TRIBUNA de Hans Bevers, economista de Petercam.
Las crisis financieras que vivieron los mercados emergentes en la década de los ochenta y finales de los noventa estuvieron precedidas por ciclos de ajuste monetario en Estados Unidos. Ahora, con los programas de ayuda económica de la Fed aún frescos en la memoria y la primera subida de tipos cada vez más cerca, es importante evaluar el potencial impacto negativo que el alza de los tipos puede tener en los países emergentes. Y aunque ninguna de las regiones analizadas parece estar al borde del colapso, seguimos viendo riesgos para varios mercados.
El endurecimiento de la política monetaria en EE.UU. supuso un catalizador en la crisis de deuda soberana de América Latina en los años ochenta y en la crisis financiera asiática de finales de los noventa. Más recientemente, en 2013, los mercados emergentes estuvieron bajo mucha presión cuando la Fed señaló que estaba considerando la retirada gradual del tercer quantitative easing que había puesto en marcha. Así que la pregunta es obvia, ¿qué se puede esperar que suceda en estos países cuando la Fed efectivamente comience a subir los tipos de interés?
Se puede afirmar con bastante seguridad que una crisis como la de las dos décadas del siglo pasado es una opción que no está sobre la mesa. La razón es que con el cambio de siglo, muchos países emergentes han aprendido importantes lecciones. Dichas lecciones incluyen tipos de cambio más flexibles, menos políticas fiscales procíclicas, menos deuda en moneda extranjera y una mayor cantidad de reservas internacionales que se pueden utilizar para mitigar la depreciación de sus divisas. Además, desde mayo de 2013, la mayoría de las monedas de muchos países emergentes se han depreciado significativamente. Asimismo, las medidas de ajuste monetario seguidas de la primera subida de tipos de interés por parte de la Fed es probable que se produzcan de forma más gradual que en los años setenta y principios de los ochenta cuando el entonces presidente de la Fed, Paul Volcker, luchó de manera agresiva contra la inflación, y que a mediados de los 90, cuando la Fed cogió a los mercados por sorpresa.
Sin embargo, esto no significa que los mercados emergentes estén ahora completamente fuera de peligro y que el endurecimiento de la política monetaria estadounidense no planteará más problemas para estas regiones. Dado el actual entorno de bajo crecimiento, la reciente caída de los precios de las materias primas y que China parece ser cada vez más vulnerable, unos mayores tipos de interés en Estados Unidos podrían aumentar la debilidad de los países emergentes. Aunque no encontramos argumentos lo suficientemente resistentes para sostener que la crisis financiera está a la vuelta de la esquina en uno o varios de los países emergentes analizados, varios países parecen todavía vulnerables.