¡Vivan los premios!

Durante todos los años por estas fechas la industria de fondos en España se reúne para una ceremonia que no pretende otra cosa que celebrar y compartir sus logros. Los Premios de Fondos de Inversión Expansión-Allfunds Bank no son más que la excusa para congregar a los principales actores en torno a una celebración que pretende ser la fiesta de todos. Es posiblemente uno de los pocos momentos en los que nos paramos un segundo a pensar que hay cosas que se han hecho bien y que somos una industria que se merece un respeto; ese respeto debe empezar por nosotros mismos. Para querer, hay que quererse un poquito. Siempre he creído en premiar, sin estar necesariamente de acuerdo con lo premiado. Es un poco como la filosofía de las casas de los colegios ingleses, donde lo importante no es ganar sino el sentimiento de manada, el sentimiento de pertenencia a algo más importante que reafirma a los miembros de esta industria.

Eventos así hay pocos y quizá por eso hacen que sean tan importantes y nos aferremos a ellos con tanta fuerza, no tanto por el contenido sino por el fondo, no tanto por lo premiado sino por el hecho de premiar. El año pasado me encontré ante una de esas situaciones, evidentemente no comparable al 100%, en la que mi hija de seis años se graduaba: “Mira papá, ¡Me he graduado!”, y yo le miraba pensando si nos habíamos vuelto locos, pero enseguida recapacité: lo importante es que valorara ese tipo de situaciones y sobre todo que las disfrutara en compañía.

Quedan muchas graduaciones y premios de fondos de inversión, tan solo debemos disfrutar de ellas y valorarlas en su justa medida, porque valor tienen y por desgracia son pocas las veces que tienen lugar.