TRIBUNA de Santiago Ulloa, presidente de GenSpring Family Offices International.
Las tres próximas semanas van a ser decisivas para la economía mundial y para los mercados financieros. En términos generales, y con muy pocas excepciones (como el mercado español e italiano), los mercados están ayudando a que los inversionistas ganen dinero. Pese a lo modesto de sus resultados, la mayoría de las distintas clases de activos están en terreno positivo en lo que va de año.
Existen demasiados focos de incertidumbre en el corto plazo que pueden afectar la evolución de los mercados y de la economía en general. La reunión de Jackson Hole de la semana pasada era el primer obstáculo a salvar, pero es más importante lo que pueda pasar en Europa en los próximos días.
Todos estamos esperando la resolución del tribunal constitucional alemán sobre la legalidad de las ayudas a los países en dificultades y sobre la viabilidad de la compra de deuda pública por parte del BCE. La misma será el próximo 12 de septiembre. Los últimos mensajes que ha enviado el actual presidente del Bundesbank (Banco Central alemán) han estado en contra de dichas ayudas, incluso ha anunciado que dimitiría si se llegaran a dar. En el caso de no tener un resultado positivo dicha resolución, podríamos tener ventas en los mercados bursátiles, caída fuerte del euro, y subida de todos los valores “refugio”. Lo normal es que posteriormente se llegase a algún tipo de acuerdo transnacional con un cambio constitucional que implique una unión fiscal mucho más sólida. El presidente francés, François Hollande, lo está apoyando, así como que el Banco Central Europeo intervenga en la crisis de deuda.
Una de las condiciones que los alemanes podrían poner es que España se comprometa a pedir oficialmente el rescate a Europa, dentro de unos parámetros de supervisión mucho más amplios. Esto podría implicar un daño político al actual presidente español, pero sería necesario para recuperar la confianza de los inversionistas internacionales. Así mismo, tendría que venir junto a unas políticas que ayudasen al crecimiento, ya que todas las políticas hasta este momento han sido de reducción de deuda, pero con ello limpia la casa, pero no se crean empleos. Es muy posible que una vez autorizados los planes de rescate (en una primera ronda, o si todo se complica, en los meses posteriores), veamos políticas monetarias expansivas en Europa, siguiendo el modelo aplicado por la Reserva Federal, que finalmente ayuden al crecimiento económico y que puedan mandar un mensaje de esperanza de que se podrá salir de este círculo vicioso en el que nos encontramos.
Todas las crisis crean oportunidades, y cuanto mayor sea la volatilidad, mayor el potencial de ganancia, pero también el número de inversionistas que asustados, huyan asumiendo pérdidas. En mi impresión, los próximos meses van a ser cruciales, y espero que en el camino se definan y construyan unas bases más claras y sólidas que ayuden a un futuro crecimiento más sostenible. Mientras tanto, no debemos confiarnos de la inexplicable baja volatilidad actual de los mercados, ya que aún falta mucho por definir y hacer, y las preocupaciones siguen aún latentes. Por ello, deberíamos ser cautos sobre cómo estructuramos los portafolios, ya que quizá el mercado de los próximos meses no sea apto para todos los perfiles. Seguimos pensando.
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