El ritmo de cambio continúa para la industria de fondos en Europa con el consiguiente reto para los modelos de negocio existentes. La regulación, pese a estar sobrepasada por la tecnología como principal preocupación, es todavía un componente significativo de la estrategia global. Los bajos tipos de interés, así como la presión en comisiones, generada en gran medida por la agresiva política de comisiones de la industria de gestión pasiva, está convirtiéndose en un tema sensible para las gestoras de fondos tradicionales. Finalmente, la necesidad de mantenerse al día ante la velocidad de los cambios tecnológicos, obliga a incorporar soluciones tecnológicas y de innovación en una estrategia más amplia.
Los gestores de fondos se han visto forzados a revisar y adaptar sus modelos operativos en toda la cadena de valor para identificar tanto los requerimientos de la arquitectura abierta como potenciales nuevas soluciones tecnológicas como el cambio hacia una estructura de costes variable y las diferentes formas de acceder a nuevas estrategias de inversión.
El marco regulatorio, así como las continuas demandas de los clientes, están poniendo presión a los proveedores de servicios de back office, resultando en la necesidad de una continua inversión y revisión de las plataformas tecnológicas (IT). La transformación digital y las nuevas tecnologías son la piedra angular de la estrategia de los gestores de fondos, incluyendo a una variada tipología de jugadores (family offices, banca privada, compañías de seguros…) pero también a los proveedores de servicios de valores, quienes están desarrollando plataformas donde pueden ofrecer, mediante las API (Application programming interfaces), acceso a un amplio rango de servicios tanto internos como a través de alianzas con socios externos, como por ejemplo las fintech. Nuevos modelos operativos están emergiendo, incorporando medios digitales como un nuevo estándar y con un rango más amplio de nuevas funciones. Dentro de este entorno desafiante, mantenerse competitivo y apalancarse en nuevas oportunidades requiere más que una mejora marginal de la actividad actual.
La industria de inversión colectiva se ha enfrentado a numerosas regulaciones con implicaciones directas e indirectas. MiFID II, Solvencia II, la directiva de Derechos de los Accionistas y otras que han buscado incrementar la transparencia, tanto a los reguladores como a los inversores subyacentes, con el fin de reducir el fraude, mitigar el riesgo sistémico y por último evitar una repetición de la crisis financiera global de 2008-2009. Inevitablemente, estas medidas han aumentado la carga regulatoria y los costes para los gestores de fondos. Los dueños de activos, especialmente en lugares como Suiza, también han tenido que gestionar el doble impacto de las leyes europeas y locales.
El crecimiento de la industria de fondos alternativos y de capital riesgo ha aumentado los retos asociados a la gestión de datos para la industria de inversión colectiva debido a la ausencia de información de fácil acceso sobre los activos, algo que contrasta con los bonos cotizados y similares. A medida que los gestores de fondos se expanden hacia nuevas geografías, los datos asociados a las obligaciones de información (informes) se hacen más complejos ya que conlleva una compleja gestión en el tratamiento de datos generado en sus diferentes áreas geográficas.
El aumento de la transparencia es una marca distintiva común de la regulación, lo que implica que los gestores de fondos deben adquirir más destreza con los datos y más flexibilidad en los reportes. En gran medida han delegado responsabilidad a proveedores de servicios de valores para cumplir con sus obligaciones. Pese a que muchas entidades han diseñado soluciones internas, la mayoría externalizan el tratamiento y gestión de datos a terceros con el objetivo de centrarse en su negocio principal, es decir, en gestionar el patrimonio de sus clientes.
Delegar responsabilidades en requisitos clave de cumplimiento normativo es una manera directa de reducir los riesgos operacionales de los gestores de fondos y ha aumentado de manera significativa en los últimos años debido al mayor escrutinio y las mayores sanciones para los que no cumplen.
La iniciativa PRIPs (The Packaged Retail Investment Products) ha fomentado la estandarización del tratamiento de datos y mucho se ha aprendido de la implementación de Solvencia II. Sin embargo, en la actualidad no hay estándares de la industria en muchas áreas. Por citar unos ejemplos, Secure FTP (Fire Transfer Protocol) e incluso el formato de correo electrónico se utilizan a menudo para el envío de datos.
Pese a todo, la innovación está a punto de superar este reto. Las API podrían ser la siguiente etapa en la evolución de los servicios de post contratación. Permiten que diferentes sistemas se integren a la perfección, uniendo los entornos de sistemas fragmentados donde la tecnología heredada sigue siendo común, lo que provoca que la infraestructura resulte más efectiva en términos de coste y se aceleren los tiempos de implementación.
La innovación tecnológica también ofrece soluciones de coste relativamente bajo en forma procesos en la nube y grandes fuentes de información que facilitan el uso de estructura abierta. Las ventajas que ofrece la arquitectura abierta son considerables. Permiten a los gestores de fondos ver su exposición de manera holística. Incluso si los gestores de fondos eligen trabajar con diferentes custodios dependiendo de la geografía y el tipo de activo, los reportes se pueden gestionar con facilidad.
Nuevas regulaciones como la directiva sobre Fondos de Pensiones (IORP II), que aspira a mejorar la supervisión y rendición de cuentas de los planes de pensiones de empleo, podrían acelerar la adopción de la arquitectura abierta para ayudar tanto a los propietarios de activos como a los gestores a cumplir los requisitos regulatorios.
Con la mayoría de los gestores de fondos eligiendo externalizar muchos de los requisitos regulatorios clave que demandan mayor transparencia y una mejor protección de los inversores, la responsabilidad incumbe a los proveedores de servicios valores, obligados a aprovechar al máximo los nuevos desarrollos tecnológicos.
Sin embargo, a menudo se pide a los proveedores de servicios de valores que hagan más por menos. Los gestores están poniendo presión en los precios de la industria de servicios de post contratación como consecuencia de la necesidad de recortar costes en las áreas de middle y back office a medida que las comisiones se ven mermadas por la competencia y los márgenes se ven presionados por la volatilidad de los mercados.
Con todo, la aplicación de tecnologías innovadoras que reducen costes como las API; las asociaciones con instituciones de inversión colectiva y compañías tecnológicas, así como nuevos servicios de gestión de datos como los procesos en la nube y grandes fuentes de información, podrían ayudar a los proveedores de servicios de valores a ofrecer soluciones más óptimas, de manera más eficiente y de forma que beneficien a todo el ecosistema, incluyendo a los gestores de fondos y a sus clientes finales.
Como resumen, lo único cierto a decir es que el cambio está aquí y el cambio continuará siendo lo único constante.