¿Puede el mercado high yield continuar con su tendencia positiva?

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Cedida por Dunas Capital

TRIBUNA de Francisco de Borja Gómez, director de Análisis de Inverseguros S.V. - Dunas Capital. Comentario patrocinado por Dunas Capital.

Sin duda, la acción del BCE ha sido un factor muy relevante a la hora de explicar el comportamiento favorable que ha tenido el mercado de la renta fija privada en euros a lo largo de este año. Y es que no podemos olvidar que, dentro de la QE que lleva implementando la autoridad monetaria a lo largo de los últimos años, el programa de compra de corporates (CSPP) ha ido ganando una importancia notable desde su puesta en funcionamiento. Valga como ejemplo que el mismo supone en torno a un 10% de las compras mensuales que se realizan bajo el APP y que, en menos de un año y medio de vida, ya supone más de un 5% del total de tenencias de activos que el BCE tiene bajo su balance.

Pero la incidencia del Banco Central va mucho más allá, ya que los efectos positivos se han dejado observar incluso en aquellos activos que están fuera de su rango de compra. De hecho, en lo que llevamos de año, la revaloración de los selectivos high yield (7.4%) o el mercado de híbridos (11.8%) ha sido mucho más favorable que el de investmente grade (3.0%). Este comportamiento se puede fundamentar en varias vías, las cuales son perfectamente complementarias entre sí. En primer lugar, hay que señalar que el contexto de rentabilidades estructuralmente reducidas que la acción del BCE plantea, traslada indirectamente la proliferación de estrategias de búsqueda de rentabilidad de las cuales se benefician los activos de mayor riesgo. Y en segundo lugar, cabe considerar que la rebaja paulatina del coste de financiación que esa tendencia de los mercados plantea, junto con la tracción macroeconómica favorable, incide de manera positiva sobre los resultados empresariales, cimentando en mayor medida ese apetito por el riesgo anteriormente planteado.

Puede existir la duda de si este contexto se puede extender a lo largo del año que viene, especialmente si consideramos que el BCE está próximo a levantar el pie del acelerador y reducir sus compras mensuales hasta un nivel de 30.000 millones de euros. Desde nuestro punto de vista, hay razones para ser optimista. Por un lado, porque, más allá de la reducción del APP, las condiciones monetarias van a seguir siendo muy relajadas y el protagonismo del CSPP puede seguir aumentando. Pero sobre todo, porque el contexto macro y de mercado va a seguir apoyando la toma de riesgo, lo que seguirá apoyando al mercado high yield. En este sentido, cabe destacar que el diferencial de rentabilidad que está ofreciendo el mercado investment grade en estos momentos está prácticamente en línea con referencias como las curvas de gobierno periféricas, lo cual puede restarle atractivo. Sin embargo, eso no pasa con los emisores de calidades crediticias más reducidas, donde el pick up de rentabilidad sigue siendo positivo.

Todo ello hace que sigamos siendo optimistas respecto a la evolución de los activos de riesgo, especialmente durante la primera mitad del año 2018. Posteriormente, en la medida que el mercado empiece a valorar la posibilidad de que el BCE suba tipos a lo largo del 2019, el contexto se puede tornar algo más negativo. 

 

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