TRIBUNA de Elena Villalba, directora general para Iberia y Latam, Mirabaud AM. Comentario patrocinado por Mirabaud Asset Management.
Los bonos convertibles globales han sido uno de los activos con mejor comportamiento este año 2020, +17% (Refinit Global Focus Hedge). A lo largo de los años, su histórico tampoco defrauda. Desde finales de 2008 hasta el 31 de octubre de este año, este híbrido entre la renta variable y la renta fija acumulaba una rentabilidad anualizada del 10,4%, comparado con el 11,8% del MSCI World Index. A ello hay que añadirle un matiz importante, la volatilidad, que es de la mitad (7,7%) respecto a la renta variable global (15%).
Su carácter híbrido no conquista a todos los públicos, en algunos casos por desconocimiento. Es una clase de activo muy a tener en cuenta, si bien exige una gestión especializada que es mejor delegarla a un equipo experto. El fondo Mirabaud Sustainable Convertibles Global goza de un track record que ha sido galardonado con cinco estrellas Morningstar. Asimismo presume de haber integrado exitosamente los criterios ESG, obteniendo el reconocimiento de mayor importancia en este ámbito (uno de los pocos que han sido concedidos), el ESG Label por parte del Ministerio de Finanzas francés.
Como señalaba Nicolás Cremieux, gestor principal del fondo en un artículo reciente, “la convexidad proporciona a los inversores una seguridad muy deseable ante potenciales caídas del mercado, a la vez que les brinda la posibilidad de mantener su exposición con una mayor protección ante mercados bajistas”. Asimismo el gestor señalaba que “nuestra dilatada experiencia invirtiendo en convertibles nos reafirma en que el potencial de crecimiento a largo plazo de un emisor solo es sostenible si se apoya en prácticas responsables”.
Mirabaud Sustainable Convertibles Global está gestionado por Nicolás Cremieux desde el año 2014, año en el que se lanza el fondo. Cremieux cuenta con más de 20 años de experiencia habiendo liderado anteriormente el equipo de gestión de convertibles globales en Candriam. El fondo se compone por una cartera de bonos concentrada, con alrededor de 50 posiciones frente a las más de 200 de su índice de referencia (Refinit Global Focus Hedge), reflejo de la gestión activa y de convicción del equipo, que forma parte del ADN de Mirabaud Asset Management; lo que no suma, resta. El equipo se centra en aquellas compañías que cumplen con todos los filtros a nivel valoración, liquidez y ESG entre otros, con un objetivo de delta (sensibilidad del bono ante movimientos del precio de la acción) entre 30%-60% para asegurarse la convexidad*.
El fondo acumula una rentabilidad a tres años del 37%** y una volatilidad del 8,8%. A 20 de noviembre de este año, la rentabilidad del fondo se sitúa en el 25%***. El fondo cuenta con un active share del 90%. Lleva a cabo una gestión activa de la delta, a nivel sectorial y geográfico. El fondo está registrado en España y disponible en clase dólar y euro (cubierta), de capitalización y distribución. Cuenta con más de 500 partícipes, por lo que es traspasable.
Sin duda, los bonos convertibles han sido una de las alegrías del 2020 para los inversores.
Fuentes
* La capacidad de los bonos convertibles para limitar el riesgo a la baja y capturar una subida sustancial en la acción subyacente.
** 20/11/2020 Clase I cap USD.
*** Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. Para más información sobre rentabilidades históricas y riesgos asociados a este Subfondo, consulte la Sección la web www.mirabaud.com/es.
