Coincide Armando López, responsable de Renta Fija de Santander AM, en que el entorno actual de tipos de interés es “bueno” para la deuda pública en general, aunque señala que, en plazos cortos, “probablemente, estemos más positivos en crédito y en largos, en deuda pública”. Dado que se trata de un activo muy líquido, “las oportunidades existen y un riesgo hipotético es que la inflación no termine de doblegarse”, escenario que, no obstante, no maneja Santander AM.
En este contexto, la entidad ha ido aumentando el peso de la misma en los fondos y “elijas la que elijas, puedes encontrar valor. Si eres un inversor conservador, en plazos cortos tienes tires muy altas; si eres más arriesgado, puedes jugar con vencimientos más largos para asegurarte rentabilidad”. Matiza, no obstante, que “efectivamente los spreads de crédito se están estrechando, pero ahí el valor lo sacas del stock picking a partir del análisis cuidadoso del activo”, por eso, “la deuda pública tiene ahora atractivo, es un activo seguro, aunque te puede dar algún susto”, pero no de vértigo.
Con respecto a los spreads entre países, “hay más movimiento del que pensábamos, y hay que jugarlo bien porque te puede pasar factura un año si no aciertas”, afirma López. Habla de la situación de la deuda soberana francesa, en la que, por fundamentales, Santander AM se ha mostrado infraponderada, “aunque dependiendo de los tramos”. Por ejemplo, cita el caso de las letras del Tesoro del país, que han estado retribuyendo por encima de las españolas durante el periodo electoral. En este contexto, el posicionamiento ha sido neutral en los tramos cortos y en el medio plazo, con una gobernabilidad incierta tras la segunda vuelta, la entidad opta por una gestión a activa para ir acomodando duraciones conforme se visibiliza el mercado.
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