Tribuna de Teresa Corzo, Rocio Saenz-Diez, Susana de los Rios y Laura Lazcano, del grupo de investigación en Behavioral Finance, Universidad Pontificia Comillas.
Que proporcionalmente es mayor el dolor por las pérdidas que la satisfacción por las ganancias es un hecho conocido. Gracias al desarrollo de una teoría financiera y una función de la utilidad que concretara este diferente tratamiento de pérdidas y ganancias, entre otros hallazgos, se concedió el Premio Nobel en economía a Amos Tversky y Daniel Kahneman en 2002.
La teoría prospectiva por ellos desarrollada es un modelo descriptivo de la toma de decisiones en régimen de incertidumbre y la función de utilidad que se desprende de tiene la siguiente forma:
Es generalmente cóncava para beneficios y convexa para perdidas, y muestra mayor pendiente en las pérdidas que en los beneficios. Esto refleja la diferente percepción de las ganancias y las perdidas y el efecto de la aversión a las perdidas.
Ilustremos este punto con las respuestas obtenidas por los participantes en la encuesta del Índice de Confianza del Inversor Institucional en mayo 2016. Puestos a elegir entre una ganancia cierta y una lotería con la misma esperanza matemática, la mayoría de los inversores prefieren esa ganancia antes que la lotería (ver figura inferior). El 74% de los participantes prefirió los 100 euros antes que jugar y tal vez quedarse sin nada.
Sin embargo, cuando se enfrentan a las pérdidas el porcentaje de los inversores que prefiere la pérdida segura, antes que lotería asciende al 92%. Es decir, el número de los que prefieren la opción segura se eleva considerablemente, llegando cerca del 100% debido al diferente tratamiento dado a las perdidas frente a las ganancias.