TRIBUNA de Raphaël Chemla y Alain Krief, gestores del Milessima 2026. Comentario patrocinado por Edmond de Rothschild Asset Management.
TRIBUNA de Raphaël Chemla y Alain Krief, gestores del Millesima 2026. Comentario patrocinado por Edmond de Rothschild Asset Management.
La deuda europea de alto rendimiento high yield se ha convertido en segmento casi obligatorio, tanto para las empresas emisoras como para los inversores, representa una clase de activos muy diversificada y atractiva y una alternativa muy interesante en un contexto de tipos a la baja. En efecto, las tasas de impago siguen estando por debajo de su media histórica y los diferenciales de crédito se han estrechado en todos los ámbitos. Esta es una situación novedosa, ya que anteriormente, los inversores habían sido cautelosos, prefiriendo atenerse a los bonos de grado de inversión emitidos por empresas en vez de a la deuda de alto rendimiento, pero esta situación ha cambiado en lo últimos años.
El apetito de los inversores por los bonos de alto rendimiento también se debe a la mejora de los fundamentales de las empresas en este segmento, que son capaces de generar una mejor generación de flujo de caja en medio de una política monetaria acomodaticia, especialmente en Europa. Empresas más sanas, con unos ratios de default por debajo de medias históricas y unos tipos de interés bajos o incluso negativos, favorecen los flujos hacia esta clase de activo.
Sin embargo, la deuda corporativa de alto rendimiento ofrece generalmente a los inversores una prima una prima significativamente superior a las emisiones con una calificación más alta, aunque es cierto que conlleva un mayor riesgo, especialmente para las empresas con calificación B.
Por otro lado, los datos macroeconómicos sugieren que el crecimiento se ha ralentizado en algunos países europeos como Alemania, pero también en China y en Estados Unidos. Sin embargo, la confianza en el mercado de deuda de alto rendimiento se ha visto reforzada por las redes de seguridad de los bancos centrales, así como por los sólidos fundamentales de las empresas. En este entorno, las oportunidades de inversión como la deuda high yield de alto rendimiento, especialmente a través de los fondos de vencimiento objetivo, soluciones atractivas para aquellos inversores que desean diversificar su cartera. Esta clase de activos es menos sensible a los movimientos del rendimiento de los bonos soberanos y ofrece rentabilidades mucho más atractivas que los bonos de grado de inversión.
En este sentido, en Edmond de Rothschild Asset Management llevamos años apostando por los fondos a vencimiento. En nuestra opinión, un fondo con un objetivo de vencimiento definido es una opción sencilla y transparente. Ofrece visibilidad en el horizonte de inversión gracias a su vencimiento fijo, una rentabilidad objetivo a lo largo de toda la vida del fondo y un perfil de riesgo que disminuye con el paso del tiempo, a medida que van venciendo los bonos que hay en cartera. Todas estas ventajas son importantes en el actual entorno de incertidumbre. En este sentido, un fondo a vencimiento tiene un rentabilidad anual determinada en el momento en el que el inversor lo suscribe (excepto en casos de impago, y siempre que el fondo se mantenga hasta su vencimiento). La inversión en este tipo de vehículos permite evitar la elevada volatilidad que veremos durante los próximos años. Por eso, en Edmond de Rothschild AM llevamos más de 10 años apostando firmemente por los fondos de deuda con un vencimiento fijo, siendo Millesima 2026 el octavo fondo que lanzamos.
Millesima 2026 trata de capitalizar estas rentabilidades atractivas en un mercado cada vez más dinámico, y trata de dar una alternativa de inversión atractiva en un complicado entorno de tipos bajos como el actual. Lanzado el pasado 21 de octubre, se comercializará durante los próximos meses. El fondo tiene como objetivo tratar de conseguir rentabilidades netas anualizadas superiores al 2,9% (para las clases A y B). Para ello, invierte en una cartera de bonos muy diversificada, en particular mediante una estrategia de bond carry, en bonos corporativos de alto rendimiento con vencimientos no superiores al 31 de diciembre de 2026.
Este vehículo simple y transparente invertirá principalmente en bonos corporativos de alto rendimiento (excluyendo deuda subordinada) denominados en euros. La selección de bonos se basa en un profundo análisis fundamental de cada emisor, ejecutado por nuestro equipo de Bond Picking, con una amplísima trayectoria y experiencia. También busca un alto nivel de diversificación de emisores, sectores y zonas geográficas, contando con más de 100 líneas, y goza de un rating medio B+, y limitando a un máximo del 10% los bonos con calificación CCC, el rating más bajo que hay en cartera. También, con el objetivo de preservar el capital del cliente, el fondo es muy disciplinado en la monitorización de todas las posiciones y además hemos añadido un mecanismo de stop loss de -40pbs.
Para ello, Millesima 2026 cuenta con un equipo especializado y altamente experimentado de cinco gestores/analistas de fondos. Los miembros del equipo tienen una experiencia media de 20 años en este segmento y llevan a cabo un análisis en profundidad de los fundamentos de la empresa utilizando su propio proceso de calificación prospectiva. También somos pioneros en la gestión de deuda de alto rendimiento, algo que llevamos haciendo desde el año 1997.
