La vuelta al mundo en cien líneas

Si viajamos a través del mundo, el panorama es ciertamente preocupante y los acontecimientos geopolíticos que han barrido el mundo de un extremo a otro no invitan al optimismo. En el último mes nos ha tocado lidiar con un monstruo bicéfalo en Japón sin precedentes en forma de terremoto/maremoto y una catástrofe nuclear en un momento en que la economía japonesa parecía que estaba punto de dejar atrás la contracción en su PIB del último cuarto del pasado año. Esto agravado por la escalada militar y los conflictos en el Oriente próximo con su consiguiente efecto sobre el precio del crudo y la vuelta en Europa del fantasma de los “defaults” hace que debamos reflexionar sobre la situación macroeconómica mundial. Trataremos de explicar bajo nuestro punto de vista donde estábamos antes de este cúmulo de sucesos y que perspectivas de futuro contemplamos

Comenzando por Japón, en primer lugar solidarizarnos con las víctimas de tan trágico suceso y mostrar nuestra admiración por el ejemplo de civismo, fortaleza y unión de su sociedad ante un escenario tan devastador. Es ciertamente digno de elogio y de sana envidia. Tras la 2ª Guerra Mundial Japón experimentó un desarrollo extraordinario creciendo su economía a niveles de un 10% anual de PIB durante el período 1955 a 1972 gracias a valores culturales que perduran a día de hoy como el paternalismo capitalista, la edad como paradigma de la autoridad, la tradición de consenso en la toma de decisiones y la identificación del trabajador con la empresa. Entre 1972 y 1990 siguió creciendo a niveles más discretos del 4% anual previos al estallido de su burbuja. Por mencionar algunos datos escalofriantes de aquella época entre 1955 y 1989 el valor de los bienes inmuebles japoneses se había multiplicado por 75 y suponían el 20% de la riqueza mundial (un valor equivalente a cinco veces el territorio completo de EE.UU, país con una extensión 25 veces superior). Solo el entorno metropolitano de Tokio tenía el mismo valor que EE.UU. Dada la interconexión de los valores mobiliarios con las acciones de empresas en ese mismo período la revalorización de su mercado de valores se multiplicó por 100. Tan solo una empresa Japonesa, Nomura Securities, valía más que todas las casas de bolsa americanas en su conjunto. Esa burbuja inevitablemente tenía que estallar y fue sonada: El Nikkei perdió en 1992 la friolera de un 62% y su economía no ha levantado cabeza en un largo y traumático proceso de reestructuración que ha durado 20 años quedando relegada al tercer lugar en volumen de riqueza (detrás de EE.UU y China).

Ahora que muchos analistas pronosticaban que comenzaba a haber luz al final del túnel el terremoto no ha podido llegar en peor momento, como destacaba Roubini en una entrevista realizada recientemente en Bloomberg TV. Hasta ahora el gobierno presidido por Naoto Kan centraba sus esfuerzos en reducir el altísimo endeudamiento del estado y la persistente deflación. Los objetivos han cambiado, las prioridades actuales se centran en el auxilio a las victimas e iniciar la reconstrucción de buena parte de la costa este del país. La revista Barron’s salió con una portada recientemente donde decía “Buy Japan now” y a Warren Buffet afirmó que Japón es una oportunidad de inversión. Si bien es cierto que históricamente los trabajos de recuperación tras una catástrofe suponen un impulso económico al incrementarse los recursos y el dinero en circulación, no menos cierto es que en el caso actual de Japón su Deuda Pública representa el 200% del PIB, su déficit el 10% y los tipos de interés están al cero con lo que no poseen mucho margen de maniobra. No es desde luego el mejor punto de partida para la reconstrucción.

Mark Twain escribió un cita que dice “La historia no se repite, pero rima” y probablemente lo que veamos los próximos doce meses en Japón sea una rima de lo que ocurrió con posterioridad al terremoto de Kobe de 1995. La situación era bien distinta: En 1995 la economía nipona llevaba un año y medio acelerándose mientras que el último cuarto del pasado año fue un cuarto de contracción económica con una Deuda Gubernamental que duplica las cifras de 1995. En contraste las corporaciones están mucho más saneadas y mejor valoradas hoy en día de lo que estaban en aquella época. El Yen estaba en período de recuperación previo al terremoto y sigue manteniendo su fortaleza ayudado por la intervención que han realizado los distintos bancos centrales en favor de su moneda, no obstante pensamos que se depreciará en el medio plazo al igual que lo hizo post-1995 lo cual es esencial si queremos ser optimistas como lo son Buffet y la revista Barrons. Seguramente veremos al Banco central Japonés realizar una inyección masiva de moneda en circulación lo que depreciará su moneda y previsiblemente será positivo para la bolsa japonesa. No olviden cubrir la moneda si deciden jugar esa posible apreciación y no se olviden de las compañías exportadoras las cuales serán igualmente beneficiadas de la depreciación del Yen

