Más allá de las políticas de la Reserva Federal, Legg Mason Global AM analiza otros indicios de la mejora de los fundamentales de la economía estadounidense.
“La política monetaria acomodaticia de la Reserva Federal es a menudo citada como el principal impulsor de la tendencia alcista que ha protagonizado la renta variable durante la mayor parte de este año. La propia Fed ha dejado claro que uno de los objetivos de sus políticas es apoyar los precios de los activos financieros”, observan los expertos de Legg Mason Global AM. Pero con un matiz: "existen pruebas de que los fundamentales económicos también forman parte de la ecuación”.
En particular, se fijan en la evolución del índice DOT Freight Transportation Service, que mide los envíos de mercancías por camión, ferrocarril, vías fluviales, aviones, etc.. El indicador no sólo ha superado los niveles anteriores a la recesión sino que, según los últimos datos disponibles de mayo, ha alcanzado un nuevo máximo histórico, al situarse sobre los 120 puntos. El índice ha rebotado un 27% desde el mínimo de la crisis que marcó en abril de 2009.
“Si bien la economía estadounidense aún no está funcionando a toda máquina, está claro que el aumento del volumen de envíos de mercancías implica una mayor demanda de bienes y un incremento de la confianza de las empresas y de los consumidores”, observan desde la gestora. Esto les lleva a preguntarse si “el mercado de valores podría estar reaccionando tanto a esta tendencia como a los mínimos registrados por el precio del dinero a corto plazo fijado por la Reserva Federal”.
No en vano, los expertos de la firma detectan que las caídas vistas recientemente demuestran que “sigue existiendo una ansiedad generalizada acerca de la dirección de la economía”. “Tanto si ven el mercado como justamente valorado o un poco caro, muchos creen que todavía hay oportunidades para explotar las valoraciones incorrectas a nivel individual, una tarea apropiada para gestores activos con enfoque bottom-up”, concluyen.