¿Puede la renta variable china soportar un crecimiento más lento?

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Firma: cedida (UBS AM).

TRIBUNA de Diogo Gomes, senior CRM para Iberia, UBS AM. Comentario patrocinado por UBS Asset Management.

Los problemas económicos estructurales de China no son ningún secreto. Están bien estudiados y se han producido tras un largo periodo de crecimiento excepcional impulsado por enormes inversiones en bienes inmuebles e infraestructuras, así como por un sector exportador competitivo. Las 'cuatro D', acuñadas por Zongyuan Zoe Liu, son un marco de referencia para entender los retos económicos interconectados del país.

  • Demanda: la proporción del consumo chino sobre el PIB es del 38%, muy por debajo de la media de la OCDE (60%). A medida que el sector inmobiliario y la inversión en general se ralenticen, el consumo tendrá que ocupar ese vacío. Pero en medio de la recesión inmobiliaria, el desapalancamiento de los hogares, la escasa confianza tras la COVID-19 y la reticencia del Estado a apoyar directamente el gasto de los consumidores, será difícil catalizar esta transición.
  • Deuda: los promotores inmobiliarios, las administraciones locales y muchos hogares necesitan desapalancarse a medida que se ajusta el mercado de la vivienda. Mientras que la carga de la deuda del gobierno federal de China es de aproximadamente el 50% del PIB, si tenemos en cuenta la deuda de los gobiernos locales, se eleva por encima del 120%. Esto limita la capacidad de proporcionar colchones fiscales para compensar un desapalancamiento más amplio. 
  • Demografía: el crecimiento a largo plazo depende de la productividad y la mano de obra, pero la población china envejece rápidamente. Esta situación afecta al crecimiento y limita la formación de hogares, un factor indispensable para sostener el mercado inmobiliario y los ingresos de las administraciones locales. 
  • Reducción de riesgos (de-risking): las restricciones impuestas por los gobiernos occidentales a las tecnologías y el reajuste de las cadenas de suministro de las multinacionales mundiales suponen un lastre para el crecimiento.

Oportunidades seculares

Sin embargo, desde UBS AM creemos que la negatividad del contexto macroeconómico ha llevado a infravalorar las oportunidades seculares de China. En primer lugar, los responsables políticos están tomando medidas para estabilizar la ralentización y se prevé que la tasa de crecimiento supere a la de la economía mundial en los próximos cinco años. Una razón fundamental por la que el crecimiento de los beneficios a menudo no se corresponde con el de la economía es la capacidad de los campeones nacionales para convertirse en potencias multinacionales y generar un crecimiento desmesurado de los beneficios.

China tiene potencial para destacar, puesto que cuenta con numerosas industrias y empresas que muestran una innovación y un crecimiento notables. Para que alcance su potencial, puede ser necesaria una serie de éxitos microeconómicos. Y lo que es más importante, el país aún está bien posicionado para captar valor mediante la transición de fábricas a competidores mundialmente reconocidos, como ha ocurrido en sectores como:

  • Electrodomésticos: los segmentos internacionales de Haier y Midea representan actualmente cerca del 50% de los ingresos del grupo, superando el crecimiento de sus segmentos nacionales. China puede competir ahora en mayor medida en calidad con las marcas europeas, coreanas y japonesas. Antes sólo podía hacerlo en precio. 
  • Electrónica de consumo: las marcas chinas de teléfonos inteligentes se han hecho con el 35% de la cuota de mercado mundial y sus exportaciones crecen con rapidez. Compañías como Xiaomi han aprovechado la cadena de suministro ya desarrollada cuando líderes mundiales como Apple y Samsung fabricaban productos en China para acceder al mercado nacional y luego ascender en la cadena de valor. 
  • Vehículos eléctricos: los vehículos eléctricos chinos se apoyan en unas capacidades de I+D y fabricación de baterías de primera calidad, después de que Tesla estableciera fábricas e impulsara la adopción de vehículos eléctricos a nivel local. UBS calcula que China podría duplicar su cuota de mercado mundial del 17% al 33% en 2030.