La lucha por encontrar rentabilidad ha reavivado el interés por las estrategias de deuda corporativa de alto rendimiento y este es el producto que ofrece una respuesta a los inversores que buscan soluciones de inversión con una rentabilidad objetivo en un entorno de tipos bajos y tan incierto como el actual.
El fondo está clasificado en la categoría 3 de acuerdo con la naturaleza de los valores y las zonas geográficas en la sección "objetivos y política de inversión" del documento clave de información para el inversor (KIID).
Los riesgos que se describen a continuación no son exhaustivos: es responsabilidad de los inversores analizar el riesgo de cada inversión y llegar a su propia opinión.
Riesgo de pérdida de capital: El Fondo no garantiza ni protege el capital invertido, y existe el riesgo de que el capital invertido no sea devuelto en su totalidad. Se advierte a los partícipes de que el objetivo de rendimiento se proporciona únicamente a título informativo y no constituye en modo alguno una obligación para la sociedad gestora de proporcionar.
Riesgo de crédito: Si se produce un evento crediticio (por ejemplo, una ampliación significativa del margen de remuneración de un emisor en comparación con un bono del Estado con el mismo vencimiento), o un impago o una degradación de la calidad de los emisores de bonos (por ejemplo, una degradación de su calificación crediticia), el valor de los valores de deuda en los que se invierte el Fondo puede caer y provocar una disminución del valor del activo neto del Fondo. La utilización de valores de alto rendimiento hasta un límite del 100% de los activos netos del Fondo puede dar lugar a caídas más pronunciadas del valor de los activos netos, y dichos valores pueden presentar un mayor riesgo de impago. Este Fondo debe por lo tanto, se considera especulativa y está dirigida específicamente a inversores conscientes de los riesgos inherentes a la inversión en valores cuya calificación es baja o inexistente.
Riesgo de crédito derivado de la inversión en valores especulativos: el fondo puede invertir en valores gubernamentales y corporativos calificados como no aptos para la inversión por una agencia de calificación (es decir, calificados por debajo de BBB- por Standards and Poor's o una calificación equivalente de otra agencia independiente) o considerados como equivalentes por nuestra compañía de inversión. Estas emisiones son los denominados valores de deuda especulativa con un mayor riesgo de incumplimiento del emisor. El fondo debe considerarse en parte especulativo y preocupa, en particular, a los inversores que son conscientes de los riesgos inherentes a estos valores. Por consiguiente, la inversión en valores de alto rendimiento (valores especulativos que presentan un mayor riesgo de impago) puede implicar una mayor caída del valor liquidativo del fondo.
Riesgo de tipo de interés: El riesgo de tipo de interés es el riesgo de que los tipos de interés del mercado de bonos puedan aumentar, lo que provocaría la caída de los precios de los bonos y la reducción del valor de los activos netos del Fondo. Una subida de los tipos de interés puede afectar negativamente a la rentabilidad durante un período indefinido; de forma similar, si la sensibilidad de la cartera es negativa, una caída de los tipos de interés puede tener un impacto negativo en la rentabilidad durante un período indeterminado. Este fenómeno puede provocar una disminución del valor liquidativo. La sensibilidad del Fondo a los tipos de interés puede fluctuar entre 0 y 6. Este riesgo de tipo de interés puede provocar una disminución del valor liquidativo.
Riesgos vinculados a la inversión en mercados emergentes: El fondo puede estar expuesto a algunos valores que incurren en un mayor grado de riesgo que el que normalmente se asocia con las inversiones en los principales mercados financieros, debido en gran medida a factores políticos y/o normativos locales. El marco jurídico de algunos países en los que podrían invertir UCITS y los fondos de inversión subyacentes puede no ofrecer a los inversores las mismas garantías en términos de protección o información que las que suelen ofrecer los principales mercados financieros. Los valores emitidos en algunos mercados emergentes pueden ser significativamente menos líquidos y más volátiles que los emitidos en mercados más maduros. En este sentido, la liquidez de los valores de los países emergentes es más restringida que la de los valores de los países desarrollados, por lo que la tenencia de dichos valores puede aumentar el nivel de riesgo de la cartera. Las caídas del mercado pueden ser más repentinas y más pronunciadas que en los países desarrollados, lo que puede provocar una caída más rápida y significativa del Net Asset Value (NAV).
Septiembre de 2019. Disclaimer: Los datos, comentarios y análisis de este boletín reflejan la opinión de Edmond de Rothschild Asset Management (Francia) y sus filiales con respecto a los mercados y sus tendencias, su regulación y tratamiento fiscal, sobre la base de su propia experiencia, análisis económico e información actualmente conocida. No obstante, en ningún caso se entenderá que incluyen ningún tipo de compromiso o garantía por parte de Edmond de Rothschild Asset Management (Francia). Los posibles inversores deben consultar a su proveedor de servicios o asesor y ejercer su propio juicio, independientemente de Edmond de Rothschild Asset Management (Francia), sobre los riesgos inherentes a cada inversión y su adecuación a sus propias circunstancias personales y financieras. Con este fin, los inversores deben familiarizarse con el documento de información al inversor (KIID) o el folleto del fondo que se proporciona antes de cualquier suscripción y está disponible en www.edram.fr o a petición de la oficina central de Edmond de Rothschild Asset Management (Francia).
Número de Registro CNMV: M2026 1891