Jonathan Capelo, analista de Portocolom, analiza la compatibilidad con la ESG que presentan metales tan utilizados como el oro, la plata y el platino.
TRIBUNA escrita por Jonathan Capelo, analista de inversiones de Portocolom.
Las materias primas tradicionalmente han sido consideradas como poco sostenibles, debido a su impacto negativo en el medio ambiente y por las deficientes condiciones laborales dentro del sector, en algunos casos. Desde Portocolom AV somos conscientes del reto que supone analizar esta clase de activo desde el punto de vista de la sostenibilidad. Nuestra metodología “Best Effort” consiste en estudiar la evolución de las empresas y los sectores sin excluir a priori ningún sector controvertido y por ello hemos intentado analizar los beneficios y las áreas de mejora de varios metales que consideramos necesarios en la transición energética.
Oro
El oro es un metal precioso blando de color dorado. Es uno de los metales más apreciados en joyería por sus propiedades físicas, al tener baja alterabilidad, ser muy maleable, dúctil y brillante, siendo un metal difícil de encontrar en la naturaleza. De su producción mundial, el 70% se utiliza en joyería, el 20% en reservas e inversiones y sólo al 10% se le atribuyen usos industriales. Los mayores productores son China, Australia, Rusia, EEUU, Canadá y Ghana.
Desde el punto de vista de la sostenibilidad, en 2012 LBMA (London Bullion Market Association) implementó las certificaciones de Good Delivery a refinerías de todo el mundo, con el objetivo de que se cumplan unos estándares de calidad en los lingotes de aquellas refinerías que quieran vender oro en el London Bullion Market. El estándar persigue combatir el lavado de dinero, la financiación del terrorismo y el abuso de los derechos humanos de los trabajadores. Desde 2012 y con el paso del tiempo los estándares han ido mejorando. Finalmente, en 2019 se va un paso más allá y la directriz responsable de extracción de oro introduce un nuevo artículo, incluyendo promover factores ESG por primera vez. Por lo tanto, aquellos lingotes de oro con certificación Good Delivery con posterioridad a 2019 contarán con unos estándares mínimos en ESG. Otras organizaciones como el World Gold Council, cuyo objetivo es garantizar el adecuado desarrollo del mercado de oro, estableció en 2019 los Principios para la minería de oro responsables (Responsible Gold Mining Principles), 10 principios en torno a criterios de Gobierno, Sociales y Medio Ambientales, de obligado cumplimiento para aquellas empresas mineras adheridas y hoja de ruta a seguir para inversores y proveedores de financiación.
No obstante, el efecto de la minería ha sido sin embargo devastador para la tierra, las comunidades y los derechos humanos. Desde el punto de vista medioambiental, tiene un efecto muy contaminante en el agua y vertidos, por la cantidad de sustancias tóxicas como el cianuro y mercurio desprendido, el impacto sobre la biodiversidad y la vida en la tierra y los mares es muy agresivo, ya que frecuentemente se encuentran cercanos a enclaves protegidos.
Plata
Es un metal noble, de transición, de color blanco brillante, blando, dúctil y maleable, aunque algo más duro que el oro. Aproximadamente el 70% de la producción mundial de plata se utiliza con fines industriales, a diferencia del oro, cuyo uso se destina principalmente a joyería. Los principales productores son México y Perú, que representan por sí solos un tercio de la producción mundial de plata.
Uno de los usos industriales de la plata es como conductor dentro de los paneles de energía solar fotovoltaica, llevando la energía a las baterías de litio, siendo el metal que menos resistencia ofrece al paso de la electricidad a temperatura ambiente. Alrededor del 11% de la demanda global de plata en 2019 correspondió a la producción de células fotovoltaicas. La importancia de la plata en la industria energética va a aumentar en los próximos años. De hecho, para el 2050 se calcula que más del 50% de la demanda de este metal irá a parar a la generación de la energía renovable.
Paladio
El paladio es un metal de color blanco parecido al platino. No se oxida con el aire, es blando y maleable. En la naturaleza casi siempre se encuentra bajo la forma de aleaciones con otros metales del grupo del platino. A diferencia del oro y la plata, casi la totalidad de la demanda se basa en un uso industrial, representando el 94% del total de la producción. Rusia es el principal productor de paladio. Le siguen Sudáfrica, Canadá, EEUU, Etiopía y Australia. Es un metal muy demandado hoy en día. De hecho, uno de cada cuatro productos que se fabrican actualmente contiene metales del grupo del platino, o bien estos desempeñan un papel clave durante su proceso de manufactura. El paladio se encuentra en muchos productos electrónicos como PCs, móviles o televisores. También se utiliza en joyería, odontología, medicina, purificación de hidrógeno y en el tratamiento de aguas subterráneas, aunque el principal uso del paladio hoy en día está relacionado con el sector automovilístico.
Desde el punto de vista de sostenibilidad el paladio desempeña un papel clave en reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, ya que se usa como revestimiento en los convertidores catalíticos de los vehículos gasolina y diesel, reduciendo enormemente su contaminación. Desempeña un papel clave en la tecnología utilizada para las pilas de combustible, que combina hidrógeno y oxígeno para producir electricidad, calor y agua. Destaca por su alta capacidad de absorción de hidrógeno, lo cual lo convierte en uno de los mejores condensadores naturales.
Al igual que el platino, el coste de reciclaje no es muy elevado, por lo que se espera que su porcentaje reciclado aumente en los próximos años para así reducir el impacto medioambiental de este metal tan importante en nuestro día a día.
