COLABORACIÓN de Felipe de los Ríos, Socio de LIFT AM y Director General de Almagro Capital Gestión.
La inversión inmobiliaria en activos residenciales es una de las preferencias más arraigadas en España, debido principalmente a la simplicidad, la posible revalorización del activo en el momento de venta, la generación de rentas y la seguridad de contar con un activo tangible de fondo. Si a todo esto, le sumamos el momentum óptimo del mercado residencial, hay poco inversor hoy en día al que no le apasione “comprar ladrillo y presumir de ello”. Si bien, creemos que la clave del éxito no reside únicamente en adquirir una propiedad, sino en la estrategia que se emplea para optimizar su valor. En este sentido la inversión en Vivienda Inversa se posicionado como la alternativa más segura para la inversión inmobiliaria, habiendo demostrado ser una estrategia de inversión consolidada y atractiva rentabilidad, así como una solución socialmente responsable.
¿Qué es la Vivienda Inversa?
Se trata de la adquisición de la vivienda a una persona mayor de 65 años que busca convertir el patrimonio ahorrado en su vivienda habitual por liquidez para afrontar su jubilación, vendiendo el inmueble hoy pero con la seguridad de poder disfrutar de su hogar durante el resto de sus días. Se suele confundir con la venta de la nuda propiedad, ya que en la práctica son soluciones muy parecidas. Digamos que la Vivienda Inversa se considera una nuda propiedad mejorada: socialmente responsable, sencilla y protegida jurídicamente para ambas partes, pues no deja de ser algo tan simple y a la vez seguro, como la formalización de un contrato de compraventa (siendo el nuevo adquirente propietario de pleno dominio del inmueble) firmando simultáneamente un contrato de alquiler LAU (lo que protege de cualquier aspecto a nuestros mayores).
En países de nuestro entorno como Reino Unido o Francia, es ya una estrategia de inversión más que consolidada, donde se cierran entorno a los 4.000-6.000 millones al año en transacciones inmobiliarias.
¿Por qué es una estrategia óptima para el inversor que quiere invertir en el mercado residencial?
Esta estrategia consolidada y con un binomio óptimo de rentabilidad y riesgo cuenta con numerosas ventajas para el inversor tales como:
- La adquisición de activos residenciales a precios atractivos, y por lo tanto con una plusvalía significativamente mayor en el precio en el momento de la venta que la adquisición de forma tradicional.
- Una reducida gestión por parte del comprador, ya que los riesgos tradicionales del sector inmobiliario no aplican (impago en rentas o desocupación), al no existir rotación de inquilino.
- Un riesgo de ejecución inexistente frente a otras estrategias como la promoción inmobiliario o el built to rent con gran visibilidad de retorno.
- Frente a la nuda propiedad, la Vivienda Inversa puede ser financiada por una entidad bancaria, reduciendo el monto inicial que el inversor tiene que aportar desde el primer momento y aumentando su rentabilidad.
- Cuenta con rentabilidades de doble dígito para el inversor frente al 3%-5% de la inversión inmobiliaria residencial en zonas prime.
- Y por último, y no menos importante, es una solución socialmente responsable, donde la demanda de este tipo de alternativas de monetización cada vez es más necesaria teniendo en cuenta el deficitario sistema de pensiones actual y sus negativas perspectivas de futuro (como dato, solo este año, se han analizado más de 1.000 operaciones por valor de cerca de 400 millones de euros).
Asimismo, creemos que si esta inversión se hace a través de un gestor de referencia y articulado bajo un régimen eficiente fiscalmente, como puede ser la SOCIMI, esta inversión se convierte en una oportunidad única para invertir de forma diversificada en el residencial español.