La diversificación será el santo y seña en 2011 mientras continúa la recuperación mundial

Esperamos que la economía mundial se mantenga en la senda de la recuperación en 2011 y que la aceleración del gasto de los consumidores en los mercados emergentes contribuya a compensar el crecimiento más modesto de los países desarrollados. Ahora bien, dado que los desequilibrios mundiales alimentan la incertidumbre respecto a las políticas económicas, comerciales y de divisas, la diversificación será esencial para los inversores en 2011.

Merrill Lynch Wealth Management espera que la brecha entre los países en desarrollo, con grandes superávits comerciales y poca deuda, y los países desarrollados, con grandes déficits comerciales y muy endeudados, siga siendo un tema importante en 2011 en un marco de recuperación sostenida pero más lenta.

El mundo emergente se ha convertido en la fuente de ahorro mundial, pues se prevé que la tasa de ahorro llegue al 33% de la renta disponible entre 2009-14, mientras que la de las economías avanzadas continúa disminuyendo.

Este ahorro está alimentando la creciente demanda de consumo que está en el origen del crecimiento de los mercados emergentes, mientras los consumidores de EE.UU. se esfuerzan por reducir su endeudamiento y los gobiernos europeos se enfrentan a déficits masivos. El gasto público de los países desarrollados está dominado por la prestación de servicios sanitarios y pensiones a poblaciones envejecidas.

Dado que prevemos una desaceleración del crecimiento mundial desde el 4,9% estimado en 2010 hasta el 4,5% en 2011, los inversores, a nuestro juicio, deberían buscar un crecimiento seguro de sus ingresos, prefiriendo las materias primas y la renta variable a la deuda pública y corporativa. La diversificación proporcionará cierta cobertura frente a cualquier resurgimiento de la inflación.

En 2010 la elevada rentabilidad de la renta variable de los mercados emergentes se centró en mercados pequeños como Tailandia, Turquía e Indonesia, y esperamos que esta tendencia se mantenga en 2011.

En nuestra opinión, los mercados emergentes con menor capitalización bursátil, la renta variable de Reino Unido y las grandes compañías europeas ofrecen las mejores oportunidades de inversión en renta variable en 2011. Consideramos que la energía, incluyendo el petróleo y el gas natural, es atractiva, al igual que las telecomunicaciones. La acumulación de efectivo por las empresas podría respaldar un incremento de la consolidación sectorial y las fusiones y adquisiciones.

En el caso de la renta variable, los inversores deben prestar más atención a los dividendos que a la revalorización del capital. En el de la deuda, deben ser cautos ante la deuda de mercados emergentes y evitar los activos sobrevalorados.

En Estados Unidos, la mayor economía del mundo, esperamos que el crecimiento se mantenga en 2,8% en 2011, si bien prevemos que experimente una mejora en el segundo semestre del año.

China, la segunda economía del mundo, sufrirá una desaceleración y el crecimiento se reducirá desde el 10,3% en 2010 hasta el 9,1% en 2011. En la India, el crecimiento sólo se moderará levemente, desde el 8,6% en 2010 hasta el 8,4% en 2011, mientras que en la zona euro disminuirá desde el 1,7% hasta el 1,6%. La mayor economía europea, Alemania, sufrirá una desaceleración desde el 3,5% en 2010 hasta el 2,1% en 2011.

Aunque la recuperación alemana, impulsada por la demanda de los mercados emergentes, batió las previsiones en 2010, parece que otros países de la zona euro están sobrestimando sus perspectivas de crecimiento, sobre todo España, Francia e Italia. Además, la debilidad de las economías periféricas, como Irlanda, Portugal y Grecia, arroja muchas dudas en relación al euro.

En Reino Unido esperamos una aceleración del crecimiento anual, desde el 1,7% en 2010 hasta el 2% en 2011, y parece que la recuperación se afianza pese al recorte del gasto público.

Según el informe Merrill Lynch Wealth Management Year Ahed 2011, la recesión de 2007-2009 resultó mucho más profunda que otras anteriores y la recuperación está siendo más lenta.

“Guerras de divisas”

La política monetaria de las economías desarrolladas aún es excepcionalmente expansiva. Sin embargo, mientras los mercados desarrollados creaban dólares, los mercados emergentes los acumulaban, lo que eventualmente ejercerá una presión a la baja sobre el dólar y, desde luego, el euro. Esperamos que la debilidad del euro se prolongue a lo largo de 2011, pero el dólar tendrá un respiro. También ha habido presiones alcistas sobre el renminbi y algunas otras divisas de mercados emergentes, combinadas con tensiones comerciales.

Las divisas sobrevaloradas e infravaloradas están distorsionando las valoraciones de los activos y prevemos que el problema empeorará en 2011.

Lo ideal sería que el ajuste de la política monetaria de EE.UU. y el mundo desarrollado se produjera al tiempo que los países emergentes permitieran una mayor flexibilidad y apreciación de sus divisas. Sin embargo, existe el riesgo de que persistan las tensiones. Además, también existe el riesgo de que los mercados emergentes impongan controles sobre los flujos de capitales.

Los dividendos y la búsqueda de rendimientos

En 2011 los inversores deben comenzar a centrarse en los dividendos – que históricamente han sido el principal motor de la rentabilidad – y no en la revalorización del capital.

A nuestro juicio, la inversión se convertirá en una búsqueda de rendimientos, por lo que habrá poco valor en los mercados de deuda pública. Por otra parte, los bonos corporativos de calificación alta podrían estar respaldados en el primer semestre de 2011.

Merrill Lynch Wealth Management prevé que los precios de las materias primas continúen subiendo en 2011, pues China evitará el recalentamiento. La energía, el cobre y los metales industriales recibirán el impulso del crecimiento asiático. Sin embargo, esperamos que la escalada del precio del oro haya llegado a su fin. La renta variable será tan buena como el oro como cobertura contra la inflación.

Los inmuebles de uso comercial de Reino Unido volverán a ser atractivos. Los rendimientos inmobiliarios pueden ahora superar la rentabilidad de la renta variable en más de cuatro puntos porcentuales y la de los bonos protegidos contra la inflación en más de seis puntos porcentuales.

En deuda pública, las letras del Tesoro de EE.UU. ligadas a índices parecen una opción de bajo riesgo a un precio aceptable. En caso de resurgimiento de la inflación en EE.UU., es probable que la renta variable japonesa también genere una rentabilidad superior, como ya ocurrió en el pasado.