Poco a poco la tecnología se ha ido haciendo un hueco en la industria mecanizando procesos, controlando los riesgos y permitiendo ofrecer nuevos servicios, entre otras cuestiones. Una tendencia que, sin duda, la pandemia del coronavirus ha acelerado en el último año. Casi de un día para otro las entidades tuvieron que empezar a trabajar […]
Poco a poco la tecnología se ha ido haciendo un hueco en la industria mecanizando procesos, controlando los riesgos y permitiendo ofrecer nuevos servicios, entre otras cuestiones. Una tendencia que, sin duda, la pandemia del coronavirus ha acelerado en el último año. Casi de un día para otro las entidades tuvieron que empezar a trabajar desde casa manteniendo los mismos procesos y servicios. Y se consiguió con éxito en tiempo récord. A simple vista, la conclusión que extraen desde la propia industria de depositaría es la siguiente: la tecnología estaba ahí, pero muchas veces infrautilizada.
Así lo han manifestado responsables de gestoras y depositarios en una mesa redonda celebrada en el marco del Insights Depositaría; un coloquio organizado por FundsPeople, patrocinado por BNP Paribas Securities Services, Caceis y Cecabank, y en el que también participaron Bestinver, CaixaBank y Mutua Madrileña.
Una rápida y eficaz adaptación
Al final, esta rápida adaptación ha sido el resultado de un trabajo que se venía haciendo desde hace años y que ha ido en dos direcciones: “Por un lado, en el trabajo hacia dentro con la automatización de procesos y de flujos operativos reduciendo los tiempos de ejecución, minimizando el riesgo operativo y generando nuevas capas de valor; y por otro, hacia el cliente, acompañándole en la simplificación de sus procesos, ofreciéndole herramientas más potentes que les permitan capacidades de autoservicio, de explotación de sus datos, además de flexibilidad y seguridad en los servicios ofrecidos”, explica Montserrat Domínguez, directora de Operaciones en Caceis.
Y ha sido gracias a la integración de tecnologías de inteligencia artificial, como el machine learning, el procesamiento de lenguaje natural o la robotización, concreta David Calabaza, Asset Owners Client Line & Innovation Manager en BNP Paribas Securities Services. “Además de optimizar los procesos de custodia y depositaría haciéndolos más eficientes, minimizando riesgos y reduciendo tiempos, mejoran la experiencia digital de los clientes en su día a día y se crean nuevas oportunidades de servicios”, asegura al experto.
Ahora bien, además de los cambios que la digitalización provoca a nivel operativo, Óscar Mateos, director de Desarrollo de Negocio de Servicios Operativos en Cecabank, arguye que “el factor crítico es que la relación con clientes ha cambiado de manera drástica”. “Es vital la capacidad de llegar a esos clientes”, subraya.
Los efectos de esta transformación
La transformación tecnológica estaba dentro de los planes estratégicos de muchas gestoras, con el objetivo, por un lado, de “dotar al equipo de inversiones de una herramienta mas potente y segura” y, por otro, de “automatizar tareas rutinarias y repetitivas”, apunta Inés Lorente García-Barbón, directora de Transformación, Procesos y Productos en Mutua Madrileña.
Una automatización en la que la industria “estaba retrasada frente a otros sectores”, recuerda Juan José Fortún, COO de Bestinver. Al final, ha traído consigo “mayor flexibilidad en el reporting, plataformas y webs mucho más ágiles que mejoran la transaccionalidad y disminuyen el riesgo operativo”, puntualiza. Un punto de vista que comparte con Jaume Viladrosa, director de Sistemas en CaixaBank AM: “En gestoras grandes como la nuestra teníamos claro que el camino era la automatización de procesos”, afirma.
Todos ellos coinciden en que precisamente la transformación digital ha ayudado a cerrar la brecha entre grandes y pequeñas gestoras en la medida en que ha democratizado el acceso. A este respecto, también han facilitado este acceso a la tecnología los servicios de almacenamiento en la nube, según Viladrosa, de CaixaBank AM.
