PIMCO GIS Dynamic Multi-Asset: filosofía, posicionamiento y características

Geraldine Sundstrom (PIMCO)
Foto cedida

El PIMCO GIS Dynamic Multi-Asset es un fondo mixto de PIMCO que la gestora ha diseñado para afrontar distintos entornos de mercado y ayudar a los inversores a navegar por las situaciones más difíciles. El producto, que este año disfruta de Sello FundsPeople, con las calificaciones Blockbuster y Consistente, invierte en un amplio espectro de mercados y regiones geográficas, incluyendo acciones, bonos del gobierno, bonos corporativos y divisas, apoyándose en las opiniones de especialistas de mercado y sectores de PIMCO.

“Diseñamos el fondo teniendo en cuenta la flexibilidad y la agilidad, ya que sabemos que los mercados y el riesgo no son constantes ni permanentemente atractivos. Es importante destacar que el fondo no está unido a un índice tradicional concreto y tenemos la capacidad de flexibilizar las exposiciones de manera significativa en función del ciclo económico y los distintos entornos de mercado para tratar de ofrecer a los inversores un retorno más uniforme”, explica Geraldine Sundstrom, gestora del fondo desde su creación hace ya más de cuatro años.

El fondo puede quedarse corto en renta variable hasta el -20% y largo en hasta un 60% para protegerse en caso de recesión. También podría ser negativo en duración para cubrirse en un entorno de incremento de dicha tasa. La gestión de riesgos es una parte integral de la construcción de la cartera, con la filosofía de que se gana al no perder.

“Aprovechamos el proceso de inversión de PIMCO, ratificado por el paso del tiempo, combinando puntos de vista sobre los fundamentos económicos y corporativos, las valoraciones del mercado y los aspectos técnicos del mercado (consideraciones de oferta y demanda como la nueva emisión de deuda o recompras de acciones) en un enfoque estructurado y ágil”. En su opinión, esto proporciona un proceso sólido y progresivo que la gestora cree necesario para navegar por los mercados que estamos experimentando hoy.

“Por ejemplo, en mayo pasado, celebramos nuestro Encuentro Secular Anual donde nos reunimos para discutir las tendencias que esperamos que impactarían y darían forma a las economías y los mercados en los próximos 3-5 años. Nuestra conclusión fue la esperar una distorsión creciente”, ejemplifica.

Hoy, aparte del trágico coste humano del virus coronavirus, en el equipo esperan que las consecuencias de la pandemia aceleren la interrupción de industrias y compañías. El cambio al comercio minorista en línea estaba en marcha y la presión ya estaba creciendo en las industrias extractivas como el petróleo y el gas y la minería, pero los desarrollos recientes sirven como un acelerador. “En mercados cambiantes e impredecibles, solo puedo subrayar la importancia de un marco de inversión que sea fundamental y con visión de futuro”.

Su visión al comenzar el año era que el ciclo económico estaba maduro, pero no era inminente una recesión. Sin embargo, entendían que las valoraciones eran elevadas y, por lo tanto, mantenían una postura de riesgo general moderada. Dada la naturaleza tardía del ciclo, comenzaron a enfocar su exposición hacia acciones de muy alta calidad. En el año, a medida que las valoraciones se incrementaron y las preocupaciones crecieron en torno al impacto potencial del virus combinado con el shock del precio del petróleo, se volvieron más dinámicos al reducir el riesgo total y agregar coberturas.

Primero, redujeron rápidamente la exposición a renta variable a mediados de febrero, desde aproximadamente un 40% hasta menos del 10%, y luego agregaron coberturas en un crédito corporativo más débil (alto rendimiento de Estados Unidos y Europa). Para ellos, poder elegir qué activos poseer y ser flexibles para ajustar el riesgo total ha sido muy importante. “Nos hemos centrado mucho en preservar el capital para los inversores”, asegura Sundstrom.

“En general, seguimos siendo pacientes respecto al riesgo. Los precios de los activos se han ajustado rápida y bruscamente, pero aunque las valoraciones se han vuelto más atractivas, el camino de la pandemia aún es incierto. Nuestra expectativa es que veamos grandes economías en recesión antes de un repunte, probablemente en la segunda mitad del año. Por lo tanto, estamos enfocados en retener alta calidad y flexibilidad”.

La exposición actual a la renta variable es de aproximadamente el 15% y se centra en una cesta diversificada de acciones tecnológicas, sanitarias y biotecnológicas en EE.UU. y Japón contra coberturas en el mercado europeo que es de menor calidad y enfrenta una mayor interrupción. También poseen una cesta de acciones en China con el objetivo de beneficiarse de la creciente importancia del consumo moderno en el crecimiento de ese país. Además, también se enfocan en los nombres chinos relacionados con la salud y la biotecnología. También siguen teniendo en cartera bonos gubernamentales de alta calidad, particularmente en EE.UU., Australia y Canadá. Finalmente, en divisas favorecen el dólar estadounidense.

“Es importante destacar que es un equilibrio entre la precaución y la alta convicción. Estamos observando los mercados muy de cerca para administrar el riesgo y hemos identificado las oportunidades correctas para participar aún más cuando sentimos que es el momento adecuado”, concluye la gestora.