Perspectivas para la inversión socialmente responsable

JensPeers_Mirova
Imagen cedida

Una recuperación económica mundial sostenida, complementada por medidas de apoyo de los bancos centrales, debería crear una plataforma sólida para la evolución de las bolsas en el segundo semestre de 2014. Este experto espera que las bajas valoraciones frente a otras clases de activos (sobre todo los bonos) también susciten un mayor interés por la inversión en acciones.

De cara al futuro, las rentabilidades bursátiles volverán a estar determinadas por el crecimiento de los beneficios, lo que debería favorecer las tendencias de inversión expuestas al desarrollo (sostenible) a largo plazo del mundo. Dentro de estas tendencias, están las soluciones para el envejecimiento de la población, la mejor gestión de los recursos naturales (incluida el agua y la producción de alimentos), la eficiencia energética y la producción de energía con bajas emisiones de carbono.

Después de la explosión de la burbuja renovable hace unos años, los inversores han evitado las empresas de energía solar o eólica. Actualmente, existen buenas oportunidades en energía solar. El abaratamiento de los módulos ha provocado que los costes en un número cada vez mayor de regiones estén en niveles cercanos o similares a los de la red, sin subvenciones, lo que está impulsando la demanda. Al mismo tiempo, la racionalización de la oferta durante los últimos años se ha traducido en una mayor disciplina en la producción, lo que debería traer consigo la mejora de los márgenes en este momento de crecimiento de las ventas.

Otro factor positivo para las inversiones sostenibles es la prioridad que está dando China actualmente a la gestión de la contaminación del suelo, la atmósfera y el agua. Como temática de inversión, el agua también está encontrando apoyo en el hecho de que históricamente no se ha invertido lo suficiente en infraestructuras en el mundo, y que existe la necesidad urgente de ponerse al día, incluso en los países industrializados,. Esta histórica falta de inversión en infraestructuras también es un importante motor de crecimiento para la producción de alimentos (agricultura), ya que la urbanización, el crecimiento poblacional, la escasa disponibilidad de tierras cultivables y los problemas relacionados con la seguridad alimentaria están poniendo de manifiesto la necesidad de invertir en el transporte, el almacenamiento y la producción eficiente de alimentos.