Martin Romo, Chif Investment Officer, expone la visión de su casa, así como las perspectivas macroeconómicas, de cara a 2025. Comentario patrocinado por Capital Group.
TRIBUNA de Martin Romo, CIO, Capital Group. Comentario patrocinado por Capital Group.
Nos adentramos en un nuevo año y no puedo evitar notar paralelismos con el pasado. Da la sensación de que ya hemos visto esta película antes. El presidente de Estados Unidos será distinto en 2025, pero nos resulta familiar. Los mercados han repuntado ante la llegada de la nueva legislatura y sus propuestas de política económica, al igual que lo hicieron tras las elecciones de 2016. La economía estadounidense sigue siendo fuerte y encabeza el mundo en un momento en que otros tropiezan. En lugar de caer en recesión, como muchos predijeron hace un año, podríamos estar regresando al futuro en más de un sentido.
Aunque ese argumento es esperanzador, debemos reconocer que los problemas a los que nos enfrentamos hoy traen consigo ecos del pasado. Al igual que en la época de la Guerra Fría, el liderazgo de Estados Unidos está en entredicho. Los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo, así como las tensiones con China, amenazan con perturbar el mundo. Los movimientos populistas están tomando impulso, alimentando una posible reversión de las políticas de libre comercio.
No sabemos lo que ocurrirá, pero sí sabemos que la incertidumbre macroeconómica suele ir asociada a la volatilidad de los mercados. Así sucedió en 2024, cuando los mercados alcanzaron máximos históricos y luego cayeron durante el verano ante el temor de que la economía estadounidense se estancara. Las valoraciones actuales de la bolsa norteamericana son elevadas, y los inversores prudentes deberían estar preparados para la posibilidad de que se produzca una corrección. Por eso creemos que es importante adoptar un enfoque de inversión a largo plazo, buscando un equilibrio entre el crecimiento del capital y su preservación.
Hay razones para ser optimistas sobre las perspectivas de inversión. Vemos oportunidades en las innovaciones de la atención sanitaria y la inteligencia artificial, una tendencia que nos parece que quizás se esté exagerando y que es mayor de lo que muchos piensan. Por supuesto, como ocurre con cualquier nueva tecnología, habrá ganadores y perdedores. ¿Recuerda cuando Apple perseguía a Blackberry por el dominio de los teléfonos inteligentes? Por eso buscamos activamente identificar a los primeros y evitar a los segundos. Pero también debemos estar preparados para una caída. La renta fija desempeñará un papel importante a medida que la normalización de los tipos de interés nos devuelva a una época en la que los bonos podían proporcionar una cierta rentabilidad a través del income, la diversificación y la protección frente a la volatilidad de los mercados bursátiles.
La subida de los tipos de interés oficiales por parte de los bancos centrales en 2022-23, aunque dolorosa en su momento, tuvo un lado positivo: los inversores en renta fija se ven ahora bien compensados por conservar una capacidad defensiva gracias a unos rendimientos de los bonos históricamente elevados.
Incluso después de que los bancos centrales hayan iniciado el ciclo de recortes, los rendimientos siguen estando muy por encima de las medias históricas y son comparables a los niveles de principios de 2024. La inflación también ha bajado durante este periodo, por lo que los rendimientos reales se encuentran ahora en territorio positivo. Esto es importante porque el rendimiento inicial de un bono está muy correlacionado con -es decir, es una buena aproximación a- sus rendimientos totales futuros.
Además de un rendimiento inicial elevado, los resultados de la renta fija también podrían beneficiarse de las plusvalías que suelen acompañar a los recortes de tipos. El hecho de que la preocupación por la inflación haya pasado a centrarse en una posible ralentización del crecimiento significa que el papel de la duración pasa de ser un posible lastre para los resultados de las carteras a convertirse en un posible factor positivo.
Pero los riesgos no van a desaparecer, y por eso hacemos hincapié en el análisis fundamental que llevan a cabo nuestros gestores y analistas de todo el mundo.
El mensaje que les dejo es conocido: Sigan invertidos, pero sean conscientes del riesgo. Ante las oscilaciones del mercado o la incertidumbre geopolítica, el mayor error que pueden cometer los inversores es quedarse al margen. Lo contrario también es cierto. No se precipite en los picos del mercado. Invertir con éxito es una empresa a largo plazo. Concéntrese en sus objetivos y no deje que el ruido diario le distraiga.