Ignacio Blasco Paniego, responsable de Asesoramiento de Seguros de Afi explica cómo afecta la normativa a las inversiones de los grupos aseguradores.
COLABORACIÓN de Ignacio Blasco Paniego, responsable de Asesoramiento de Seguros de Afi
Allá por 2016, las entidades aseguradoras europeas empezaron a aplicar un nuevo marco prudencial. Dicho marco recibió la denominación de Solvencia II, y establecía una serie de requerimientos necesarios para ejercer la actividad aseguradora. En concreto, se establecieron nuevas reglas del juego en el cálculo de los requerimientos de capital, en la autoevaluación de sus riesgos y en el reporte y la transparencia al mercado. Los requerimientos asociados siguen en vigor hoy en día con algunas actualizaciones.
En el ámbito de los requerimientos de capital, las aseguradoras deben contar con volúmenes de solvencia que aseguren su viabilidad. En la práctica, esto se traduce en que las entidades dispongan de recursos suficientes para hacer frente a los riesgos asumidos, bajo unas determinadas condiciones de estrés y durante un periodo de tiempo establecido (un año).
El cálculo de los colchones de capital
En la mayoría de las aseguradoras estos colchones de capital se calculan atendiendo a la denominada fórmula estándar. La obtención de los colchones de capital son el resultado de aplicar un porcentaje o carga sobre el valor de mercado de la inversión, de forma muy resumida. Y también muy resumidamente, dicho porcentaje varía en función de la naturaleza (renta variable, renta fija…) y las características de la inversión (duración, rating…).
El conjunto de modificaciones propuestas por EIOPA para la revisión de Solvencia II

Fuente: https://www.eiopa.europa.eu/system/files/2020-12/solvency2-factsheet.pdf
La propia normativa establece los mimbres necesarios para asegurar que en todo momento esos colchones o requerimientos de capital sean acordes con la naturaleza económica de las inversiones. Esto ha permitido desarrollar incentivos beneficiosos para las aseguradoras en particular (como inversor institucional relevante) y la economía en general (permitiendo una financiación de un crecimiento sostenible).
Entre algunas de las actualizaciones normativas que se han implementado en los últimos años, citaremos, por ejemplo, el incentivo a las participaciones en renta variable de infraestructuras, con cargas de capital menores con respecto de otras inversiones, o la consideración de garantías otorgadas, por ejemplo, por el Fondo Europeo de Inversiones, permitiendo aliviar la carga de capital del activo garantizado.
El objetivo de este artículo es dar algunas pinceladas sobre los nuevos cambios que se producirán, como pronto, en 2027, y que puedan afectar a las inversiones de las entidades. Es cierto que algunas de estas propuestas de modificación podrán sufrir cambios, por lo que consideraremos la foto actual, a la fecha de publicación de este artículo.
Cambios sobre el ajuste por volatilidad
En primer lugar, destacamos las modificaciones propuestas por EIOPA [2]en el ámbito de las curvas de tipos de interés, en concreto, sobre el ajuste por volatilidad. Por dar contexto, las compañías tienen que valorar sus pasivos (las obligaciones con sus asegurados) con curvas libres de riesgo que publica EIOPA. No obstante, en el mercado se pueden producir fluctuaciones extremas en los diferenciales de crédito. El ajuste por volatilidad es una modificación que se aplica sobre la curva de tipos de interés para mitigar el impacto de las anteriores fluctuaciones, evitando una volatilidad excesiva de los pasivos aseguradores.
EIOPA propone mejorarla para alcanzar sus objetivos: proporcionar estabilidad en la valoración de los pasivos durante momentos de tensión en los mercados financieros y evitar incentivos indebidos para vender activos en mercados desfavorables. De esta forma, se protege tanto a los asegurados como a la estabilidad financiera. En este sentido, indicar que el nuevo ajuste por volatilidad permitirá adaptar su cálculo al mix de la cartera de inversiones de la propia entidad, adaptando su curva de valoración de pasivos a su estrategia de ALM.
