Las principales referencias del crudo experimentaron un rally la semana pasada al calor del repunte del riesgo geopolítico. Sin embargo, los expertos consideran que este movimiento será pasajero.
El precio del petróleo experimentó una sacudida la semana pasada a cuenta del repunte del riesgo geopolítico, concretamente por el bombardeo de EE.UU. a Siria en respuesta a las noticias sobre el ataque químico a la población civil de días atrás. Concretamente, el WTI (de referencia en EE.UU.) escaló un 9,44%, hasta los 52,37 dólares, entre el 27 de marzo y el 7 de abril. En el mismo periodo, el Brent (de referencia en Europa) escaló otro 9%, hasta los 55,24 dólares el barril.
“El ataque marca la primera intervención militar significativa de EE.UU. en el conflicto sirio y alimentó las preocupaciones en torno a una extensión de las hostilidades en la región”, constata Norbert Rücker, responsable de análisis macro y de materias primas en Julius Baer. Éste aclara que Siria no es un productor significativo de petróleo, por lo que la firma considera que el riesgo de que aumente la tensión y se interrumpa la oferta de petróleo en la región es muy limitado: “Los ataques de EE.UU. no cambian los fundamentales del mercado del petróleo, por lo que la prima por riesgo geopolítico podría desaparecer rápidamente otra vez”.
En este contexto, la visión del grupo sigue centrándose en que el barril de crudo se mantendrá por debajo de la cota psicológica de los 50 dólares el barril durante los próximos meses. “El exceso de oferta se está reduciendo a un ritmo mucho más lento de lo anticipado, en parte por el inesperado revival del petróleo de esquisto americano”, explica Rücker. Éste añade que, entre medias, el amplio posicionamiento largo de los hedge funds en futuros del petróleo “acarrean riesgos de toma de beneficios”, lo que podría contribuir a una caída más extensa de los precios.
¿Cambio estructural o cíclico?
Este rebote se produce después de varios meses – los posteriores a la última reunión de la OPEP- en los que el crudo ha mostrado un comportamiento relativamente plano. Cabe recordar que el cártel había acordado en esa última reunión un recorte en la producción, por lo que el mercado esperaba un ajuste de la oferta y la demanda hacia un nuevo punto de equilibrio. “El mercado está perdiendo la fe. Las dudas han surgido por los niveles obstinadamente altos del inventario de crudo en EE.UU.”, indica Pieter Schop, gestor sénior de NN Investment Partners.
“Sabíamos que el reequilibrio llevaría tiempo. Los elevados niveles de producción de varios de los países miembros de antes de los recortes en la producción han empezado a llegar ahora a los puertos de destino, pues simplemente llevan varias semanas transportarlos”, continua el experto. En este contexto, como EE.UU. es el país productor que dispone actualmente de mayor capacidad de almacenamiento del mundo, “recibe una cantidad desproporcionada del exceso de producción”. Lo que trata de explicar Shcrop es que, una vez desobstruido este exceso de almacenamiento, será cuando empiece verdaderamente el proceso de reequilibrio.
El experto opina que “un entorno macroeconómico fuerte a nivel mundial debería encajar bien con la demanda de petróleo y reducir los niveles de stock de producto refinado, pero hay una serie de fuerzas contrapuestas”. Se refiere principalmente a la rápida respuesta de los productores de shale estadounidenses, que “está minando la efectividad de la OPEP”. El experto calcula que la producción onshore estadounidense podría llegar a reemplazar en torno a la mitad del recorte en la producción efectuado por la organización, dando como resultado que “la congelación de la producción de la OPEP pueda no ser suficiente para resolver el exceso de inventario, por lo que puede que los mercados necesiten una extensión de los recortes”. A esto se ha de añadir que se espera que vuelvan a producir muchos de los proyectos que fueron sancionados en el periodo 2011- 2014, coincidiendo con el boom de la producción.
El gestor aporta un gráfico en el que se puede observar que históricamente la commodity ha vivido rallys cuando el número de días de inventario cae por debajo de 57. En el contexto actual, cree que sólo “la previsión más alcista nos acerca a ese nivel para finales de 2017 e incluso así sería breve, porque se espera que la tendencia revierta en 2018”.
“Hay un dicho en materias primas que afirma que “nada cura los precios bajos como los precios bajos”, y la caída de los precios durante 2014 llevó a uno de los recortes de gastos más severos vistos en los gastos de capital de productores de materias primas en muchos años”, comenta por su parte Jon Andersson, gestor de Vontobel AM. Este movimiento ha coincidido en el tiempo con la caída de la correlación negativa histórica entre renta variable y bonos, así como el suelo en las expectativas de inflación.
Una vez más Andersson considera que sólo el reequilibrio de los inventarios permitirá ver una recuperación de los precios. Al igual que los otros expertos, recuerda que este proceso lleva un tiempo y requiere que encajen muchas piezas. “Sin embargo, a medida que los inventarios caen y la oferta se mantiene restringida, las elevadas primas por escasez proporcionarán riesgos al alza para las materias primas”.
Andersson aporta un gráfico en el que se ilustran las distintas fases del precio del petróleo. Basándose en el análisis fundamental de Vontobel AM, opina que “el proceso de reequilibrio – en otras palabras, el paso del exceso de oferta a escasez de oferta- está en marcha”.