La nueva era de la inversión en renta

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Imagen cedida

La demanda de soluciones de inversión en renta ha aumentado a lo largo de los años. Según una encuesta a clientes sobre sus necesidades, la protección contra caídas y la reducción de la volatilidad siguen siendo las principales prioridades entre todos los grupos. Aunque estos objetivos se han mantenido en los primeros puestos de la lista tras la crisis, la necesidad de generar rentas ha recibido mayor atención en los últimos años y las estrategias orientadas en esta dirección cobran fuerza en los mercados no minoristas.

Se ha realizado un análisis exhaustivo para identificar las tendencias clave de esta demanda y ampliar nuestra oferta de soluciones de renta. Creemos que el aumento de la demanda de soluciones de renta de las economías desarrolladas se debe a la combinación de tendencias estructurales y a factores asociados al ciclo económico actual.

La primera tendencia es el reto demográfico relacionado con el envejecimiento de la población. Se prevé un incremento de la población de la tercera edad (de 65 años o más), mientras que la cantidad de personas en edad laboral, el colectivo que mantiene las pensiones, caiga. No solo aumentará el número de jubilados con respecto a las personas en edad laboral, sino que además se prevé también la extensión del periodo de jubilación debido al aumento de la longevidad.

La tendencia de envejecimiento de la población resulta especialmente preocupante debido a que se combina con otra tendencia, el incremento de la deuda pública en las economías avanzadas. Siete años después de la crisis financiera global, la deuda pública de la mayoría de las economías avanzadas ha alcanzado máximos históricos y sigue aumentando. La relación deuda/PIB ha aumentado hasta alcanzar el 106% en 2014, desde el 73% en 20071.

El aumento de la regulación es otra de las tendencias en juego. Tras la crisis financiera, las autoridades han aumentado la normativa aplicable a las instituciones financieras. Como resultado, estas compañías están menos dispuestas a asumir riesgos, lo que tiene una doble consecuencia. Por un lado, la normativa Solvencia II podría reducir en el futuro los ingresos por jubilación de las rentas vitalicias conforme las compañías de seguros adopten una distribución más cauta y, por otro, las empresas prefieren los planes de cotización definida frente a los planes de prestación definida con el fin de limitar el impacto de las normativas de contabilidad en los balances corporativos.

Todo esto conlleva una mayor responsabilidad por parte del inversor para garantizar un nivel de renta suficiente a la vista de su jubilación, lo que está impulsando la demanda de soluciones de inversión en renta. Creemos que también intervienen varias tendencias cíclicas en la ecuación, especialmente en Europa continental, donde la economía sigue dando muestras de gran debilidad.  Las principales economías europeas se enfrentan a altas tasas de desempleo juvenil, que han provocado el aumento significativo de adultos jóvenes no emancipados, lo que a su vez se ha traducido en un mayor gasto de los hogares. En términos generales, la crisis ha reducido el crecimiento de la renta disponible real y, con ello, la capacidad de gasto de los consumidores. En el caso de familias con suficientes ahorros, esto se traduce en la demanda de productos de inversión capaces de generar renta para mantener y pagar la educación los hijos.

Retos para los inversores en su búsqueda de renta

A pesar de la mayor demanda de renta, la exposición de la cartera del inversor no suele establecerse en consecuencia. De hecho, los inversores han adoptado una distribución más conservadora a pesar del entorno económico actual de bonos gubernamentales a tipos de interés y rendimientos muy bajos. En los principales países desarrollados, el porcentaje de las carteras de los hogares invertidas en depósitos o bonos oscila entre del 20 al 50%. El resultado en la mayoría de los casos es un nivel de renta muy bajo de la cartera.

Asimismo, con los tipos de interés a niveles históricamente bajos, los inversores también pueden enfrentarse a subidas con una repercusión considerable en la valoración del mercado de sus inversiones en renta fija.

Y esta situación no se limita únicamente al entorno de renta fija. Los inversores deben tener en cuenta la posibilidad de que las rentabilidades futuras obtenidas por las diferentes clases de activos puedan ser inferiores a las pasadas debido a las valoraciones actuales y a las tendencias económicas y demográficas futuras.

A pesar de este complejo entorno, creo que la búsqueda de renta todavía ofrece oportunidades. El mercado de renta variable encierra oportunidades de renta a través de acciones con dividendo, así como el entorno multiactivo gracias a un mayor universo de inversión. También pueden encontrarse oportunidades en renta fija, donde un enfoque flexible puede ayudar a salvar el entorno de mercado actual.

Rendimientos entre distintas clases de activo

Fuente: Bloomberg. Datos a 30 de septiembre de 2014. Eurozone bond = Yield on 10 Years German Bund, Eur IG Bonds = Barclays Pan European Aggregate Corporate ISMA Yield to Worst, Eur HY Bonds = Barclays Pan European High Yield ISMA Yield to Worst, JPMorgan Emerging Markets Bond Index EMBI Global Blended Yields, Global Equities = MSCI World Dividend Yield, European Equities = MSCI Europe Dividend Yield, Eur High Div Equities = MSCI Europe High Dividend Yield.