Expertos de varias gestoras detallan las estrategias y activos por los que consideran que hay que apostar en el actual contexto de mercado, sin olvidar los riesgos que acechan.
Expertos de varias gestoras detallan, en un desayuno organizado por FundsPeople y patrocinado por Flossbach von Storch, las estrategias y los activos por los que consideran que hay que apostar. Entre ellos, la inversión sostenible, los valores defensivos, el sector consumo o el tecnológico o los mercados emergentes. Todo ello sin olvidar los riesgos que acechan.
El punto de retorno va a costar más riesgo
Marian Fernández, responsable de Macro de Andbank España, prefiere hablar más que de oportunidades de historias vertebradoras. Y, entre ellas, destaca la sostenibilidad. Considera que es una tendencia que tiene sentido más allá de las exigencias regulatorias. No obstante, no todo vale. “Quizá las valoraciones sean excesivas en algunos activos debido al empuje de la demanda”. Según explica, se trata de una temática que va de acompañamiento en la transición energética.
Esto no quiere decir que haya que dejar de lado los valores defensivos, los cuales, de alguna manera, sirven para apuntalar la cartera: “Muchas veces en lo defensivo encontramos para la parte conservadora el dividendo que compensa el cupón que se tenía antes”. Destaca dos sectores: consumo y salud, que han quedado algo olvidados tras pasar lo peor de la pandemia. En general, de cara a este 2022, “el punto de retorno va a costar más riesgo, y hay que formar e informar al cliente porque la volatilidad la habíamos visto en renta variable, pero en renta fija se nos ha olvidado”.
Respecto a los mercados emergentes, considera que hay que estar muy atentos a temas regulatorios y de riesgo. Y en los desarrollados ve valor en la renta variable pero discriminando en función de los sectores. Dentro de la renta fija, en gubernamental no recomiendan estar con posiciones largas. Advierte que es un activo que no se puede dejar de tener en las carteras. “Pero hay que ser conscientes de que hay que buscar una compensación desde algunos focos como la deuda emergente o el high yield, que compense que en renta fija gubernamental las trayectorias ya no son lo que fueron, ni siquiera en los países periféricos”.
En busca de activos para protegerse de la inflación
“Si hay más inflación, y eso parece claro, hay que comprar cosas que nos cubran o que estén relacionadas con ello. Y en mi opinión ese activo es el equity”, cuenta Álvaro Galiñanes, director de Inversiones de Santander Private Banking Gestión. Dentro de la renta variable, apuesta sobre todo por los sectores con capacidad de fijar precios y también destaca el atractivo del sector financiero ante la subida de los tipos de interés. Además, prefiere compañías pequeñas frente a las grandes.
Respecto a las temáticas, desde el punto de vista de la renta variable, le gusta todo lo relacionado con el consumo y la tecnología. De esta última destaca que tiene una demanda latente y creciente. “Sin olvidar que surgen oportunidades, más allá de los activos ilíquidos, que pasan siempre por reeducar a nuestros clientes y explicarles que la volatilidad está y siempre ha estado”. Advierte que lo que ahora no se van a encontrar son activos que proporcionen un colchón para compensar los riesgos de una manera tan evidente como antes, “y eso hay que compensarlo de otra manera y asumir más plazo”.
El crecimiento de la clase media en los emergentes
Sebastián Redondo, director de Integración de Estrategia de Inversión en CaixaBank AM, está convencido de que estructuralmente hay que dedicar una parte de la cartera a los mercados emergentes. Y el principal argumento que pone sobre la mesa es el demográfico. Mientras que en EE.UU. y en Europa la población es cada vez menor y más envejecida, países como Nigeria en África, o Malasia, Indonesia, Vietnam, la India o China en Asia cuentan con un elevado volumen de población y joven. Explica, además, que "en los países emergentes se está formando una clase media muy importante que en algún momento tiene que brotar”.
