la estabilización de sus emisiones está cobrando impulso. Tomemos el ejemplo de China, el segundo país más contaminante del mundo. Su intensidad de carbono, un indicador que mide la cantidad de CO2 emitida por unidad de PIB, se ha reducido desde 1990 en más de un 20% hasta alcanzar los 0,57 kg de CO2 por dólar de PIB(3). En el mismo periodo, el PIB per cápita del país se multiplicó por diez.

En otras economías emergentes, o países de rentas bajas y medias, la intensidad de carbono ha disminuido a un ritmo aún más rápido durante el mismo periodo. La mejora se debe a una combinación de factores. En el caso de China, el cambio se debe principalmente a una modificación de su estructura industrial.

Estudios recientes muestran que las emisiones de carbono de sus exportaciones, o emisiones incorporadas en su comercio internacional, disminuyeron durante los cinco años anteriores a 2012 tras alcanzar su nivel máximo en 2007 gracias, en parte, a los cambios en la composición de sus exportaciones(4).

La economía ha pasado de depender de la fabricación de acero y ropa, que genera grandes emisiones, a sectores de mayor valor añadido y orientados a la tecnología, como el de la electrónica. Todo ello ha coincidido con el compromiso de Pekín de reducir las emisiones y atajar la contaminación atmosférica como respuesta a la creciente preocupación pública por la calidad del aire.

China también ha logrado mejoras en el ámbito de la eficiencia energética. Otro estudio reciente muestra que las tecnologías en la producción manufacturera del país mejoraron tres veces más rápido que la media mundial entre 2000 y 2014, lo que ha contribuido a frenar el aumento de las emisiones globales en la industria exportadora(5). Otras economías emergentes como Taiwán, Bulgaria, Rumanía y Polonia han mejorado aún más rápido.

Ecologización de los bonos corporativos emergentes

Nuestro propio análisis muestra que, si continúa la desvinculación entre el crecimiento económico y las emisiones de carbono, esto podría brindar nuevas posibilidades a los inversores en bonos corporativos emergentes. El análisis examina la relación entre deuda e intensidad de carbono. Hemos constatado que cuanto mayores son las emisiones de carbono de un país en relación con el PIB, mayor es su nivel de deuda corporativa. Esto refleja el hecho de que, por lo general, las industrias muy contaminantes recurren a la deuda para financiar proyectos con un alto nivel de emisiones.

También significa que, al invertir en deuda corporativa emergente en lugar de en su equivalente desarrollada, los inversores aceptan pagar el precio de una mayor huella de carbono para asegurarse mayores rendimientos. Esto asimismo implica que, si los países en desarrollo siguen avanzando rápidamente hacia el nivel máximo de emisiones, es de esperar que mejore la dinámica de su deuda.

Figura 2. Financiación de las emisiones: fuerte vinculación entre los niveles de deuda corporativa y la intensidad de carbono

Deuda corporativa no financiera. Fuente: Pictet Asset Management, CEIC, Refinitiv, Our World in Data, UNCTAD, datos a 15 de noviembre de 2022.

A medida que estas tendencias favorables aceleran su ritmo, los inversores tienen a su disposición otras maneras de controlar y reducir los riesgos de carbono en su cartera. En la actualidad, la intensidad de carbono del decil de empresas más contaminantes del índice JP Morgan CEMBI Broad Diversified es 3,3 veces superior a la del decil inferior y 30 veces superior a la del quinto decil. Esto significa que los inversores pueden reasignar entre estos segmentos para reducir considerablemente el perfil de carbono de su cartera sin salirse de un sector determinado(6). Es más, la diferencia total entre los deciles superior e inferior puede empezar a disminuir a medida que más empresas realicen la transición.

Otra tendencia emergente que observamos es que determinadas empresas de combustibles fósiles están financiando la transición a energías más limpias con beneficios extraordinarios en lugar de deuda. Tomemos el ejemplo de Indonesia. Las mineras de carbón del país (Indonesia es el tercer productor mundial) están obteniendo unos beneficios extraordinarios históricos de miles de millones de dólares gracias a la subida de los precios del carbón derivada de la crisis energética(7).

Esto les proporciona una munición sin precedentes para cambiar sus modelos de negocio, sin necesidad de endeudarse más, para contribuir al objetivo del país de eliminar la generación de energía a partir de carbón sin reducciones (es decir, carbón sin tecnologías de captura de carbono) de aquí a 2050. Pueden, por ejemplo, utilizar estos beneficios para construir centrales solares e hidroeléctricas o invertir en un parque industrial ecológico para producir vehículos eléctricos y baterías.

Aceleración de la tendencia ecológica

En lo que a impacto medioambiental se refiere, las economías emergentes tienen potencial para ofrecer los mejores resultados debido a su gran diferencia en infraestructuras e inversiones. Por estas razones, los mercados de bonos corporativos emergentes ofrecen un terreno fértil para los bonos calificados ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo).

En los nueve primeros meses de 2022, las empresas emergentes emitieron más de 135.000 millones de dólares estadounidenses en bonos calificados ASG y ligados a la sostenibilidad, tres veces más que en el mismo periodo de 2020. La proporción de los mercados emergentes en la deuda ASG y ligada a la sostenibilidad ha aumentado a una quinta parte del total mundial, desde el 16% en 2020(8).

La emisión de estos bonos ha resistido notablemente bien, en contraste con lo que está ocurriendo en el conjunto del universo de renta fija (véase nuestro artículo anterior). Las perspectivas también son prometedoras. Un estudio de Pictet Asset Management y el Instituto de Finanzas Internacionales indica que la emisión anual de bonos calificados ASG en los mercados emergentes podría alcanzar los 360.000 millones en 2023 y superar los 700.000 millones en 2025(9).

Intensidad máxima

Los mercados emergentes, con China a la cabeza, están alcanzando su nivel máximo de intensidad de carbono en un plazo más breve que el que necesitaron sus predecesores occidentales. Pueden acelerar esta transición sostenible haciendo más ecológicos sus mercados de bonos corporativos y trasladando la asignación de capital a proyectos con un menor nivel de emisiones de carbono. Esto también debería permitir a los inversores en renta fija reducir la huella de carbono de sus carteras y adecuarlas a sus objetivos sostenibles o medioambientales.

Fuentes y notas:

1 Our World in Data.

2 https://www.jstor.org/stable/44379183

3 Our World in Data; el PIB se ha medido en dólares internacionales constantes de 2011.

4 Pan, C., G. P., Peters, R. M., Andrew, J. I.,Korsbakken, S., Li, D., Zhou y P., Zhou (2017), Emissions embodied in global trade have plateaued due to structural changes in China, Earth’s Future, 5, 934–946, DOI:10.1002/2017EF000625.

5 Jiborn, Magnus, Viktoras Kulionis y Astrid Kander. 2020. "Consumption versus Technology: Drivers of Global Carbon Emissions 2000–2014" Energies 13, n.º 2: 339. https://doi.org/10.3390/en13020339

6 Emisiones de Alcance 1 y Alcance 2 por dólar de ingresos, reponderadas (ratio de cobertura del 78%). Fuente: Trucost, Bloomberg, Pictet Asset Management, datos a 18 de noviembre de 2022.

7 Posiciones de liquidez netas de las cuatro principales mineras de carbón de Indonesia, fuente: JP Morgan, datos a 10 de noviembre de 2022.

8 IIF, datos a 30 de septiembre de 2022.

9 https://am.pictet/en/globalwebsite/global-articles/2022/expertise/esg/esg-bond-market-transformation/tab/Foreword