Superman, super bonos

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Imagen cedida

Durante décadas, Superman ha servido a los ciudadanos de Metrópolis y del mundo. En su lucha contra el mal, ha habido momentos en los que sus fuerzas parecían desvanecerse. Los bonos han seguido un camino similar. A pesar de que a menudo se consideran “aburridos”, sus superpoderes han protegido a los ahorradores de la volatilidad de los mercados de renta variable, les han ayudado a acumular riqueza e incluso han pagado una renta regular. Pero, al igual que Superman, los bonos se han enfrentado a desafíos.

Aquellos lo suficientemente desafortunados (o afortunados) que vivieron las crisis del mercado de bonos de 1979 y 1994 sabrán lo rápido que las cosas pueden cambiar. Otro reto constante para Superman es la kriptonita, cuya radiación debilita significativamente al Hombre de Acero. La kryptonita para los bonos viene representada por las subidas en los tipos de interés y la inflación.

Dado que estamos entrando en un ciclo de tipos de interés al alza, y con muchos analistas señalando el final de treinta años de mercado alcista en renta fija, ¿podrían los bonos haber agotado todo su atractivo? Bueno, a pesar de que tanto los bonos como Superman experimentan episodios de debilidad por la kryptonita, ambos han conseguido recuperarse y han disfrutado de largos períodos de mayor rentabilidad.

A día de hoy, los efectos deflacionistas que amenazan a la economía mundial son una reminiscencia de Erradicador. Y a diferencia de muchas de las amenazas a corto plazo a las que ha tenido que enfrentarse Superman, la amenaza de Erradicador ha sido persistente y ha sido necesario abordarla con un antídoto de eficacia demostrada. La renta fija ha demostrado por sí misma ser la primera línea de defensa de los inversores en una crisis y una fuente de diversificación a lo largo de todo el ciclo de inversión.

El aumento de los tipos de interés no es bueno para los bonos, pero ya hemos pasado por ello antes. Además, creemos que es un error dudar del poder de los bonos. La historia ha demostrado que los bonos comparten la misma resistencia de Superman y pueden proporcionar a los inversores retornos superiores a largo plazo. Tanto Superman como los bonos sobrevivirán en los próximos años.