La clave está en las clases

jaime
Máximo García

TRIBUNA de Jaime Pérez-Maura, director de Desarrollo de Negocio de Allfunds Bank.

El problema de la disparidad y la falta de definición concreta de cada una de las clases de acciones de una IIC se ha convertido en uno de los mayores dolores de cabeza (si no el mayor) para todos los que formamos parte de la cadena de distribución de fondos.

Hace ya dos años, la CNMV puso en la diana de su labor supervisora este asunto y de manera incansable ha revisado con todas las entidades los criterios en que se basaban para distribuir unas clases u otras así como las reglas que seguían para comprar una determinada clase para las IIC gestionadas o las carteras discrecionales. El tema no es menor, ya hemos visto las primeras multas y amonestaciones, mientras la presión sobre los distribuidores no ha aflojado tras la comunicación realizada al efecto por la CNMV hace escasas semanas sobre la distribución a clientes de clases de acciones de IIC. Es obligación de las gestoras y también nuestra ayudar a los distribuidores en la determinación de cuál es la clase de acción que deben de comprar para cada uno de los servicios prestados.

Nosotros desde Allfunds ya les aseguramos todas las informaciones que necesitarán para poder hacer su selección de clases sin problema (gastos corrientes, retrocesiones, universo invertible, clases elegibles...). Las gestoras deben también asumir su responsabilidad. Tienen la obligación de definir con claridad cada una de sus clases con las aclaraciones más precisas posibles en sus folletos evitando ambigüedades.

Las gestoras que entiendan esta realidad triunfarán, las que desatiendan estas necesidades de los clientes y se dediquen solo a hablar de sus fondos (y no de sus clases) quedarán excluidas. Los distribuidores priman minimizar sus riesgos regulatorios frente al retode enfrentarse a tal complejidad y riesgo. La rentabilidad de un fondo es clave pero lo que de verdad marca la diferencia entre los fondos buenos de un nicho es la clase.