Secuestrando a Mr. Smith

jaime
Máximo García

Todos se posicionan y las gestoras no son menos. En el incierto presente que vivimos, todos buscan la forma de seguir teniendo su sitio y mantener su mismo nivel de rentabilidad. En otros mercados vemos cómo algunas gestoras quieren competir en el cuerpo a cuerpo con los distribuidores anhelando alcanzar la conexión directa con Mr. Smith; ese es su sueño: Mr. Smith beberá y sólo beberá Coca Cola…y seré yo quien se la venda (firmado: The Coca Cola Company). Esto no deja de ser una paradoja, que no hace más que esconder una frustración o una debilidad de las propias gestoras. El producto puede no ser tan bueno si tienes que comprar tu propia red y si quieres monopolizar la oferta es porque no ves que aportas tanto valor como se te presupone. Hay un secreto que es evidente: menos intermediarios, más margen. Esto significa que si alego que los distribuidores no saben vender mi producto, mi coartada está escrita; no necesito más.

Reflexiono (tampoco mucho) y me pregunto: ¿tan mala es la arquitectura abierta? ¿Tan malo es que los distribuidores busquen lo mejor para el cliente? ¿Por qué iba a estar la fábrica mejor preparada que la entidad que conoce al cliente? ¿Por qué a Mr. Smith le tiene que recetar su medicina la empresa farmacéutica y no un médico? Muchos lo justifican por el “hipotético” ahorro de costes, pero no es suficiente. Hay ejemplos clarísimos: webs maravillosas y carisísimas de gestoras con un uso limitado, limitadísimo… mientras que webs multi-producto siguen siendo las realmente consultadas por los usuarios. ¿Por qué? El problema no es el distribuidor, sino la ceguera de quienes piensan que el usuario quiere confiar en un único proveedor. A Mr. Smith le gusta también tomar Trina, un cubata de vez en cuando y cava en fin de año, ¡así es él de raro!