En los mercados desarrollados la apuesta fundamental es todo lo relacionado con la temática ASG, sobre todo en el ámbito de la descarbonización, “que es donde los Estados van a invertir más, y donde tenemos que estar estructuralmente”. Concretamente, considera especialmente atractivos los activos vinculados a alguno de los principios de la ONU y los fondos de impacto.
Hay que comprar cosas buenas, pero a precios razonables
Para Diego Fernández, director general de Inversiones en A&G, es el momento de mirar de cerca algo que “todos analizamos siempre pero que está algo olvidado o malinterpretado: la valoración de los activos”. Explica que actualmente tenemos, por un lado, los activos que todo el mundo quiere en la cartera y que resulta muy fácil adquirirlos, pero que están caros. “En este caso hay que ser tácticos y aprovechar las oportunidades de mercado, comprar cosas buenas cuando estén a valoraciones razonables”. Por otro lado están las compañías baratas porque tienen problemas estructurales, “pero entre las cuales se pueden encontrar acciones con valoraciones muy atractivas a las que hay que exigir un catalizador real y con una fecha estimada”. Todo ello lleva a carteras muy barbell y con mucha gestión activa.
Incluso en algunos mercados puede haber dificultades para encontrar producto. Pone el ejemplo de China. “Es un campo de oportunidades enorme, en el que se pueden hallar compañías magníficas con riesgos razonablemente acotados y valoraciones atractivas. Pero si vas a los índices hay un porcentaje muy grande de sectores susceptibles de un cambio en las reglas de juego”. Asegura que “es difícil encontrar producto porque en mercados poco desarrollados hay escasos gestores que se diferencien de los índices”.
Respecto a la inversión temática coincide en que hay tendencias que se cruzan, como la transición energética, que une sostenibilidad y tecnología. Pero no es la única porque, según destaca, “la tecnología es un tema absolutamente trasversal”.
Una apuesta por las empresas de calidad
“Hay que diversificar las carteras a través de equity”, opina Javier Ruiz Villabrille, responsable de Flossbach von Storch en España. Explica que en esa cartera de renta variable hay que tener diferentes cosas, “como acciones generadoras de rentas y dividendo combinadas con otras que tengan más crecimiento, y siempre centrándose en empresas de calidad, entendida como capacidad de fijar precios, que cuenten con un producto en algún aspecto único”.
Considera que ese tipo de compañías van a dar mucha solidez, pero sin olvidar que se está asumiendo más volatilidad. No obstante, “si tenemos claro el horizonte de inversión, podemos obtener rentabilidades decentes”. Eso sí, serán menores de a las que estamos acostumbrados porque “seguramente el mundo va a crecer menos en los próximos años. Pero obtendremos un rendimiento que nos cubra y nos proteja el valor real del patrimonio”.
Hasta aquí las oportunidades, pero no hay que olvidar los riesgos. Los participantes en el debate pusieron sobre la mesa unos cuantos:
- La evolución de la inflación.
- Los desequilibrios que podría generar en el ámbito social el debate capital vs. trabajo.
- El menor crecimiento en China.
- Riesgos geopolíticos, incluida la pelea China-EE.UU. por la hegemonía mundial o todo lo relacionado con el proceso de independencia energética y los combustibles fósiles (a una parte del mundo le conviene y al resto no).
- Los problemas que conlleva la migración, desplazamientos fundamentales para países como EE.UU. y los europeos, cuyas poblaciones no están creciendo.
- La retirada de estímulos por parte de los bancos centrales: las subidas de tipos de interés afectarán a la renta variable.
- Las posibles políticas erráticas en algunos países emergentes.
- La complacencia: el mercado está posicionado en una dirección y las visiones sobre los riesgos son muy parecidas, de forma que si no se materializa el escenario central o una parte de los escenarios no se cumple todos los participantes van a reaccionar igual, lo que podría generar movimientos abruptos en el mercado.