Además de estos sectores más conocidos, el gobierno chino está realizando inversiones agresivas en tecnología avanzada para garantizar la autosuficiencia y desarrollar el liderazgo mundial. En cierto sentido, parte del freno al de-risking para China representa un reconocimiento implícito del progreso económico que ya se ha logrado, y proporciona un incentivo adicional para dar prioridad al desarrollo de la experiencia en hightech y otras industrias que tienen importancia geoestratégica. Es probable que estas rápidas actualizaciones tecnológicas conduzcan a un aumento persistente de los emplazamientos de fabricación avanzada en el país:

  • Automatización industrial: las empresas chinas instalaron 168.000 robots industriales en 2020, frente a los 68.000 de Europa y los 31.000 de EE.UU., según la Federación Internacional de Robótica.
  • Patentes y espíritu empresarial: China, que ocupó el puesto 11 en el Índice Mundial de Innovación en 2022, es el país con más solicitudes de patentes del mundo y el que alberga más unicornios tecnológicos. 
  • Sectores menos visibles: la fabricación de precisión en láseres, carburos de silicio y componentes óptico-electrónicos, así como en equipos industriales y energías alternativas. Muchas de estas áreas permiten a las empresas chinas afianzarse como parte esencial de las cadenas de suministro y aumentar su cuota de mercado en industrias de rápido crecimiento.
  • Otros sectores especializados: la comunicación avanzada por radiofrecuencia, el hidrógeno y el amoníaco para la energía, la biología sintética y los sensores fotónicos. Estas áreas pueden apoyar mejoras a más largo plazo en sectores estratégicos clave.

El potencial de rápido crecimiento de las industrias tecnológicas avanzadas de alto margen ofrece un terreno fértil para las oportunidades de generar alfa en la selección de valores.

¿Qué descuenta el precio?

Como era de esperar, las importantes dificultades económicas no han pasado desapercibidas para los inversores y las bajas valoraciones de la renta variable china implican que gran parte de las noticias negativas parecen estar descontadas.

Las valoraciones son bajas si se comparan con las de otros mercados emergentes. China cotiza con ratio precio/beneficio (PER) a 12 meses vista de 9,8, lo que supone un importante descuento con respecto al índice MSCI World a 1 de noviembre de 2023. Prevemos que distribución de activos de los hogares nacionales se inclinará hacia la renta variable cotizada, como suele ocurrir cuando las economías maduran. Además, es probable que el desplome del sector inmobiliario reduzca el atractivo de este vehículo de inversión lo que podría cambiar las preferencias y los flujos de inversión relativos de los hogares chinos en favor de la renta variable.

Nuestras expectativas a cinco años para el mercado apuntan a una rentabilidad prevista del 8,2% anual para la renta variable china, muy por encima de la estimación del 6,3% para la renta variable mundial o del 4,2% previsto para las acciones large-cap estadounidenses.

Señales alentadoras

Sin duda, la economía china ha decepcionado en 2023 y se enfrenta a retos enormes en los próximos años para abandonar su modelo de crecimiento centrado en el sector inmobiliario y alimentado por el crédito. A nivel macroeconómico, confiamos en que los responsables políticos proporcionen el apoyo suficiente para gestionar esta ralentización cíclica. Los datos económicos de agosto a octubre apoyan ampliamente la idea de que la actividad se ha estabilizado en el marco de un estímulo fiscal y monetario moderado, y las revisiones de las previsiones de crecimiento chino son cada vez más optimistas. A nivel microeconómico, nos hacen ser optimistas las numerosas formas en las que China ha ascendido en la cadena de valor durante su desarrollo económico, así como su potencial para convertirse en líder mundial en un conjunto de industrias incipientes y de rápido crecimiento.