Para analizar debidamente la economía norteamericana tenemos que hacer una reflexión sobre el conflicto en sobre Oriente Medio al existir una relación directa entre su economía y el precio del crudo. Estados Unidos, previo a estas crisis impredecibles, estaba centrado en la búsqueda de crecimiento y expansión mediante paquetes de estímulos (quant easing) aun a riesgo de repuntes en la inflación. Este proceso de expansión estaba en marcha y dando sus resultados. La crisis en Oriente Medio automáticamente disparó el precio de Brent desde 70$ a un máximo de 115$ el barril. Cada 20$ de incremento en el barril de petróleo drena un 0,4% al crecimiento del PIB en la economía norteamericana. Si el barril llega a niveles de 120$ y se mantiene en esos niveles debemos restar por tanto un 0,8% de crecimiento a las previsiones que teníamos de un crecimiento para el 2011 del 3,5% lo cual nos colocaría en una situación raquítica. Si el conflicto persiste y el petróleo sobrepasara los 130$ el barril, prepárense para ver el “Quant Easing” Parte III y tipos de interés bajos por un largo período de tiempo. Siempre y cuando vigilemos de cerca el crudo y no sobrepase los niveles actuales con tendencia a la relajación en su precio seguiremos apostando por el mercado de valores en EE.UU y en contra de su Deuda

El conflicto de Oriente Medio, no es un mero conflicto local en Libia, Túnez o Egipto. Es un conflicto que lleva siglos mascándose entre los Chiitas liderados por Irán y los Sunitas liderados por Arabia Saudí con el petróleo de por medio. Ese conflicto en su generalidad lleva aletargado un largo período de tiempo con brotes puntuales de conflictos locales o a pequeña escala. Esperemos que la escalada de tensión que se está viviendo en Oriente Próximo tienda a relajarse porque de lo contrario el stress sobre el crudo puede ser galopante y sus consecuencias sobre la economía mundial devastadora.

Finalmente terminando con Europa. El objetivo de Europa era mantener la inflación controlada, aunque esto conllevara estagflación (inflación sin crecimiento) y retrasar al máximo el abordaje de la crisis de deuda europea o su plan de reestructuración. La crisis política vivida estos días en Portugal al no poder sacar adelante Sócrates su enésimo plan de ajuste reaviva el fantasma del “Default” en Europa. Pensamos que el Plan de rescate Europeo es inminente. Las bases del mismo están consensuadas y puestas sobre papel lo cual sería beneficioso para la credibilidad de su economía en su conjunto. Esto es lo que ha estado descontando el mercado y se ha materializado en la fuerte apreciación del Euro en las pasadas semanas. Recordemos que el precio de las monedas se fija en base a tres parámetros:

- Diferenciales de Crecimiento: Claramente a favor de EE.UU respecto a Europa

- Diferenciales de Tipos de Interés: A Europa le preocupa la inflación y luchará contra ella subiendo tipos aunque esto le cueste drenar crecimiento. A Estados Unidos le preocupa el crecimiento dejando de lado la inflación. El diferencial de tipos por tanto prevemos que sea a favor de Europa

- Deficit: Creemos que una vez se clarifique el nivel de crecimiento en EE.UU de su economía y la mejora en sus niveles de desempleo comenzarán a abordar la reducción del Deficit. Esto ya ha comenzado a nivel estatal y local y será un debate que veremos en los próximos meses celebrarse en el Congreso para su implantación a nivel federal. De ser así sería muy favorable para el dólar

Con todo esto puesto en una Balanza no nos sorprende ver el Euro cotizando por encima de 1,40 actualmente como tampoco nos sorprendería verlo dentro de doce meses a niveles de 1,20’s

 

Artículo publicado en el blog de BrightGate.

Jacobo Arteaga Fierro, consejero y director de Riesgos de BrightGate Capital