Un resultado con el que casi nadie contaba: repercusiones de la victoria de Trump en los mercados

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TRIBUNA de Scott Mather, CIO de estrategias básicas de EE.UU. de PIMCO. Comentario patrocinado por PIMCO.

Inversores de todo el mundo aún siguen asimilando la (para muchos) imprevista victoria de Donald Trump sobre Hillary Clinton. A continuación, exponemos nuestra opinión sobre lo que podría deparar la presidencia de Trump y un Congreso republicano para los mercados a corto, medio y largo plazo.   

Futuro immediato

Incertidumbre más acusada y aumento de las primas de riesgo: puede que la volatilidad siga siendo alta comparada con los niveles recientes. En este momento, con la incertidumbre que rodea la agenda política de Trump, los puestos claves de liderazgo en el gobierno y los probables cambios en materia de política exterior y comercial -sumado a la reacción de los gobiernos y mercados del resto del mundo a dichos aspectos- hay más incógnitas que certezas sobre el futuro.

• Vemos la posibilidad de presiones para los precios de los activos financieros procedentes del desmantelamiento de las estrategias risk parity y volatilidad

• Cabe esperar un fortalecimiento generalizado del dólar estadounidense frente a las divisas de los mercados emergentes, si bien algunas de ellas ya han registrado una notable depreciación. Con respecto a las restantes monedas de reserva de los mercados desarrollados, prevemos una evolución más moderada del dólar.

• El brusco giro en las expectativas de inflación y el previsible aumento de la oferta de bonos del Tesoro estadounidense mantendrán seguramente la presión sobre los bonos nominales en los vencimientos largos, aunque los bonos ligados a la inflación (TIPS) y otros instrumentos análogos podrían seguir mostrando un buen comportamiento (como ya venimos avisando durante algún tiempo).

De corto a medio plazo

• El endurecimiento de algunas condiciones financieras a corto plazo y las tensiones en las relaciones comerciales podrían lastrar el crecimiento, aunque ello se verá probablemente contrarrestado por la probabilidad de medidas fiscales expansivas a medio plazo (bajada de impuestos, aumento del gasto en infraestructuras). Las perspectivas de una profunda reforma fiscal y un fuerte impulso en infraestructuras (reforma estructural favorable al crecimiento) podrían reforzar considerablemente las perspectivas de crecimiento durante los próximos años, aunque resulta difícil dar cifras concretas en este momento. El potencial de un frenazo en la adopción de nueva regulación también podría disparar la confianza y la inversión empresarial, del mismo modo que lo harían las perspectivas de un acuerdo bajo la forma de una segunda Homeland Investment Act que estimule la repatriación de flujos de caja por las empresas desde el exterior.

• Inflación y política monetaria: esperamos un aumento más equilibrado en las previsiones de inflación, así como una normalización más rápida de la política monetaria. Creemos que los mercados pasarán de descontar un rezago permanente de la inflación respecto al objetivo del 2% a considerar igual de probable un rebasamiento de dicho nivel.

En último término, esto debería significar que la Fed se mueva con mayor rapidez a la hora de subir tipos durante el próximo año de lo que el mercado ha venido barajando, aunque todavía en consonancia con nuestra previsión de dos o tres subidas de tipos hasta el final de 2017. Dicho esto, la incertidumbre a corto plazo podría reducir ligeramente la probabilidad de que los tipos se muevan en diciembre. Y, en nuestra opinión, es demasiado pronto para saber qué influencia tendrá la presidencia de Trump sobre los mandatarios del banco central estadounidense y su función de reacción, tanto en los nuevos nombramientos obligados por las vacantes que se produzcan como en la conclusión del mandato de la presidenta Janet Yellen en 2018.

Largo plazo

• Podríamos asistir a un auge secular del populismo, los factores de riesgo político y la incertidumbre, tal y como hemos recogido en nuestras perspectivas cíclicas y seculares. Observamos factores potenciales positivos y negativos asociados a estas tendencias: la balanza quizá se inclina hacia el lado de la reforma estructural y el desbloqueo de la situación política en Washington, si bien por el lado negativo hay que tener presentes los riesgos de una negociación precipitada de los ajustes comerciales.