¿Qué supone el cambio climático para los valores vinculados a los seguros?

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Cedida por Schroders

TRIBUNA de Beat Holliger, responsable de Producto de ILS, Schroders. Comentario patrocinado por Schroders.

Esta es una de las preguntas que a menudo los inversores nos hacen. La respuesta no es fácil.

Los títulos vinculados a seguros (ILS, por sus siglas en inglés) están estrechamente relacionados con los desastres naturales, pero creemos que el cambio climático tendrá un impacto limitado en esta clase de activos. De hecho, este impacto no tiene por qué ser necesariamente negativo e incluso puede tener algunos efectos secundarios positivos.

El comportamiento de los ILS depende principalmente de que ocurran o no catástrofes naturales, por lo que parece lógico que el nivel de riesgo de estos instrumentos cambie significativamente por la tendencia al calentamiento global. Sin embargo, creemos que el impacto es más débil de lo que cabría esperar en un primer momento. La clave está en la palabra tendencia. El cambio climático es gradual y un fenómeno a largo plazo. Por el contrario, los ILS son instrumentos de corto plazo. Por ejemplo, la mayoría de los bonos catástrofe son a tres años y las transacciones privadas vinculadas a los riesgos de catástrofes naturales normalmente cubren 12 meses. En estos períodos, el cambio climático no debería tener una influencia visible en el nivel de riesgo de un valor vinculado a los seguros, tal y como se contempló en el momento de la creación de estos instrumentos.

El cambio climático es el final de un largo camino de posibles eventos financieros relacionados con el clima. Puede tener impacto en el mercado de ILS y su composición a largo plazo, pero no de manera individual ni en las carteras de manera continuada. Los efectos del cambio climático en el mercado de ILS a lo largo de varios años o varias décadas deben evaluarse en combinación con sus efectos secundarios: dinámicas de la oferta y la demanda, (re)fijación de precios o aumento de los niveles de activación y cambios en los riesgos asegurados.

Por lo tanto, el cambio climático solo tiene impacto en una parte de este mercado. Únicamente los ILS que cubren el riesgo de catástrofes naturales pueden verse potencialmente afectados y, dentro de esta categoría, solo los que cubren contingencias derivadas de la meteorología se podrían ver afectados por este fenómeno. En este sentido, los modelos de riesgo de catástrofes están diseñados para ayudar a calcular el impacto económico de este tipo de desastres naturales sobre una cartera de inversión, lo cual se logra calculando la probabilidad de tener pérdidas frente a cualquier catástrofe, como ciclones o terremotos, incluidos desastres de magnitudes mayores que no se han visto en el pasado.

Además, los valores vinculados a seguros son generalmente propiedades inmobiliarias. Las suposiciones de mayores daños provocados por el cambio climático también asumen que la durabilidad de la propiedad no cambia, pero los edificios en zonas propensas a catástrofes naturales podrían construirse o modernizarse con el tiempo para cumplir con normas de ingeniería más estrictas y, por lo tanto, estar mejor preparados para resistir los episodios climáticos extremos.

El calentamiento global puede conducir a una mayor frecuencia y/o severidad de ciertos eventos climáticos extremos en algunas regiones. Si se trata de zonas densamente pobladas esto podría dar lugar a un aumento de la demanda de (re)aseguros a medio plazo, lo cual es beneficioso para los mercados de ILS. En este sentido, debería dar lugar a primas más altas o a un mercado más amplio con un mayor número de oportunidades.

En conclusión, dada la naturaleza a corto plazo de las catástrofes naturales del mercado de ILS y la corta duración de la cobertura, los aumentos de las primas no afectarán directamente a las carteras de ILS. Sin embargo, a medida que se vayan produciendo de forma gradual, los inversores se beneficiarán de la reinversión en niveles de rendimiento más altos a lo largo del tiempo.