Se penalizará la exposición a combustibles fósiles
En segundo lugar, el pasado 7 de noviembre, EIOPA publicó un informe titulado 'Reporte sobre el tratamiento prudencial de los riesgos de sostenibilidad', en el que se propusieron requisitos de capital más altos para las inversiones en activos relacionados con combustibles fósiles. Estas medidas tienen como objetivo capturar los riesgos asociados con la transición hacia una economía baja en carbono, con la posible devaluación de activos. En el informe, se identificaron las principales exposiciones a combustibles fósiles con una carga de capital adicional [3].
Entre las propuestas planteadas destacan una carga de capital adicional de hasta el 17% para acciones de empresas ligadas a combustibles fósiles. Si, por ejemplo, tuviéramos una acción cotizada en este sector, la carga de capital podría llegar a situarse en el 39% (carga actual) + 17% = 56%[4].
Para los bonos relacionados con combustibles fósiles se propone una pérdida relativa del 40% respecto al requerimiento de capital actual. En este caso, si aplicáramos el incremento indicado por EIOPA, sobre una carga de capital del 12’5%, llegaríamos a una carga total del 17’5%[5].
Un tratamiento específico para las inversiones a largo plazo
En tercer lugar, se propone aplicar un tratamiento específico para las inversiones en renta variable a largo plazo. De esta forma, se tratará de reflejar un menor riesgo de venta forzada en condiciones de tensión de mercado. Las aseguradoras deberán demostrar un compromiso con el mantenimiento a largo plazo de estas inversiones, reflejado en políticas internas escritas para poder beneficiarse de este tratamiento favorable. Los ajustes buscan incentivar la participación de las aseguradoras en la financiación a largo plazo de la economía, mejorando la estabilidad financiera y facilitando inversiones productivas en la economía real. El cambio también busca reducir la sensibilidad de los requisitos de capital a fluctuaciones a corto plazo en los mercados de valores.
Estrés del 100% para los criptoactivos
En cuarto lugar, se puede mencionar, a efectos casi anecdóticos debido al bajo peso de estas inversiones en los balances [6], el cambio propuesto para los criptoactivos. La normativa vigente presenta ciertas ambigüedades, ya que no está clara la aplicación entre dos opciones posibles, que resultan en cargas de capital distintas. Entre las propuestas, EIOPA recomienda un enfoque que aplique un estrés del 100% del valor del criptoactivo sin diversificación, independientemente de su tratamiento contable en el balance o la estructura de la inversión (directa o indirecta a través de fondos).
Como conclusión, las modificaciones propuestas en el marco de Solvencia II reflejan una evolución hacia una mayor alineación entre los requerimientos prudenciales y las prioridades económicas, sociales y ambientales actuales. Estas actualizaciones, que entrarán en vigor a partir de 2027, apuntan a reforzar la estabilidad financiera y la resiliencia de las aseguradoras, incentivando al mismo tiempo inversiones sostenibles y de largo plazo.
[1] Especial agradecimiento a Aitor Milner, socio de Seguros de Afi, por sus valiosos comentarios
[2] EIOPA es la autoridad supervisora europea en materia de seguros.
[3] Por ejemplo, actividades relacionadas con la minería y la extracción de carbón, petróleo y gas o la fabricación de productos refinados de petróleo o el transporte por gasoductos u oleoductos.
[4] Sin contar con los ajustes simétricos, que incrementarían o disminuirían este importe en función de las circunstancias del mercado.
[5] 12’5% x (1 + 40%) en este caso.
[6] Las inversiones de las aseguradoras europeas en criptoactivos son actualmente insignificantes, con aproximadamente el 0,0068 % de sus inversiones totales. Los datos reportados muestran que las inversiones en criptomonedas de las aseguradoras suelen estar estructuradas dentro de fondos.