Por qué en el actual entorno de subidas de tipos construir posiciones cortas en bunds y treasuries resulta muy peligroso

Paul Brain
Foto: FundsPeople.

Cuando los bancos centrales suben los tipos de interés, el precio de los bonos baja y sus tires suben. Cristalino como el agua. Esto podría llevar a pensar a muchos inversores que la estrategia más acertada en un entorno en el que la Reserva Federal de Estados Unidos está decidida a aplicar incrementos en las tasas y el BCE ya ha anunciado el fin de su programa de compra de activos pasaría por construir posiciones cortas sobre los bunds y los treasuries.  Pero, en el entorno actual, esto tiene un problema.

“Si tuviéramos un escenario en el que los bancos centrales suben los tipos de interés porque el crecimiento económico mejora, lo normal sería construir posiciones cortas en los bonos del Tesoro alemán y americano. Sin embargo, en las actuales circunstancias, suponen asumir un riesgo muy elevado”, advierte en una entrevista con FundsPeople Paul Brain, responsable de Renta Fija en Newton, filial de BNY Mellon IM.

Lo dice, además, el gestor de un fondo de renta fija flexible. Aunque está habilitado para construir posiciones cortas sobre bunds y treasuries, Brain prefiere no hacerlo en las actuales circunstancias. Tan es así que ha deshecho las estrategias que mantenía en la cartera del BNY Mellon Global Dynamic Bond. La razón: el conflicto de Ucrania ha provocado una crisis de mercados que arroja mucha volatilidad y muy poca visibilidad de cara al futuro.

“Si los mercados se mueven hacia un flight to quality estas posiciones te pueden hacer mucho daño. Las pérdidas serían muy grandes. Esa es la razón por la que las hemos retirado de la cartera dejando la exposición a los treasuries sin esta protección de derivados”, revela. ¿La alternativa? A su juicio, comprar deuda pública alemana y estadounidense desde una perspectiva de buy & hold.

Es una estrategia que aplica actualmente con los bonos del Tesoro americano a corto plazo, que en estos momentos representan una parte core de su cartera. “Son un buen activo refugio. Si te sientas en ellos te ofrecen un cupón positivo y, además, ejercen de estabilizador para el conjunto del fondo. Esta es una estrategia mucho menos arriesgada que estar en corto”, explica.

Por otra parte, uno de los beneficios de controlar la duración de la cartera a través de derivados es que puede agregar o quitar estas posiciones muy rápidamente y, por lo tanto, cambiar rápidamente las exposiciones del fondo. El gestor es consciente de que, en este entorno extremadamente volátil, es posible que tenga que adaptar las opiniones. En este sentido, la naturaleza dinámica del fondo es una ventaja.