TRIBUNA de Richard Lightbound, socio y consejero delegado de ROBO-STOX® Partners Ltd y Juan José Sanchís, director de ETF Securities para Iberia.
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La industria de la robótica y la automatización seguirá reconfigurando el panorama empresarial y nuestro entorno doméstico. Los robots de hoy son autónomos, polivalentes y móviles, y los continuos avances en la tecnología y la bajada del coste de los componentes están convirtiendo la economía de la robótica y la automatización en una realidad para cada vez más empresas de todo tipo de industrias. En comparación con otros avances tecnológicos como Internet, todavía estamos en las primeras etapas del ciclo de desarrollo de la robótica y la industria aún presenta importantes oportunidades de inversión tanto para los inversores minoristas como para los institucionales.
Aunque el desarrollo de la tecnología robótica y la automatización ha sido un fenómeno global, es difícil hablar de esta industria sin mencionar a China. En los últimos años, la reducción de la cantidad de mano de obra se ha traducido en una consiguiente disminución de los costes derivados de esta partida que habían afectado a la competitividad de los fabricantes chinos. Entre 2003 y 2013 China superó a Japón como el mayor comprador mundial de robots industriales. Según la China Robot Industry Alliance (CRIA), en 2013 se vendieron 36.560 robots industriales en China, un 20% del total mundial, y se prevé que la cifra creciese hasta las 45.000 unidades en 2015 y las 100.000 unidades en 2017.
A pesar de que China sea el mayor comprador mundial de robots industriales, en 2014 su densidad por robot era de sólo 30 por cada 10.000 trabajadores, muy por debajo del promedio mundial de 62 y en marcado contraste con los 437 en Corea del Sur, los 323 en Japón y los 282 en Alemania en el mismo periodo. Uno de los factores con más peso en este área es el Gobierno, que ha patrocinado muchos programas con amplio presupuesto destinados a la automatización de fábricas en la región. A modo de ejemplo, en marzo de 2015, la provincia meridional china de Guangdong se comprometió a impulsar el remplazo de mano de obra humana por robots en alrededor de 2.000 empresas de la región como parte de programa de reforma industrial de tres años y 943 mil millones de yuanes. Según la Federación Internacional de Robótica, se espera que China tenga más robots operando en sus plantas de producción que cualquier otro país en 2017.
China se ha convertido también en un importante fabricante de robots, con empresas como SIASUN Robot & Automation, Shanghai STEP Electric, Shenzhen Jasic Technology y GSK CNC Equipment por nombrar algunos ejemplos. El Observador Económico de Beijing informó recientemente de que la cuota de las empresas chinas de robótica en el mercado interno creció del 4% registrado en 2012 al 13% de 2014. Podemos esperar que el siguiente paso del país sea entrarse en el mercado internacional e igualar a sus competidores extranjeros en calidad, precisión y fiabilidad.
Uno de los nuevos desarrollos de la industria actual son los robots pequeños o colaborativos, que utilizan sensores y sistemas de visión que les permiten trabajar de cerca y de forma segura con los seres humanos en un entorno industrial. Son muy flexibles, capaces de realizar múltiples tareas y fáciles de programar. Además, son de bajo coste (con un precio generalmente inferior a los 50.000 dólares) y también mucho más pequeños que los robots que dominan el mercado de la automoción. Prevemos que estas nuevas máquinas aumenten la productividad de fabricación y que este segmento registre un crecimiento significativo.
Varios informes publicados recientemente estiman elevadas perspectivas de crecimiento para la industria. Un estudio de la empresa de investigación tecnológica británica TechNavio prevé una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) de un 72,5% para el sector de las fuerzas armadas, la industria, la rehabilitación y la asistencia sanitaria entre 2014 y el 2019. Por otra parte, además de en la industria aeroespacial y de defensa, los robots están siendo adoptados por las industrias automotriz, de almacenaje, sanitaria, energética, agrícola y minera. Además, según los informes de la Federación Internacional de Robótica (IFR), en 2014 se instalaron en todo el mundo más de 200.000 robots industriales, lo que representa una subida de un 15% respecto a 2013.
Entender la industria de la robótica y la automatización no es tarea fácil. La mejor opción para los inversores quieren beneficiarse de esta tendencia global es invertir de manera diversificada y con un foco a largo plazo. Para ello existe un índice industrial que identifica a todas las empresas a lo largo de la cadena de valor de la producción de este sector: desde las empresas que fabrican físicamente robots y máquinas de automatización, a las que se especializan en software y tecnología que permite la automatización. Este índice se ha apreciado más de cuatro veces en los últimos diez años, alcanzando una tasa anualizada de retorno de más del 18%, y por lo tanto ha superado sustancialmente a la mayoría de los principales índices de renta variable, tecnología y otra clase de activos. La naturaleza diversificada de esta clasificación sobre robótica y automatización ha contribuido a su baja volatilidad, a pesar del alto crecimiento de su rendimiento.
Las perspectivas de crecimiento de la robótica durante 2015 y años venideros parecen asombrosas. Boston Consulting Group apunta que el gasto mundial en robots pasará de los poco más de 15 mil millones de dólares en 2010 a cerca de 67 mil millones en el año 2025. Esto, teniendo en cuenta que la industria todavía está en sus primeras etapas de desarrollo, supone importantes oportunidades para la inversión en el mercado de tanto para inversores minoritarios como institucionales.