Por qué los criterios ESG (nos) importan

THEMUDO
Cedida por BlackRock

TRIBUNA de Andre Themudo, responsable de distribución de BlackRock para España. Comentario patrocinado por BlackRock.

La inversión sostenible es una de las áreas que más crecimiento ha registrado dentro de la industria de fondos de inversión. La aplicación de los criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) se ha convertido actualmente en un requisito más que indispensable a la hora de lanzar un nuevo producto de inversión al mercado, ya sea un fondo de gestión activa o un producto de gestión indexada.  

Las firmas de análisis disponen de información relevante sobre el sector y datos financieros que se remontan a décadas atrás. Estas compañías son capaces de proporcionar información crucial —muy difícil de conseguir para cualquier empresa de forma independiente— con el objetivo de brindarnos una imagen lo más amplia y contextualizada posible. La capacidad que tienen para crear un marco de comparación —referencias mediante letras, números, o cualquier otra combinación— las convierten en herramientas perfectas. Sin embargo, el enfoque debe ser más amplio si el objetivo es adentrarse en el mundo ESG y para ello, tenemos que estar preparados.

Muchos inversores están empezando a descubrir que el análisis financiero tradicional, basado en los flujos de caja, el valor contable, el activo frente al pasivo, entre otros, podría no reflejar adecuadamente algunos aspectos de una empresa. ¿Acaso estos análisis nos podrían ayudar a predecir cuál sería el impacto económico si se descubriese un fraude interno, qué repercusión tendría sobre la firma un desastre natural o en qué medida afectaría negativamente tener empleados infelices?

Los enfoques basados en ESG que analizan la calificación del comportamiento en relación con los criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo de las empresas proporcionan un servicio único a los inversores, dado que les ofrecen datos que los análisis financieros tradicionales no reflejan.

Este tipo de análisis está ayudando a responder estas y otras muchas preguntas, y los proveedores de estos datos—cuyo enfoque se basa en los mismos criterios— utilizan sistemas sofisticados de análisis para medir el comportamiento corporativo sostenible basándose en datos de gobiernos, agencias, redes sociales y otro tipo de fuentes. Los resultados de este tipo de análisis pueden llegar a reflejar la preparación de una empresa para abordar los riesgos sistémicos e idiosincrásicos. Las métricas tradicionales, como, por ejemplo, el valor contable, han demostrado que no constituyen tan buenos indicadores para medir las prácticas comerciales éticas o la vulnerabilidad de una firma ante el cambio climático.

El análisis de información basado en criterios ESG también puede revelar oportunidades de inversión que no debemos pasar por alto. Con el tiempo, y gracias a la investigación, hemos percibido que las compañías con elevadas calificaciones ESG tienen un menor coste de capital y una menor volatilidad de sus beneficios. Este tipo de empresas también desempeñan un papel crucial en las carteras, ya que ofrecen una buena diversificación a la hora de enfrentarnos a momentos de estrés en el mercado. Saber dónde se encuentra una compañía en el marco del espectro de sostenibilidad puede ayudar a los inversores a establecer expectativas de rendimiento y a reducir la volatilidad en sus carteras.

Es indudable que las calificaciones ESG constituyen una herramienta analítica valiosa para estructurar nuestras carteras, pero, además, para muchos inversores también proporcionan un mecanismo útil de cara a alinear sus valores con sus objetivos financieros. De hecho, según una encuesta elaborada por Morgan Stanley, alrededor del 76% de las mujeres y el 84% de los millenials están interesados en invertir de manera ética y sostenible.

Cabe señalar que la inversión sostenible no es un concepto nuevo: el primer fondo socialmente responsable se lanzó hace 30 años. Sin embargo, hasta hace poco, los denominados fondos verdes se consideraban productos nicho, eran caros y ofrecían rendimientos reducidos. Hoy en día todo esto ha cambiado, y aunque los fondos de gestión activa y los ETFs con criterios ESG son relativamente pequeños, su crecimiento se verá notablemente reforzado en los próximos años.

A medida que la tecnología evoluciona y la información está cada vez más al alcance de los inversores, la oferta de este tipo de productos también aumentará. Una mayor transparencia y el aumento de la concienciación sobre los criterios ESG ayudarán, con el paso de los años, a estructurar carteras mucho más sostenibles.

Todas las inversiones financieras implican un elemento de riesgo. Por ello, el valor de su inversión y el ingreso de cupones que obtenga de ella serán variables, y no se puede garantizar la cantidad inicial invertida.

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Puede que las participaciones en las Sociedades no sean apropiadas para todos los inversores. BlackRock no garantiza la rentabilidad de las participaciones ni de los fondos. El precio de las inversiones (que pueden negociarse en un número limitado de mercados) puede aumentar o disminuir, y es posible que el inversor no recupere la cantidad invertida. La renta que perciba no es fija y puede fluctuar. Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. El valor de inversiones que impliquen exposición a divisas puede verse afectado por variaciones en el tipo de cambio. Le recordamos que las implicaciones fiscales pueden cambiar, tanto en lo referente a niveles como a bases y exenciones. BlackRock no ha considerado la adecuación de esta inversión frente a sus necesidades individuales y tolerancia al riesgo. Los datos mostrados ofrecen información resumida, una inversión debería ser realizada en base al folleto actual disponible de BlackRock Advisors (UK) Limited. En relación a los productos mencionados este documento es informativo y no constituye un asesoramiento de inversión ni una oferta para vender o solicitar una oferta para comprar los valores que se describen. Este documento no debe ser distribuido sin la autorización de BlackRock Advisors (UK) Limited.

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