TRIBUNA de Jessica Ground, Global Head of Stewardship – ESG. Comentario patrocinado por Schroders.
TRIBUNA de Jessica Ground, Global Head of Stewardship – ESG. Comentario patrocinado por Schroders.
Los cambios medioambientales y sociales se están acelerando. Durante los próximos años, asistiremos a un incremento de las pérdidas físicas provocadas por fenómenos meteorológicos, a un aumento de los impuestos para luchar contra la desigualdad intergeneracional y a un endurecimiento de las condiciones para las empresas con un endeudamiento excesivo. Las empresas que no operen de forma sostenible cada vez tendrán más difícil esconderse.
En este contexto, las previsiones y análisis centrados en los criterios ESG son ahora más importantes que nunca para los inversores y estas son nuestras perspectivas en cada uno de estos criterios de cara al año que viene.
Medio ambiente: el riesgo físico del cambio climático
Gran parte de los análisis sobre este tema se centran en riesgos lejanos y exponen las medidas que deben emprenderse antes del año 2030, pero en nuestra opinión esto es demasiado tiempo para los mercados. Sin embargo, existe un aspecto del cambio climático que tiene consecuencias en el presente: a medida que las temperaturas aumentan, también se espera que lo hagan las pérdidas físicas derivadas de fenómenos meteorológicos extremos.
En Schroders hemos creado un marco para evaluar el riesgo físico del cambio climático que hemos aplicado a más de 10.000 empresas a escala global. Este calcula el importe que las compañías deberían abonar en concepto de seguros para proteger sus activos físicos ante las inclemencias meteorológicas.
Los sectores de petróleo y gas, suministros públicos y recursos básicos son los más expuestos a los efectos físicos del cambio climático. El posible coste de asegurar sus activos físicos representa más del 3% de sus valores de mercado. Mientras que los sectores menos expuestos son el tecnológico, el de artículos personales y de uso doméstico y el de salud.
Cada vez existen más pruebas de que el cambio climático está intensificando los sistemas meteorológicos naturales y de que, de cara al futuro, posiblemente experimentaremos condiciones climatológicas adversas con mayor frecuencia. Todo esto podría tener importantes consecuencias para la inversión.
Social: el sector privado deberá asumir buena parte de la responsabilidad de dar respuesta a los retos de las generaciones más jóvenes
Siendo para muchos el aspecto social de los criterios ESG el más difícil de analizar, es precisamente en esta área donde más éxitos hemos obtenido en Schroders ya que predijimos el crecimiento de los salarios mínimos en 2014, la imposición de impuestos sobre los productos azucarados en 2015 y los efectos que el auge del proteccionismo tendría sobre las cadenas de suministro globales en 2016.
Centrándonos ahora en el futuro, en nuestra opinión, el gran reto es la desigualdad intergeneracional. Las poblaciones del mundo desarrollado están envejeciendo, lo que está empezando a resultar caro ya que los costes relacionados con esta evolución, como los de sanidad y pensiones, se están incrementando de forma casi exponencial.
Así, en vista del estado actual de las finanzas de muchos gobiernos, cabría esperar que las empresas deban realizar la mayor parte de los esfuerzos en este sentido, lo que probablemente se traduzca en mayores contribuciones al régimen de pensiones, más medidas de apoyo en materia de vivienda destinadas a los trabajadores más jóvenes y mayores exigencias en materia de formación.
Pensamos que las empresas y los consumidores se enfrentarán a un aumento de los impuestos en múltiples ámbitos.
Gobierno corporativo: la deuda podría volver para atormentarnos
Este año nos sorprendió descubrir que las cotizaciones de las empresas con niveles de apalancamiento relativamente elevados no se habían visto penalizadas.
El actual ciclo económico y crediticio se mantiene ya desde hace bastante tiempo. Esto implica que solo un número muy reducido de los directivos y miembros de los consejos de administración actuales recuerda lo difícil que puede resultar contar con un elevado nivel de endeudamiento cuando cambia el contexto operativo o de tipos de interés.
Cierto es que nunca antes ha habido tanta deuda con vencimientos a largo plazo pero, para muchas empresas, una ligera subida de los tipos o una sutil caída de sus operaciones podría complicar considerablemente su situación.
En Schroders creemos que los cambios sociales y medioambientales, que se producen con rapidez y a gran escala, provocarán que las empresas de todo tipo se vean sometidas a presiones cada vez mayores en diferentes planos, ya sea en el medioambiental, en el social o en el de gobierno corporativo. En vista de ello, las previsiones y análisis centrados en criterios ESG en 2019 serán la clave para los inversores de todo el mundo.