Mientras en EE.UU. la gestión pasiva de renta variable forma parte relevante de gran número de carteras de inversores institucionales y minoristas, en Europa queda camino por recorrer.
COLABORACIÓN de Iñigo Bilbao-Goyoaga, Managing Partner & CIO, Estudios Bursátiles SL, Experto en Fondos, ETF e Inversión Colectiva.
Situar la gestión indexada en el lugar que le corresponde en Europa lleva tiempo. Según datos aportados por LSEG, antes Refinitiv, durante el año 2023 se produjo un importante logro. Las suscripciones positivas netas de fondos y ETF indexados, excluidos monetarios, superaron a las que hubo en fondos de gestión activa. Este era un paso necesario para que la gestión indexada ocupe el lugar que merece. Mientras en EE.UU. la gestión pasiva de renta variable forma parte relevante de gran número de carteras de inversores institucionales y minoristas, en Europa queda camino por recorrer.
En EE.UU. las gestoras de activos están priorizando su esfuerzo en ampliar el alcance de la gestión indexada en el campo de la renta fija y ESG. Aunque hay progreso, se están encontrando con obstáculos al ser la renta fija un activo diferente a la renta variable a la hora de ejecutar la réplica.
Por otro lado, la incorporación de criterios ESG tanto en la gestión indexada como en la activa, es relativamente reciente y con poco track record. Esto crea incertidumbre en los resultados que van a obtener las carteras en el largo plazo, ralentizando su incorporación entre los inversores americanos y de otras regiones.
¿Cuáles son las principales cualidades de la gestión indexada?
En sus dos modalidades, fondo indexado y ETF, ha destacado desde su comienzo, entre otros motivos, por la diversificación que ofrece a través de una sola transacción; la simplificación operativa que esto aporta; la transparencia de conocer la cartera en la que se invierte de antemano; y el bajo coste de gestión. Al no ser posible anticipar el comportamiento de los mercados, los inversores han comprendido que deben enfocarse en variables que pueden controlar. El coste de la cartera es una variable en la que asesor e inversor pueden influir. Afecta a la rentabilidad final en el largo plazo.
Recientemente ha comenzado a destacar la importancia de la transparencia como variable relevante en la rentabilidad a largo plazo. La evolución impredecible de algunos valores, especialmente los tecnológicos, ha puesto de relieve la importancia de conocer de antemano en que valores estamos invertidos para no llevarnos sorpresas.
Haber dejado de estar invertido en alguno de los siete Magníficos americanos o de las once Granolas europeas, o haberlo estado en una proporción reducida, durante los últimos cinco años, hubiese afectado de forma relevante una cartera de renta variable. El inversor cuando compra un fondo activo, desconoce si está invertido en esas acciones o en qué proporción.
Mitos que dificultan su incorporación en carteras europeas
Existen mitos sobre la gestión indexada, que, aunque han sido superados en EE.UU., en Europa queda camino por recorrer. Un mito extendido entre gestores e inversores sigue siendo que es un commodity que aporta poco valor añadido. Por otro lado, entre los gestores profesionales también hay mitos sobre su incorporación en carteras. Hay gestores que incorporan gestión indexada solo temporalmente, sin vocación de permanencia. Me refiero a utilizar la gestión indexada principalmente para inversiones tácticas en ciertas zonas geográficas y sectores.
Un mito extendido es que, al comprar un fondo indexado o ETF, se incorpora a la cartera acciones en las que no se tiene convicción o bonos de empresas sobre- endeudadas. Aunque es cierto que no se puede discriminar qué acciones o bonos comprar, en el largo plazo, la diversificación que aporta y su bajo coste superan a muchos gestores. Según datos aportados por los últimos informes anuales SPIVA de S&P Dow Jones Indices, no llega a un 20% el número de gestores activos que, de media, supera al índice de referencia cuando se incluye la comisión de gestión. Ser consistente durante diez años seguidos, es difícil.
Gestión indexada de renta variable
Hasta que la gestión indexada adquiera espacio suficiente en las carteras europeas, es preferible centrar el esfuerzo de comercialización en la renta variable. La réplica del subyacente y su liquidez, es más comprensible para los gestores profesionales que la renta fija.
Conviene continuar paralelamente con el esfuerzo de distribución de fondos indexados y ETF de renta fija y la incorporación de criterios ESG. Incorporar criterios sostenibles es novedoso, existen diferentes metodologías, y hasta que haya suficiente track record en la rentabilidad accesible a largo plazo, pueden generar sorpresas.
Operativamente, es un producto relativamente desconocido en Europa
Igual que ocurriera con la ejecución de acciones, que incrementaba en exceso el coste operativo hasta la incorporación de algoritmos en su ejecución y de tecnología que permitió el procesamiento automático de la liquidación, la operativa de ETF requiere mejoras.
Según los resultados de encuestas realizadas por gestoras europeas durante los años 2023 y 2024, la ejecución de ETF en Europa es enigmática para algunos inversores institucionales y una mayoría de inversores minoristas. Hasta un 25% de inversores minoristas europeos reconocían no conocer lo que era un ETF.
En concreto, un informe publicado el año 2024 por el regulador francés AMF junto a la Comisión Europea, reconocía que solo cerca de un 15% de inversores minoristas franceses tenían ETF en su cartera durante el año 2023.
El V estudio sobre el uso de ETF realizado por FundsPeople en España, publicado en el año 2024, desvelaba que de entre 50 gestores institucionales encuestados, un 28% no utilizaba ETF. Por su parte, de entre 90 asesores y selectores de banca privada entrevistados, 29% tampoco los empleaba y otro 20% afirmaba utilizar fondos indexados en su lugar. El estudio también confirmaba que de entre el cerca de 72% de gestores institucionales y 51% de selectores y asesores entrevistados que afirmaba utilizar ETF, alrededor del 50% mantenían una posición limitada a un rango máximo de entre cinco y diez por ciento de su cartera en fondos cotizados.
Durante el año 2024, el regulador europeo de mercados, ESMA, se quejó que las liquidaciones fallidas en ETF eran elevadas. Consultoras del sector de gestión de activos europeo, han emitido informes recomendando invertir en la divulgación de la operativa del ETF y sus ventajas como vehículo de inversión.
Conclusión
Podemos concluir que es una noticia relevante, dentro del esfuerzo de romper mitos de la gestión indexada en Europa, conocer que durante el año 2023 las suscripciones netas superaron a las de gestión activa. La concentración de actividad durante los últimos cinco años en sectores y compañías como es el caso de la tecnología, ha enfatizado la relevancia de conocer de antemano la cartera en la que estamos invirtiendo.
La gestión de bajo coste sigue siendo sinónimo de poco valor añadido en el viejo continente. Un nutrido grupo de inversores, dan importancia superior a la asignación de activos sobre el coste de la cartera. La transparencia, está adquiriendo una creciente importancia en las inversiones. La gestión indexada en Europa está alcanzando el lugar que le corresponde en gran parte gracias a esta característica.