La digitalización y el cambio climático están transformando los índices financieros

Inigo_Bilbao_Goyoaga_05_2016
Iñigo Bilbao

El mundo está cambiando muy rápidamente y esto se está reflejando en las acciones que componen los índices financieros. Hay principalmente dos conductores de dichos cambios, la economía digital y de servicios de comunicación y el cambio climático.

La economía digital ha encumbrado en capitalización a varios colosos al top ten de los índices. Si tomamos como referencia el índice S&P 500 hace 10 años EXXON Mobil la petrolera, era la más grande por capitalización y tan sólo había dos empresas tecnológicas en el mismo, Microsoft y Apple que representaban el 24% de la capitalización de esas diez expresas. El top 10 estaba muy diversificado y había seis sectores representados.

Sin embargo 10 años después en el año 2020, nos encontramos con 5 empresas tecnológicas en el top 10 del S&P 500: Microsoft, Apple Amazon, Alphabet (Google) y Facebook. Dichas empresas tecnológicas representan el 74% del total de esos 10 colosos, y las diez compañías más grandes representan el 23% del total del índice S&P500. Así mismo Microsoft y Apple que ya estaban en el top 10 hace 10 años, han multiplicado su valor por cinco.

De la misma forma, poco a poco están desapareciendo de entre las mayores compañías de los indices mundiales las petroleras, que de media han perdido la mitad de su valor en bolsa estos últimos diez años, como es el caso de Exxon Mobile en el S&P 500 o Repsol en el IBEX 35, mientras que compañías nuevas como el productor de coches eléctricos Tesla, ha multiplicado su valor varias veces en ese mismo periodo. Esto se debe al auge de la inversión sostenible y su lucha contra las emisiones fósiles de CO2.

Otra tendencia imparable se refiere a Asia. Desde los años 90 muchas empresas tecnológicas privadas chinas preferían cotizar en la bolsa de Nueva York y hacían sus OPVs en USA. Sin embargo, el mercado chino es ahora 10 veces más grande que en los años 90 y los reguladores chinos están haciendo un gran esfuerzo tanto para que las empresas tecnológicas chinas vuelvan a su zona de origen en las bolsas de Hong Kong y Shanghai, como para que las nuevas OPVs se hagan en estas dos plazas locales.

Debido a todos estos cambios disruptivos, se está volviendo imperativo invertir de forma global para no quedarse atrás en los cambios que se están produciendo en las plazas financieras clave, que además de las americanas, son ahora también las asiáticas. Invirtiendo de forma barata en índices a través de fondos o ETF, podremos conseguir mejorar la rentabilidad de nuestras carteras, reducir la volatilidad al invertir en sectores y campeones globales a los que no tengo acceso ni en España ni en Europa, y por último optimizar la rentabilidad por dividendo de mi cartera de acciones.

Para sorpresa de todos, las subidas de bolsa del S&P 500 o de los índices asiáticos durante la pandemia no son un error, sino que reflejan un valor ajustado de un grupo muy puntual de empresas digitales y del sector de las comunicaciones, así como un soporte de liquidez sin precedentes de los bancos centrales mundiales. Me refiero a un tercio de las empresas que componen el índice, que se han visto incluso potenciadas por el Covid-19, el cual nos ha llevado a una economía que, si ya venía reduciendo la presencia física, ahora se ve incluso apoyada por las medidas de distanciamiento social aplicadas por los gobiernos. Es difícil prever si los índices van a seguir subiendo, lo que si podemos indicar es que no parece que se estén comportando de forma irracional.