Los fondos y el corredor (el retorno) de fondo

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Cedida por EFPA

Sí, lo han leído bien. El corredor de fondo ataca de nuevo. En abril de 2012 corría con la camiseta de la renta fija. En este 2013, sus patrocinadores serán los fondos de inversión. Y es que ese corredor de fondo, se había acostumbrado a participar en carreras en las que acudía sin apenas entrenar. Hace un año, cuando se contrataban depósitos al 4% o más, era como participar en pruebas sin obstáculos, con una inscripción muy barata (la élite no pagaba ni tan sólo el chip electrónico) y todas eran cuesta abajo y sin adversarios. Los participantes llegaban juntos, el coleguismo era máximo y todos recibían el mismo premio. Eso sí, un premio muy caro fiscalmente hablando. Y para los asistentes el espectáculo era un auténtico aburrimiento. Desde luego, tenía mucho mérito presenciar las pruebas de principio a fin. Pero este tipo de eventos ha terminado. Empieza la competición de verdad: inversión, entrenamiento, riesgo, rendimiento, premios, rankings, estrategias, vaivenes… Por favor, póngase las zapatillas y lean.

Podríamos decir que desde principios de este 2013, las pruebas atlético-financieras van en serio. Ahora hay que entrenar, mirar el perfil de la carrera pues habrá desniveles positivos y negativos (volatilidad) y quizás tocará sufrir en más de un momento. El relevo dado por los fondos de inversión a los depósitos es más que evidente. Los últimos datos de julio, con unas suscripciones netas de 2.424 millones de euros y un patrimonio que supera los 137.000 millones de euros, son la mejor prueba de ello. Es cierto que los inversores-corredores (muchos de ellos principiantes), se están apuntando de momento, a las mismas carreras. Son aquellas en las que su folleto publicitario presenta eslóganes del tipo “retorno estable” o incluso “total”, “seguridad”, “óptimos ingresos”, “premium” o con un simple término como el de “patrimonio”. La mayoría se leen en tono francófono o anglosajón. Pero cuidado, el susto o aviso a navegantes en forma de severas caídas del pasado mes de junio, nos enseña que no hay fondo de inversión con seguridad total y más si no hemos hecho los deberes previos de culturización sobre estos productos o el training mínimo necesario. Por ello, lo mejor que podemos hacer si empezamos en esto de las carreras de fondo o, mejor dicho, en las carreras de “fondos”, es comenzar precisamente por las más sencillas. No hace falta irse a carreras largas, con mucho desnivel, que no conozcamos si nuestra experiencia es escasa a pesar de que tengan mucho prestigio. Lo mejor es empezar por una popular y fácil. Nos darán pocos premios, será barata y quizás correremos al lado de nuestro vecino pero sabemos de antemano a dónde llegaremos y qué riesgos encontraremos. Un fondo monetario o de renta fija mixta cumplen este papel a la perfección. Sin duda es la mejor manera de aprender del ambiente y de cómo reaccionamos nosotros mismos con el paso del tiempo y las dificultades. Sólo así y, entrenándonos continuamente, podremos obtener buenos resultados. Y si no, siempre nos queda la opción del “que nos lleven”. Un fondo de inversión garantizado, con múltiples ofertas siempre en el mercado, es el cóctel ideal para los no iniciados en este mundo. Una prueba “segura”, podríamos decir que es la típica de la fiesta mayor de nuestro pueblo o ciudad. Sabemos el tiempo que vamos a tardar y la posición en la que llegaremos. Premio asegurado y todo el mundo contento.

Carreras totales, fondos de inversión de retorno estable, pruebas seguras, fondos de preservación del patrimonio o garantizados, desniveles, premios… ¿Lo han visto? El corredor de fondo y los fondos de inversión también tienen vidas paralelas. Sólo hay que echarle un poco de imaginación, claro…