Los alternativos ilíquidos, la gran asignatura pendiente de la arquitectura abierta

Iñigo Bilbao
Iñigo Bilbao

TRIBUNA de Íñigo Bilbao Goyoaga, manager partner de Estudios Bursátiles SL y experto en Instituciones de Inversión Colectiva.

Vistos los tipos de interés ultra bajos que tenemos en los mercados tras las necesarias actuaciones de los bancos centrales en la crisis financiera de 2008 y, posteriormente, en la de 2020 con el COVID-19, muchos comités de inversiones se están planteando la necesidad de incluir una proporción adecuada de activos alternativos ilíquidos (Capital Riesgo, Inmobiliario, Deuda Privada e Infraestructuras) a la tradicional combinación de efectivo, renta fija y variable, Multiactivos y alternativos UCIT.

El porcentaje de las inversiones en la región europea desarrollada de dichos comités puede llegar a ser incluso mayor del 80%. Invertir en EE.UU. o Asia, zonas con gran potencial en sectores punteros poco representados en Europa (como el tecnológico), se va a hacer con unos límites muy ceñidos al no ser en muchos casos sus zonas clásicas de inversión.

A comienzos de año, un estudio a casi 200 inversores encargado por una casa francesa llegó a la conclusión que hasta un 10% de las inversiones de las aseguradoras que participaron podrían invertirse en activos alternativos ilíquidos para finales de 2025. En el caso español, actualmente la proporción invertida es del 1,2% del total de activos, del cual el 70%, de media, está en private equity. Bien a través de fondos de fondos y fondos directos cerrados, aunque la deuda privada es cada vez más solicitada. Y esta cantidad podría triplicarse en el periodo mencionado. Los motivos que llevaban a los encuestados a pensar que estos activos son atractivos, reside en la búsqueda de diversificación descorrelacionada de los activos tradicionales, búsqueda de una rentabilidad extra por la iliquidez asumida y generación de cash flows.

Trabas

La mayor barrera que ven los inversores finales europeos, aseguradoras y fondos de pensiones a la hora de invertir en activos ilíquidos suele estar en la regulación vigente. Ésta les impide invertir con total libertad y, en el caso de los fondos de pensiones, existen además limitaciones de cascadas de comisiones, como es el caso español. Por otro lado, suele existir un impacto en la valoración en las carteras, ya que no siempre es fácil conocer su valor real en un momento dado. 

Es muy tentador sustituir renta fija en circunstancias como las actuales con tipos ultra bajos por inversiones privadas ilíquidas, pero debe tenerse en cuenta que salvo que haya cambiado el perfil de riesgo del inversor, las inversiones alternativas ilíquidas tienen riesgo, y se recomienda que sustituyan inversiones de renta variable, no inversiones conservadoras.

Los reguladores Europeos están revisando los vehículos de inversión disponibles para canalizar estas inversiones. Actualmente, se utilizan principalmente vehículos cerrados domiciliados indistintamente en Luxemburgo e Irlanda, pero requieren una actualización. Para incluir este tipo de activos alternativos en las plataformas de distribución de fondos de arquitectura abierta, es necesario revisar los vehículos de inversión disponibles e introducir algunos más flexibles. 

Los fondos cerrados ELTIF (Fondo de inversión de Largo Plazo Europeo) nacieron a mediados de la década pasada con vocación de acelerar la distribución de alternativos privados entre inversores, tanto institucionales como de banca privada en Europa. Su vocación es la de proporcionar acceso más fácil de los mismos a todo tipo de inversores. Desde su nacimiento, hay tan sólo unos 50 vehículos de este tipo en Europa y su uso se ha centrado principalmente en deuda privada, aunque recientemente empieza a verse con buenos ojos en private equity y resto de inversiones privadas.

Las tres grandes diferencias entre los activos privados y los públicos o listados son: su menor transparencia en los precios, la mayor dificultad para poder hacer rebalanceos de las carteras y la incertidumbre de cuándo se van a producir los cash flows sin claras ventanas de liquidez, frente a las acciones y bonos, que suelen tener fechas preestablecidas para los pagos de dividendo y cupones.

Conclusiones

Podemos concluir que el potencial crecimiento de la asignación de nuevos inversores finales, como pueden ser las Bancas Patrimoniales y Privadas e incluso algunos fondos de pensiones, a activos reales privados durante los próximos cinco años, es una demanda que está centrando la atención de los reguladores Europeos, dado los tipos de interés ultra bajos que van a permanecer con nosotros unos años.

La búsqueda de vehículos más flexibles, que permitan canalizar dicha necesidad con inversiones mínimas más reducidas, potenciales ventanas de liquidez y formas homologadas de valorar los subyacentes, van a ser una continua demanda de la industria en los próximos años. Los fondos cerrados ELTIF son, por lo tanto, un buen camino  a seguir, para que los alternativos ilíquidos sean introducidos en las plataformas de arquitectura abierta en la próxima década.