“Independientemente del tamaño, los retos son similares para cualquier entidad, una compañía grande tendrá recursos más importantes pero también supone mover un trasatlántico, algo más difícil que en el caso de un barco pequeño”, sugiere Lorente García-Barbón, de Mutua Madrileña. Además, de nada sirven estos avances si todos los estratos de la compañía no reman en la misma dirección: “Aunque la tecnología, el software e infraestructura se ha abaratado, sin una cultura de innovación dentro de la casa es difícil llevarlo a cabo”, alerta Fortún, de Bestinver.
¿Desarrollos internos o externalización?
En este proceso, algunas entidades han optado por hacer desarrollos internos mientras otras se han apoyado en entidades externas. En BNP Paribas Securities Services tienen una gestión híbrida, ya que monitorizan el mercado fintech global con el fin de identificar aquellas empresas que tengan tecnología de primer nivel para poder establecer alianzas o inversiones en ellas. “Al final, el objetivo es poder disponer e integrar la mejor tecnología disponible en cada momento. Cuando no la encontramos fuera tenemos especialistas tecnológicos a nivel global y también utilizamos recursos internos del grupo BNP Paribas”, cuenta Calabaza.
Mientras, el enfoque de Caceis se basa en tener en cuenta las capacidades que quieren desarrollar y, a partir de ellas, identificar las mejores alianzas. Actualmente cuentan con tres partners: “Uno especializado en digitalización y automatización de los procesos, otro en la gestión del dato y, por último, con especialistas que nos acompañan en la implantación de las metodologías agiles”, concreta Domínguez.
Por su parte, el ADN de Cecabank lleva implícito ser un aglutinador de proyectos, dados sus orígenes: “Nos gusta desarrollar proyectos conjuntos donde cada uno de los agentes, ya sea cliente o proveedor, aporte lo que conoce en la cadena de valor. Nos gusta apoyarnos en clientes de nueva generación que hacen cosas diferentes, como fintechs”, matiza Mateos.
Lo que está claro es que la industria está en pleno proceso de cambio al que las firmas tienen que adaptarse. “Las grandes gestoras buscan transformar su modelo tradicional, seguir centrándose en su actividad principal pero desarrollando nuevos modelos de negocio. Para ello, es importantísimo tener al cliente en el centro”, aconseja Domínguez, de Caceis.
Nuevas tecnologías y servicios
La aparición de nuevos actores como el blockchain tiene claros beneficios en la optimización de procesos, la reducción de tiempos o el acceso a la información. “Dada la complejidad y la novedad, es una tecnología donde realmente se puede avanzar si se trabaja a través de consorcios o alianzas con terceros especializados”, sugiere Calabaza, de BNP Paribas Securities Services. Donde entienden que tiene más potencial es en los activos digitales, para ello la entidad está trabajando con la fintech Curv, utilizando su software para la custodia de claves digitales, con el objetivo de integrar a medio plazo estos activos en su herramienta de custodia tradicional.
Caceis, por su parte, custodió en 2019 la primera emisión de bonos que hizo Santander con tecnología blockchain, en la que actuó como agente y custodio de las claves de cifrado. Mientras desde Cecabank consideran que, “como tecnología, dado que la escalabilidad no es de momento su punto fuerte, nos parece que no parece que a muy corto plazo vaya a suponer una revolución en esta industria”. Respecto a los criptoactivos, en Cecabank creen que hay dos factores claves para su desarrollo: “Por una parte, la inversión generalizada por parte de las gestoras, y por otra, la tokenización masiva de activos tradicionales”, indica Mateos.
Para los próximos años, entre los principales cambios que atisban los expertos está la relación con los clientes. A este respecto, Viladrosa, de CaixaBank AM, recuerda la transformación de las oficinas bancarias. En su opinión, “demuestra que la relación con los clientes está cambiando” y la industria se dirige hacia una “relación cada vez más digital con sus clientes y a un asesoramiento adaptado a los diferentes canales”. Además de ello, tanto Cecabank, como BNP Paribas Securities Services y Caceis apuestan por los nuevos negocios a partir del “uso de los datos”. El acceso a una cantidad ingente de información unido a la inteligencia artificial posibilitará el acceso a una serie de servicios digitales orientados al cliente. Además de ello, la nube y los canales de comunicación a través de API permitirá una comunicación más efectiva y en tiempo real con los clientes. En resumidas cuentas, el objetivo final para todos ellos es acompañar a los clientes en su transformación digital.