TRIBUNA de Miguel Ángel Temprano, CEO de Orfeo Capital, además de Biólogo y Bioquímico molecular.
TRIBUNA de Miguel Ángel Temprano, CEO de Orfeo Capital, además de Biólogo y Bioquímico molecular.
Vivimos en un estadio bipolar. No sabemos qué está pasando. Estamos eufóricos por el descubrimiento de la vacuna, pero éstas no llegan en la cantidad que nos gustaría. Todos los días nos desayunamos con una cifra de muertos totalmente inaceptable que obliga a cerrar nuestras economías. Y a la vez, y esto es muy preocupante, cada vez hay más mutaciones que no solo son más contagiosas sino incluso más letales. Para rematar, al parecer, las vacunas pierden cada vez más efectividad frente a estas mutaciones.
Estamos viviendo uno de los hitos más asombrosos en la historia de la humanidad. Hemos fabricado no una sino varias vacunas en un tiempo que hace solo diez años serían impensables. Y lo hemos hecho por los avances científicos conseguidos en la búsqueda de una vacuna contra el Sida. Vacuna que, por cierto, después de 40 años ni está ni se la espera. Pero curiosamente después de esos 40 años nadie tiene porque morir ya de Sida, y eso es porque tenemos un tratamiento.
He dicho siempre que era más urgente el tratamiento que la vacuna y el tiempo, desgraciadamente, me está dando la razón. El COVID-19 es una enfermedad que debuta con una fase vírica donde el enfermo, fundamentalmente, a quien hace daño es a los otros porque les contagia, y que concluye con una fase inflamatoria, caracterizada por una respuesta autoinmune en algunos casos tan exagerada que lleva al paciente a la muerte. La gran mayoría de los pacientes que colapsan las camas de hospital y las UCIs están en esta segunda fase. Necesitamos un medicamento hospitalario para atacar esta segunda fase porque combinándolo con las vacunas, que evolucionarán a medida que evoluciona el virus, tal y como con la gripe, conseguirá realmente vencer a la enfermedad, como se ha hecho con el Sida.
Pues bien, ese tratamiento está a punto de salir al mercado. Se encuentra en fase III y es un inmunomodulador de la respuesta inflamatoria. Como te enseñan en la universidad, toda infección provoca tres respuestas: inflamación, dolor y fiebre. El problema es cuando una de las respuestas se descontrola. Y aquí se descontrola la inflamación.
El tratamiento todavía no tiene nombre comercial, de momento se llama MK7110 y es de Merck. Estamos esperándolo para finales de abril o mayo. A partir de aquí, todo va a cambiar.